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El dólar oficial se fijará en 8 pesos y se autorizará su compra para el ahorro, afirma

Argentina tiene con qué hacer frente a los ataques especulativos: ministro de Economía

Advierte que por ahora los precios no se van a modificar y en eso el gobierno será durísimo

Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 27 de enero de 2014, p. 32

Buenos Aires, 26 de enero.

El ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, aseguró que el gobierno resistirá presiones y que se tienen las herramientas para hacer frente a los ataques especulativos que intentan forzar una mayor devaluación, y también para impedir abusos en precios y otras especulaciones en referencia a los anuncios de los últimos días fijando en ocho pesos el precio del dólar oficial y autorizando la compra para ahorro, entre otros cambios.

En un escenario de fuertes expectativas por las formas de implementar el mecanismo para comprar divisas que se anunciarán este lunes, Kicillof sostuvo una larga entrevista con el periódico Página 12 en la que analizó la devaluación, las presiones de sectores especulativos y su impacto en los precios.

El tipo de cambio de 8 pesos es un nivel adecuado, pero quieren llevarnos a un dólar de 13 pesos que tendría un efecto devastador sobre la producción, el empleo y los salarios. No lo vamos a permitir, advirtió.

Adelantó que el mecanismo de validación de las operaciones será más transparente que el vigente cuando comenzaron las restricciones, a fines de 2011.

También remarcó que habilitar la compra de dólares no quiere decir que los que más tienen y menos contribuyen a la estabilidad se harán de los dólares. El mecanismo va a beneficiar a los que menos tienen.

Adelantó que la percepción a cuenta del pago del impuesto a las ganancias para las operaciones de compra para tenencia será de 20 por ciento.

Indicó que aún se continuará analizando el tema del tributo para las compras con tarjeta en el exterior y billetes para turismo donde, al menos por ahora, seguirá en 35 por ciento.

Quizá éste es uno de los puntos que crea resquemores, ya que aunque ese 35 por ciento puede luego deducirse o recuperarse, es para muchos un obstáculo, de acuerdo a algunos analistas.

Kicillof anticipó que la capacidad de compra estará asociada al nivel de ingreso normal de los individuos y señaló que ahora las personas podrán ir nuevamente a un banco y adquirir dólares. Su capacidad de compra va a estar asociada al nivel de ingreso normal que tengan. Hubo una época en Argentina donde cualquiera podía comprar dos millones de dólares por mes sin explicar el origen de los fondos. Ese sistema era propenso a compras injustificadas en relación con el ingreso de la persona y generaba sospechas sobre el origen de esos fondos. Por eso, la primera cuestión es limitarlo.

Otra de los requisitos es que los que quieran comprar dólares para ahorro deben estar registrados en la AFIP (Hacienda) y tener una capacidad proporcional a lo que quiere comprar, deben ser trabajadores registrados, en relación de dependencia, autónomos o monotributistas

Advirtió que por sus objetivos y las circunstancias en las que se toma, la medida va a impedir que los dólares se los lleven quienes más tienen. El criterio pretende beneficiar a los de abajo.

Interrogado sobre las restricciones impuestas en 2011 que fueron resistidas por los sectores de mayores ingresos y la clase media en general, dio a conocer una serie de datos importantes. Destacó que va a existir una regla explícita de acceso a la compra. Por la cuestión cultural y coyuntural vinculada con las expectativas, no vamos a hacer nada irresponsable que ponga en juego nuestro proyecto económico. Vamos a implementarlo con muchísima responsabilidad y haremos un monitoreo permanente. El sistema va a ser más transparente. Al dar una regla de acceso, la ansiedad cultural alrededor de si se puede o no, bajará.

En cuanto al momento de tomar estas medidas, recordó que si algo caracterizó a los gobiernos del fallecido Néstor Kirchner y de su sucesora y esposa Cristina Fernández de Kirchner es que las medidas se tomaron en función de las circunstancias. Algunas fueron decisiones heroicas e inesperadas. Recordó que la habilitación actual lleva a analizar que ante las informaciones tendenciosas de los periódicos sobre que iba a perder el gobierno en las elecciones de 2011, entre agosto y noviembre de ese año la corrida cambiaria se llevó tres mil 300 millones de dólares.

Yendo hacia atrás en lo sucedido desde 2007, cuando Fernández llegó a la presidencia, Kicillof sostuvo que las corrida cambiarias desde entonces tuvieron un costo “que explican 62 mil millones de dólares de fuga en un contexto donde los mismos que no avisaron que venía el corralito o la pesificación de los depósitos difundían ideas descabelladas. Durante las presidenciales de 2007, sólo en agosto, se fueron mil 800 millones de dólares. En el lockout (paro de las patronales del campo) de 2008, otros tres mil 200 millones. Luego de la nacionalización de las AFJP (fondos de pensión ) tres mil 900 millones. En las legislativas de 2009, cerca de dos mil 800 millones de dólares. En el conflicto del Banco Central con Martín Redrado, unos mil 700 millones de dólares. Y, con la relección de Cristina, tres mil 300 millones de dólares. En 2011 nos encontramos con esa situación. Después de ganar las elecciones con 54 por ciento de los votos, siguieron alimentando ese clima” en el marco de mucha inestabilidad financiera y caída del comercio a nivel mundial que afectaba fuertemente la posibilidad de acceso a divisas comerciales de Argentina.

De esta manera describió todos los escenarios que confluyeron en distintos períodos tanto locales como internacionales y remarcó que frente a las medidas de protección se gestaron nuevos mecanismos de especulación financiera, con canales ilegales armando enormes bicicletas financieras al costado de la economía legal y formal. “Crearon lo que denominamos un Banco Central paralelo. A través de operaciones financieras sofisticadas con títulos públicos, el sector financiero, junto con los sectores económicos más concentrados, consiguió sacar y entrar dólares de Argentina por un total de 30 mil millones de dólares desde que se implementaron las medidas hasta ahora”. Y se utilizó todo esto con fines políticos.

En estos últimos días a partir de los anuncios se registraron apresurados aumentos, en distintos rubros y también desaparición de algunos productos del mercado alimentario y otras acciones similares que preocuparon en todo el país por el impacto que pueda generar en los precios y en la negociación salarial.

Sin embargo, el ministro Kicillof, minimizó las consecuencias de la modificación de precios relativos. Por el momento, los precios no se van a modificar de ninguna manera. Si algún proveedor tuvo un cambio en sus costos, lo puede demostrar y no tiene suficiente margen como para no traducir esos costos en precios, se discutirá y se consensuará un cambio de precios, pero esto no ocurrió ni jueves ni viernes. Nosotros vamos a ser durísimos con el mantenimiento de los precios. Vamos a exigir que nadie le mienta ni le robe a la gente porque la mayoría de los precios en Argentina no dependen de la cotización del dólar y en los casos en que eso sucede es en una medida muy pequeña. Los precios no están atados al dólar, aunque sí puede haber algunos que quieran sacar ventaja y utilizar esa excusa para remarcar. En esos casos, el Estado nacional se va a hacer presente para poner las cosas en su lugar, dijo.

En esto hubo coincidencia con lo establecido por el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, quien advirtió que el gobierno va actuar con todo rigor con los abusos, y añadió no vamos a permitir ninguna especulación ni retención de stock de productos e insumos que especulen con un aumento de precios.