Opinión
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México SA

IED: ¿un máximo histórico?

Tío Lolo e inversión foránea

Mañana, segundo gasolinazo

E

n el gobierno federal están muy contentos porque en 2013 la inversión extranjera directa (IED) en México alcanzó un máximo histórico, lo que, según sus voceros, es muestra fehaciente de la confianza que existe en el país, sus dirigentes y sus instituciones. Resulta envidiable el entusiasmo gubernamental, aunque refleja la recurrente práctica en las altas esferas oficiales, es decir, el juego del tío Lolo.

De acuerdo con información de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, Monitor de las tendencias globales de inversión, 28 de enero de 2014), la IED captada por México en el año recién concluido habría sumado alrededor de 38 mil millones de dólares, siete posiciones arriba con respecto a 2012, lo que al cierre de 2013 ubicaría a nuestro país en el escalón número 12 a escala internacional, arriba de España (con 37 mil millones), debajo de Australia (40 mil) y muy lejos de Brasil (63 mil).

Pues bien, 38 mil millones de billetes verdes es mucho dinero, sin duda, pero en la euforia gubernamental cómodamente se deja a un lado que el citado máximo histórico es resultado de la venta del Grupo Modelo (entre 18 mil y 20 mil millones de dólares) a la trasnacional belga-brasileña Anheuser-Busch InBev, que concentra cerca de 30 por ciento del mercado mundial cervecero, la cual llegó a México no a generar riqueza adicional, sino a comprar la existente en un mercado controlado por dos empresas, amén de que lo primero que hizo fue recortar personal en dicho corporativo otrora nacional para maximizar utilidades.

Si se descuenta tal adquisición, la IED en 2013 rondaría los 18 mil millones de dólares, de tal suerte que el máximo histórico no es más que otra sesión de maquillaje para demostrar lo bien que va el país y lo resultón que es el gobierno federal. De cualquier suerte es necesario cribar este último monto, pues la mayor parte la constituye la reinversión de utilidades (ganancias generadas aquí, en la economía mexicana con dinero de los mexicanos) y las cuentas entre compañías (uno de los mecanismos de evasión fiscal más utilizados por los inversionistas foráneos).

En eso de jugar al Tío Lolo es imposible dejar a un lado el show que en 2001 y en el mismo tono armó Vicente Fox, cuando presumió un máximo histórico en IED, aunque alrededor de la mitad fue resultado de la venta (12 mil 500 millones de dólares, libre de impuestos) de Banamex (una vez saneado por el erario) a la trasnacional financiera Citigroup. Como en el caso del Grupo Modelo, el nuevo propietario llegó a recortar la plantilla de personal y a incorporar a los sobrevivientes al outsourcing. Y también está el caso de Bancomer, adquirido por la trasnacional española BBVA, que aumentó la IED en alrededor de 4 mil 100 millones de dólares y actuó en el mismo sentido que Citigroup.

Todo para que al final de cuentas, como ha documentado la Cepal, las trasnacionales multipliquen sus utilidades sin mayores beneficios para las economía receptoras: “los beneficios que las empresas trasnacionales obtienen de sus operaciones en América Latina y el Caribe se incrementaron 5.5 veces en nueve años, pasando de 20 mil 425 millones de dólares en 2002 a 113 mil 67 millones en 2011. El crecimiento tan marcado de estas utilidades –también denominadas renta de IED– tiende a neutralizar el efecto positivo que produce el ingreso de la inversión extranjera directa sobre la balanza de pagos. La evidencia para América Latina y el Caribe muestra que durante los últimos años los egresos registrados como renta de IED alcanzaron casi el mismo nivel (92 por ciento) que los ingresos de tal inversión”.

La Unctad lo resume así: “la corriente de inversión extranjera directa hacia América Latina y el Caribe aumentó 18 por ciento en 2013 –cuarto año consecutivo de crecimiento–, alcanzando un estimado de 294 mil millones de dólares. Mientras en anteriores años el crecimiento de IED a la región fue impulsado en gran medida por América del Sur, en 2013 América Central y el Caribe fueron los principales receptores de crecimiento de la IED (aumentos de 93 y 38 por ciento, respectivamente). Los flujos hacia América del Sur disminuyeron 7 por ciento. En México los 18 mil millones de dólares por la compra de Grupo Modelo explican la mayor parte del aumento de Centroamérica de la IED, mientras el fuerte aumento en el Caribe se debió principalmente a las Islas Vírgenes Británicas”, uno de los mayores paraísos fiscales del mundo.

Como el gobierno ya no tiene bienes para vender, se le acabaron las fichas (la venta de garaje cerró sus puertas tras la modernización petrolera), entonces ahora se ve en la necesidad de presumir las operaciones privadas de compraventa y sumarlas alegremente a la cuenta de inversión extranjera directa para alcanzar inexistentes máximos históricos y maquillar lo mucho que lo quieren, respetan y confían en el extranjero. Así es: 38 mil millones de dólares que en automático se reducen a 18 mil, los que a su vez se recortan a una tercera parte por ser ésta la que representa el capital fresco, la nueva inversión, o la inversión real, que se registra en un periodo dado, misma que no impacta en el crecimiento económico, en la generación de empleo formal ni en la captación fiscal, por sólo mencionar algunos renglones.

En fin, mientras el gobierno mexicano es feliz con su máximo histórico, la Unctad reporta que los flujos de IED hacia los países desarrollados parecen recuperarse, con estimaciones preliminares que muestran un crecimiento de 12 por ciento en 2013. Sin embargo, el panorama es mixto, pues a pesar de los signos positivos en algunas regiones de los países desarrollados, los flujos de IED hacia Estados Unidos no lograron revertir su declive. A pesar de que la tasa de crecimiento de IED hacia los países desarrollados fue el doble en comparación con los países en desarrollo, el monto no fue suficiente para recuperar su posición como principales receptores. En algunas naciones de la Unión Europea se registraron alzas en el citado indicador, como resultado de su oferta de ambiente e impuestos amigables a la inversión.

Las rebanadas del pastel

Alegraos, mexicanos pagadores, que mañana arranca el segundo mes del año, y junto con él el segundo gasolinazo de 2014, más el respectivo incremento al precio del gas. Los combustibles, esos sí de verdad, en máximos históricos, sin comillas.

Twitter: @cafevega