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Dialogaron sobre desarme nuclear y reducción de la pobreza, según Cubadebate

Nos interesa ratificar la amistad con Cuba: Peña a Fidel Castro

El retorno del PRI a Los Pinos y el deterioro de la relación bilateral, fuera de la plática

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El presidente Enrique Peña Nieto pasó revista a las fuerzas armadas de Cuba, en La Habana, como parte de la visita oficial que realizó a la islaFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Viernes 31 de enero de 2014, p. 3

Como una conversación cordial y evocativa calificó el presidente Enrique Peña Nieto su cita con el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, en la casa de éste, la tarde del miércoles en La Habana.

Durante casi una hora, comentó el mandatario, Castro Ruz se refirió ampliamente al significado de la relación de México y Cuba, su paso y estancia en el país, así como a los lazos de amistad que lo vinculan con el pueblo mexicano.

Diría que fue un encuentro de cortesía y sobre todo en un clima muy cordial, dijo Peña Nieto como impresión inicial la madrugada del jueves al aterrizar en el Distrito Federal, al regreso de su primera visita a Cuba.

Ahí mismo, ante preguntas específicas, el mandatario subrayó los temas de los que no hablaron: el regreso del PRI a la Presidencia y el deterioro de las relaciones bilaterales en el pasado reciente: No fueron tema; no hubo absolutamente nada.

La cita tuvo lugar en el mismo lugar, la casa del comandante, donde recibió a varios mandatarios latinoamericanos y caribeños en estos días y también al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Cita con la historia

El presidente mexicano acudió –así lo dispusieron las autoridades cubanas– acompañado sólo del canciller José Antonio Meade. Y el registro gráfico, como en todos los casos, corrió a cargo de los anfitriones.

A las 19 horas (seis de la tarde tiempo de México) y después de realizar un recorrido por La Habana vieja con su esposa Angélica Rivera e integrantes de su comitiva, Peña Nieto llegó puntual a su cita con el comandante de 87 años y quien, como se ha visto de un tiempo para acá, dejó el uniforme militar y ahora usa por lo general un traje deportivo marca Adidas.

De ese encuentro con el líder político y moral de Cuba, como lo definió antes, el jefe del Ejecutivo federal se quedó con varias impresiones: Lo vi evidentemente ya en una edad muy avanzada pero muy bien, muy lúcido, y cansado, porque entiendo que había sostenido encuentros con algunos otros jefes de Estado.

De las sensaciones que le dejó esa entrevista, resaltó su primera experiencia de conocer la isla y de haberse encontrado con un personaje de la historia latinoamericana, de la humanidad, en los años recientes.

La ocasión para la presencia aquí del mandatario mexicano fueron los trabajos de la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y, al caer la noche del miércoles, desahogar la agenda de una visita oficial al gobierno cubano.

Según se vio en las fotografías, mientras Fidel Castro ocupó una mullida silla giratoria, Peña Nieto conversó instalado en una mecedora con respaldo tejido. Ambos acompañados sólo por sendos vasos de agua.

Dijo que le transmitió un saludo cordial al comandante y le dijo que su asistencia a Cuba se debía a su interés de reafirmar los lazos de fraternidad, de amistad, que históricamente han tenido los dos países.

Señaló también su propósito de lograr mayor unidad y cohesión de toda la comunidad latinoamericana y del Caribe, y que sin duda la Celac es un instrumento que tiene mucho que dar en esta ruta. México hará su parte. Contribuirá para que se siga construyendo lo que se ha anhelado: este sentido de mayor identidad en el marco de una diversidad que hay entre los países miembros, de respeto invariable como posición de México y de buscar soluciones a problemas que nos son comunes, compartir experiencias exitosas.

En el portal del diario Cubadebate, el encuentro se consignó como un abanico de conversación más amplio: Se trataron distintos temas de la agenda internacional. Hubo coincidencia acerca de los peligros que amenazan a distintas regiones del mundo, y en particular la importancia de luchar por el desarme nuclear y consolidar a América Latina y el Caribe como una zona de paz. También se subrayó la necesidad de reducir la pobreza, la desigualdad y la inseguridad, que amenazan la supervivencia de nuestra especie. En el intercambio fueron recordados los históricos lazos existentes entre Cuba y México. El mandatario mexicano se pronunció por el fortalecimiento de las relaciones entre ambas naciones hermanas.

Ante la variedad de temas sobre los que había interés de saber si fueron tratados, el presidente Peña insistió en lo que ocupó la mayor parte de la charla: Fue una plática muy cordial y más bien de remembranza de lo que México ha significado para él, su experiencia personal y la relación con el país, pero más referida a varios años atrás.

La visita oficial

De la casa de Fidel, el mandatario mexicano se trasladó al Palacio de la Revolución, donde con el presidente Raúl Castro, tras los honores a su investidura, el pase de revista al cuerpo militar y la presentación de comitivas, tuvieron una cena de trabajo que se prolongó más de lo programado.

En ese escenario Peña Nieto dijo que abordó con el mandatario cubano la posibilidad de explorar rutas de mayor acercamiento, de la promoción de inversiones mexicanas en Cuba y más en este proceso de actualización económica y social que ellos están llevando a cabo de mayor apertura, y definir esquemas donde México pudiera tener, a través de sus emprendedores, mayor presencia.

Uno de los asistentes a la cena dijo que el presidente Raúl Castro hizo un largo relato sobre la participación de Cuba en Angola en los años 70 del siglo XX. Fue muy interesante, porque no es alguien que te esté contando una historia, sino alguien que hizo esa historia.