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Plantea manifestaciones, paros cívicos, huelgas e incluso la desobediencia civil

Válida, cualquier forma legal de combate a las contrarreformas, señala Cárdenas

A nombre de decenas de organizaciones, llama a construir un gran frente contra esos cambios

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La multitudinaria manifestación partió del Ángel.Foto María Luisa Severiano
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En primer plano, Raúl Álvarez Garín, dirigente del 68, y el senador Miguel BarbosaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de febrero de 2014, p. 5

En nombre de decenas de sindicatos, organizaciones campesinas, urbanas, civiles y políticas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzavo convocó a construir un gran frente para revertir las reformas estructurales que han trastocado el orden constitucional, vulneran los derechos fundamentales de la población y han herido gravemente a México, entre ellas algunas aprobadas por legisladores del PRD bajo la dirección de Jesús Zambrano.

En el Zócalo, afirmó que todas las formas constitucionales de lucha son válidas: la protesta, la manifestación individual y colectiva, los paros cívicos, la huelga, incluso la desobediencia civil, y convocó a buscar nuevas formas de articulación, incluyentes y plurales.

Cuestionó que el gobierno y sus cómplices legislativos destruyeran conscientemente y paso a paso las defensas legales del país y pusieran en condiciones de indefensión, de sumisión, de supeditación política y dependencia económica a México frente a intereses ajenos al pueblo.

Ante miles de trabajadores, campesinos, perredistas, militantes del Partido del Trabajo y de Movimiento Ciudadano, universitarios e integrantes de la sociedad civil que cubrieron casi en su totalidad la plancha central, el ex candidato presidencial aseguró que la lucha no es únicamente contra los cambios energéticos, sino se extiende a las contrarreformas laboral, educativa y hacendaria.

Las dos últimas fueron aprobadas por PRI, PAN y legisladores afines a la principal corriente del PRD, Nueva Izquierda, varios de los cuales participaron en esta movilización.

La concentración estuvo precedida por una marcha que partió del Ángel de la Independencia, en la cual fue notoria la ausencia de Jesús Zambrano, presidente nacional del sol azteca, y de Silvano Aureoles, coordinador de los diputados perredistas, quienes optaron por llegar anticipadamente al templete ubicado frente a Palacio Nacional con la intención de ocupar un lugar preferencial.

En cambio, el líder de la bancada en el Senado, Miguel Barbosa, se movilizó en silla de ruedas junto a Cárdenas y los líderes de telefonistas, Francisco Hernández Juárez, y del STUNAM, Agustín Guerrero, entre otros, desde el cruce de Reforma e Insurgentes. En similar condición a la del legislador, se sumó el histórico líder del 68 Raúl Álvarez Garín.

A pesar de que Zambrano, Aureoles y diversos diputados y senadores se anticiparon a ubicarse en las primeras filas del templete, conforme arribaron los dirigentes de las múltiples agrupaciones fueron desplazados hacia atrás. Zambrano ni siquiera pudo ubicarse junto a Cárdenas.

Desde temprana hora, el presidente perredista se dedicó a dar una serie de entrevistas radiofónicas con el fin de defenderse de los líderes obreros que se pronunciaron en contra de la participación de su partido en esta marcha, por haber aprobado parte de las reformas que el grueso de las organizaciones hoy rechazan.

Ayer firmando un pacto, hoy simulando un acto, se señalaba en varias pancartas.

Zambrano tuiteó: es una falacia decir que el PRD aprobó, al impulsar el Pacto por México, la reforma energética de Enrique Peña Nieto... tal reforma produjo la ruptura del pacto.

Marcha de opuestos

Aunque esta movilización tuvo origen sindical, los perredistas la acapararon con numerosos contingentes. Pero no marcharon en un solo bloque, sino de manera dispersa: cada corriente por su lado. No se observaron de Nueva Izquierda ni a los líderes que formaron parte del consejo rector del Pacto por México, Jesús Ortega y Guadalupe Acosta Naranjo.

El grupo más numeroso fue el de Izquierda Democrática Nacional, con la senadora Dolores Padierna; el secretario general del partido, Alejandro Sánchez Camacho, y el presidente del PRD capitalino, Raúl Flores, a la cabeza, quienes en su momento criticaron que Zambrano firmara, junto con el gobierno federal, el PRI y el PAN ese mecanismo de concertación política.

Tal como acordaron los organizadores de la marcha, el único orador fue Cárdenas, quien fijó posición contra las reformas neoliberales y la supeditación política y económica del Estado a intereses contrarios ajenos y contrarios a la nación.

Dijo que las reformas estructurales rompieron el pacto social, base de la estabilidad política del país, y que la responsabilidad de las fuerzas democráticas y patrióticas es revertirlas.

Otro México es posible, muy distinto al entreguismo y a la sumisión ante el poderoso, la corrupción, la desintegración social y la pérdida de control del territorio por el Estado si tenemos la capacidad de unirnos y organizarnos. Aclaró que en esta lucha todos somos necesarios, aunque ninguno es indispensable.

En el discurso, el ex candidato presidencial acentuó el reclamo de que se consulte a la sociedad sobre todos los cambios constitucionales. En estos momentos la urgencia es que se haga en torno a la reforma energética, para revertir las enmiendas a los artículos 25, 27 y 28, que permiten la inversión privada en el petróleo y la electricidad, apuntó.

Llamó a todos los sectores a sumarse a la demanda de un pacto rural tendiente a elevar las condiciones de vida de los campesinos y los trabajadores agrícolas, así como a recuperar la soberanía alimentaria.

En la movilización, considerada histórica por la suma de organizaciones de distinta índole, participaron además el sacerdote Miguel Concha Malo, Ifigenia Martínez y Max Correa, de la Central Campesina Cardenista.

A propósito de la lucha, Porfirio Muñoz Ledo afirmó que se requiere un frente unido para la defensa de la soberanía nacional.

Este acto fue el principio de un acercamiento entre los partidos políticos y las organizaciones; no estuvo completo por la ausencia de Andrés Manuel López Obrador, señaló.