Sociedad y Justicia
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Una segunda generación de pruebas sustituirá a Enlace, anuncia Emilio Chuayffet

Desaparecerá la SEP la carrera magisterial para crear otra en 2015

La evaluación, cuyo costo fue de 200 millones de pesos, no fue transparente y ocasionó perversiones, reconoce el funcionario; sin embargo, no se fincarán responsabilidades

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El titular de la SEP, Emilio Chuayffet, quien estuvo acompañado por Alba Martínez y Enrique del Val en la conferencia de prensa, admitió que tenemos un sistema educativo muy menguadoFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de febrero de 2014, p. 32

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet, anunció una segunda generación de pruebas que se aplicarán a partir de 2015, en sustitución de la Evaluación Nacional de Logro Académico en los Centros Escolares (Enlace), la cual tuvo un impacto: la decadencia de la educación en México. Por ello, se erradicarán las perversiones y el hecho de que no fue una evaluación transparente ni de rendición de cuentas.

A su vez, el funcionario ratificó que, por ley, en 2015 se extinguirá la carrera magisterial, el principal programa de estímulos del magisterio y adelantó que para mayo de ese año estará listo el nuevo mecanismo que lo remplazará.

En conferencia de prensa, el ex secretario de Gobernación admitió que tenemos un sistema educativo muy, muy menguado y Enlace no fue un examen transparente porque los tres estados con mayor puntuación en el rendimiento escolar en 2013 fueron Chiapas, Guerrero y Campeche, contrario a lo que establecen el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la prueba EXCALE.

En cambio, añadió, los últimos lugares los ocuparon Aguascalientes y Querétaro que generalmente tienen el primero, de acuerdo con los exámenes antes citados.

Acompañado por los subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán; de Educación Básica, Alba Martínez Olivé, y de Planeación, Enrique del Val, refirió que el efecto de vincular esta evaluación a los estímulos monetarios de los maestros, alumnos y escuelas ocasionó una serie de perversiones, como las siguientes: enseñar en el aula el contenido de la prueba y dejar a un lado el plan de estudios; procurar que el alumno de bajo rendimiento no llegue a la escuela el día del examen para evitar la caída del promedio en el rendimiento de los estudiantes; pasar las respuestas a los escolares e, incluso, corregirles dichas respuestas una vez entregado el examen.

Por ello, enfatizó que la nueva generación de exámenes, bajo ninguna circunstancia estarán relacionados con los estímulos económicos.

Aunque consideró que no se puede hablar de fraude, pero sí de defectos graves y de errores, dijo que no se fincarán responsabilidades de carácter administrativo o de otra índole, porque más que mala fe, hubo una concepción equivocada.

Expresó que desconoce cuántos profesores pudieron haber incurrido en esas prácticas perversas, pero refirió que en las escuelas públicas de Chicago, que en 2010 tenían alrededor de 400 mil estudiantes, se estimó que entre 5 y 30 por ciento de los exámenes fueron resueltos a partir de conductas contrarias a la ética.

En relación con la carrera magisterial indicó que se acabará ese programa, pero no se revertirán los derechos adquiridos por los profesores. Sólo añadió que hoy día cuentan ya con varias propuestas para sustituirla.

Sobre algunas organizaciones que exigen la permanencia de Enlace, dijo que no está de acuerdo con esa percepción. Y manifestó que la verdad no hace daño y termina por emancipar a las personas de mitos, dogmas y creencias equivocadas.

La prueba Enlace nació en 2005, en el gobierno de Vicente Fox. Al poco tiempo de la instrumentación del examen, especialistas en evaluación advirtieron que este recurso no mejoraría el aprendizaje de los alumnos de educación básica.

Por el contrario, los efectos perversos de la prueba –calificados así por los expertos– no tardaron. Debido a que Enlace significó hasta 50 por ciento de la evaluación del maestro, lo que se traducía en dinero si es que los alumnos salían bien calificados, pronto, muchos docentes optaron por dejar a un lado el plan de estudios para enseñar a sus estudiantes a rellenar bolitas.

Así, Enlace –cuyo costo en 2012 fue de más de 200 millones de pesos– se convirtió en la currícula de los niños. Al respecto, el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ángel Díaz Barriga, cuestionó en su momento que en lugar de otorgar un certificado de sexto de primaria a los escolares, el Estado les podría dar un certificado como resolvedores de pruebas.

Durante su implementación, primero en la primaria, luego en la secundaria y después en el bachillerato, los resultados siempre colocaron a la mayoría de los alumnos en los niveles insuficiente y elemental. Incluso, la propia OCDE sostuvo al final del sexenio de Felipe Calderón que Enlace no fue una herramienta para la mejora del aprendizaje, pues el logro educativo de México continúa entre los más bajos de sus países miembros.