15 de febrero de 2014     Número 77

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

Cuidando la salud en la Sierra de Puebla

Tosepan Pajti (Salud para Todos)

Así me lo platicaron los compañeros y compañeras de la Cooperativa Tosepan Titataniske que trabajan previniendo la enfermedad.

En la zona de la Sierra Norte de Puebla donde vive la gente organizada en la Cooperativa, la situación sanitaria es mala por una combinación de factores. En primer lugar, las carencias ancestrales que padece la población; en segundo, los malos hábitos de consumo adquiridos recientemente, y en tercero, las grandes deficiencias del sistema de salud pública: una institución inoperante pues en algunas comunidades hay clínicas pero sin médicos ni medicinas; el viejo hospital de Cuetzalan no se da abasto y el nuevo -que según es de especialidades- atiende pocas, pues los médicos especialistas no quieren trabajar en lugares remontados y con bajos sueldos.

Para la Tosepan, cuya estrategia no es concentrarse en una sola actividad sino tratar de atender los diversos problemas que tiene la gente, el tema de la salud era muy importante y estaba incluido en la estrategia que llaman de Hogar Sustentable, que se ocupa también de la producción de autoabasto, los servicios domésticos y la vivienda. Sin embargo no se habían desarrollado acciones específicas para abordar la cuestión sanitaria.

Por otra parte la Cooperativa Topesepantomin, que es de ahorro y préstamo, había establecido un programa de seguros de vida, que al principio era sólo para los gastos de la defunción del socio, pero luego se buscó apalancamiento financiero con otras aseguradoras y hoy es familiar y puede ser de hasta cien mil pesos. El programa fue muy bien recibido y en poco tiempo alrededor de la mitad de los socios lo había contratado. Sin embargo, en las asambleas de ahorradores algunos decían: “Eso del seguro está bien. Pero es para cuando me muera. Y ahora que estoy vivo, ¿qué?”.

En 2008 la organización decidió entrarle de frente al tema de la salud, con un enfoque más preventivo que curativo, es decir buscando evitar las enfermedades mediante un sistema de atención básica. El primer paso fue la formación de un equipo de promotores y, como es habitual en la Tosepan, se pidió a las comunidades que propusieran candidatos. A los 26 que salieron inicialmente los entrevistó el Consejo de la Cooperativa y se les hizo un examen, lo que permitió seleccionar a 18 que tenían el perfil. Llama la atención que todas eran mujeres, en su mayoría jóvenes pero no adolescentes, y el 80 por ciento casadas. Para capacitarse, el grupo tomó diversos cursos, entre otros de primeros auxilios con personal de la Cruz Roja, pero también de salud comunitaria, siembra de hierbas medicinales y elaboración de jarabes, pomadas y otros medicamentos, impartidos por un grupo de mujeres de Minatitlán con experiencia en estos temas. Al final del trabajo de selección y formación, que duró más de dos años, quedaron ocho promotoras capacitadas y adecuadas para atender a las familias de una organización bilingüe, pues de ellas siete son hablantes de náhuatl y una de totonaco.

En 2011 se seleccionaron seis comunidades, que por concentrar muchos socios de la cooperativa y ser de ubicación estratégica, sus Casas de Salud pueden operar como centros de atención. A cada una de ellas se destinó una promotora con la responsabilidad de encargarse tanto de esa comunidad como de las de su entorno inmediato. En un primer momento, la promotora recorrió la región visitando a las familias de los socios afiliados, a cada una de las cuales le hizo un diagnóstico y le abrió un expediente.

Al principio se atendía sólo al socio afiliado pero pronto quedó claro que conservar la salud y prevenir la enfermedad es asunto de todo el núcleo doméstico, de modo que se empezó a afiliar familias enteras. Como se busca que el sistema sea sostenible, se fijó una cuota de cien pesos anuales a las familias de tres miembros o menos, de 200 pesos a las de seis, y así. Además de que las consultas a los no afiliados, los análisis clínicos y las medicinas se cobran a precios módicos pero suficientes para que haya recuperación.

Actualmente Tosepanpajti tiene más de tres mil familias asociadas, en alrededor de cien comunidades. Los centros o Casas regionales que las atienden están en Zacatipan, Reyes Ojpan, Nauyojpan, Zinacapan, Jonotla y Nanacatlán, y disponen de lo básico: farmacia en la que se venden medicamentos a socios y no socios, mesa de auscultación, báscula, refrigerador y capacidad para tomar muestras para análisis clínicos que se envían semanalmente al laboratorio de Cuetzalan. Además, en muchas de las comunidades periféricas hay puntos de atención con un consultorio, botiquín y huerto de plantas medicinales. En las seis zonas se hacer regularmente giras con servicios de ginecología y odontología. En cuanto al personal, además de la promotora, cada Casa es atendida por un médico. Al principio era solamente uno, que iba una vez por semana, pero ahora ya se cuenta con atención fija en cada Casa, mediante pasantes de las universidades Autónoma Metropolitana y de Anáhuac, además de una médico que está contratada.

Dado que prevenir la enfermedad es asunto de toda la familia, en cada una se nombra un Guardián de la Salud (y ¿qué creen? casi todos los elegidos son Guardianas) responsable de darle seguimiento al grupo doméstico. Pero también recibe cursos de capacitación y ayuda a realizar diagnósticos de la situación sanitaria de su comunidad, pues el entorno en que viven las familias es decisivo para mantener la salud o para perderla. Las Guardianas de cada comunidad nombran a una representante, y el conjunto de representantes conforma una red responsable de realizar participativamente los planes anuales de trabajo del sistema, tanto los de cada comunidad y cada región, como el general. Los planes definen los problemas prioritarios a abordar y les dan seguimiento hasta su solución, además de que consideran ejes de atención médica, por ejemplo: prevención de enfermedades infecciosas, manejo de los padecimientos crónico-degenerativos y así.

Gracias a los diagnósticos, se descubrió que en la región hay una fuerte incidencia de diabetes e hipertensión, enfermedades que antes eran más urbanas que rurales, pero los malos hábitos han llegado al campo. Con el fin de prevenir a tiempo estos males, con equipo que los propios socios compraron, se hacen regularmente exámenes para detección temprana.

La Tosepan tiene claro que para manejar bien el problema sanitario se requiere un sistema de salud pública que la auto organización de la gente no puede suplir en todas sus funciones. Por eso, al principio buscaron realizar acciones y campañas conjuntas con el gobierno que, como dije, tiene instalaciones que no ocupa. Así, con la cooperación del programa, el trabajo de los socios, un apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la participación del gobierno, se habilitó un centro de atención en Reyes Ojpan. El problema fue que cuando estuvo terminado las autoridades los desalojaron dizque porque el local -que en realidad estaba en comodato- pertenecía al Sector Salud. No es que la mula sea arisca, pero es que así no se puede.

También hay en la región experiencia de proyectos de salud operados por la cooperación internacional. Programas que fueron buenos mientras duraron, pero que terminaron cuando dejaron de llegar los fondos.

Por esto los serranos buscan que Tosepanpajti no dependa de recursos externos. Ha sido de mucha ayuda que algunas comunidades hayan decidido que parte de las utilidades que reciben de Tosepantomin como ahorradores, se aporten al sistema de salud. Pero lo más importante es que la gente está pagando a precios módicos los servicios que recibe: las cuotas anuales por familia y el cobro por las consultas abiertas, por los análisis y por las medicinas… Y lo pagan con gusto pues saben que Salud para Todos ofrece un servicio cálido, responsable y de calidad. Además de que es un sistema que ellos mismos han puesto en pie.

No es receta. Cada grupo organizado que quiera trabajar el tema de la salud tendrá que buscar su propio camino. Pero pienso que algo se puede aprender de lo que han hecho los nahuas y totonacos de Tosepanpajti.

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