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De vuelta a prisión
La DEA, clave para apresar a El Chapo

Washington considera la captura triunfo de México y de la cooperación

Intervinieron también agentes del ICE, posiblemente con datos de la NSA

Se insertó un grupo antinarcóticos de EU con la Marina: The New York Times

Foto
Joaquín El Chapo Guzmán al ser escoltado por elementos de la Marina para ser trasladado en helicóptero al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el estado de México. De acuerdo con declaraciones de funcionarios de México y Estados Unidos, varias agencias del país del norte participaron en la ubicación del capo del narcotráficoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 27 de febrero de 2014, p. 2

Nueva York, 26 febrero.

La captura de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, es festejada por Washington como un triunfo del gobierno mexicano y a la vez como logro espectacular de la cooperación bilateral en la lucha antinarcóticos, aunque oficialmente no se ha detallado el papel de las fuerzas de seguridad pública estadunidenses en el operativo.

Pero desde que El Chapo fue capturado, ya había un guión desarrollado por las autoridades estadunidenses al ser las primeras en dar a conocer la noticia al mundo.

Vale recordar que la captura de El Chapo fue dada a conocer primero por un alto funcionario estadunidense por conducto de la agencia Ap; que los primeros detalles, citando fuentes oficiales, fueron reportados por medios estadunidenses, y que la primera imagen del prófugo después de su captura fue publicada por The New York Times, horas antes de que hubiera cualquier anuncio oficial en México.

Funcionarios y agentes mexicanos y estadunidenses, que solicitaron el anonimato, han informado de varios aspectos del papel estadunidense. La Jornada reportó que una parte clave del operativo fue el uso de drones de la agencia antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés), citando fuentes de la Armada de México.

Medios estadunidenses, citando fuentes oficiales de ambos gobiernos, han reportado la participación directa y/o de apoyo logístico y de inteligencia en el operativo, de diversas agencias del gobierno estadunidense.

En ambos gobiernos elogiaron la captura como prueba de la continua cooperación antinarcóticos, desmintiendo con ello las versiones prevalecientes durante el primer año del gobierno de Enrique Peña Nieto de que la cooperación se había disminuido y limitado. Este es el éxito más grande en la guerra contra las drogas en 20 años y demuestra que, contra lo que uno escucha en los medios, detrás del escenario Estados Unidos y México han estado trabajando bien, comentó un alto funcionario estadunidense a Reuters.

Colaboración DEA y Marina

Entre lo que el gobierno estadunidense ha decidido filtrar a los medios sobre su participación en la captura de El Chapo se destaca la intensa colaboración entre la Marina de México y la DEA, junto con el servicio de inmigración y aduanas estadunidense (ICE, por sus siglas en inglés) en los días y semanas que cazaban a Guzmán Loera con base en información interceptada por los estadunidenses, posiblemente apoyados en el espionaje de comunicaciones por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

Según algunas versiones, el papel estadunidense fue mayor que el intercambio de inteligencia y datos para detectar la geolocalización del perseguido, si no la participación directa en el operativo para su captura. Según The New York Times, había un equipo pequeño de agentes de la DEA y del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos insertado durante semanas con los marinos que participaron directamente en los operativos.

The Dallas Morning News reportó que además de la DEA y el Servicio de Alguaciles, también participaron agentes del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos (además de los del ICE, de esa secretaría).

Los estadunidenses operaron bajo una condición del gobierno mexicano: contaban con un plazo de menos de un mes para trabajar de cerca y sobre el terreno con la Marina mexicana, reportó The Dallas Morning News. El gobierno mexicano nos dio un plazo establecido, y estábamos al final; de hecho, el último día. Esto no podría haber sido más dramático, pero el arresto da crédito a nuestra larga relación de trabajo con los marinos mexicanos, quienes encabezaron la operación, declaró al rotativo un alto funcionario estadunidense bajo condición de anonimato.

Se ha confirmado que agencias estadunidenses compartieron información obtenida de intervenciones de teléfono y con tecnología de vigilancia para ubicar los celulares de El Chapo. Pero hay más de una versión sobre cuándo se inició lo que culminó con el arresto.

Según una, todo empezó desde hace un año, cuando agentes del ICE, la DEA y el Servicio de Alguaciles empezaron a trabajar el caso, con un logro inicial en noviembre del año pasado, cuando lograron detener a un hijo de Ismael El Mayo Zambada en Nogales, Arizona, según un alto funcionario de seguridad pública estadunidense, reportaron Ap y The Washington Post.

Un alto funcionario estadunidense (tal vez el mismo) enfatizó que los datos del teléfono del hijo de Zambada, Serafín Zambada-Ortiz, fueron claves para llevar a cabo las acciones que culminaron con la captura de El Chapo, indicó Reuters.

Según esto, la DEA comparó los números que estaban en el teléfono con una base de datos de más de mil millones de registros obtenidos por la agencia, al igual que también obtiene información de teléfonos y comunicaciones cibernéticas sobre los cárteles mexicanos de la NSA, aunque no se ha confirmado el papel de ésta.

De ese arresto, agentes estadunidenses obtuvieron información para hacer un mapeo de los altos niveles del cártel de Sinaloa, incluyendo algunos de los lugares donde pernoctaban El Chapo y su gente. Pudimos penetrar su círculo íntimo, según un funcionario estadunidense.

Los estadunidenses decidieron compartir esta información, obtenida tras el arresto en Arizona en noviembre, con autoridades mexicanas a comienzos de febrero o hace unas semanas, según versiones de los medios aquí.

En otra versión, la DEA presentó ésta y otra información a oficiales de la Marina de México. De acuerdo con The New York Times, los estadunidenses no estaban seguros de que los marinos aceptarían participar en la misión, a pesar de que habían trabajado conjuntamente en otras operaciones exitosas en el pasado. A partir de esto, durante semanas un pequeño equipo de agentes de la DEA y del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos insertado con los marinos mexicanos se dedicó a esta misión, incluso en las redadas previas a la que culminó en Mazatlán”.

A punto de la aprehensión

Trabajando con la inteligencia compartida por Estados Unidos, reportan medios citando a funcionarios de ese país, el 13 de febrero marinos mexicanos (y, según The Times, agentes estadunidenses) tomaron por asalto una granja a las afueras de Culiacán, arrestando a cinco sicarios. Con la información obtenida ahí, fueron ubicadas algunas de las casas de seguridad de Guzmán en esa ciudad, y con más arrestos obtuvieron más información sobre otras casas, y fue ahí donde casi lograron capturar a Guzmán. Según las fuentes estadunidenses, logró escapar dos veces de esta cacería.

En tanto, agentes estadunidenses estudiaban la nueva información recaudada en las detenciones de los días recientes. Se logró capturar a tres lugartenientes más de Guzmán la semana pasada. Después se detectó el uso de un celular identificado con la información obtenida del arresto en Arizona; el teléfono era portado por un asistente de El Chapo, conocido como El Cóndor, que viajaba con él. Eso fue lo que reveló su ubicación en Mazatlán, donde fue capturado.

Casi inmediatamente después, fuentes estadunidenses decidieron informar del triunfo por conducto de los medios locales.