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Investigadores introducen genes suicidas que causan la autoeliminación de células malignas

Desarrolla Cinvestav Caballo de Troya contra cáncer de mama

No hay “signos colaterales indeseados, ya que el nanocaballo convence a la célula que muera de forma ordenada”, explica el científico Daniel Martínez Fong

Por ahora sólo se ha probado en animales

Ya cuenta con patente en México y con una solicitud en EU, Europa y China

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En la imagen, proporcionada por la Universidad Rockefeller, muestra a Elana Simon, de 18 años, quien sobrevivió a un raro cáncer de hígado, caso incluido en un estudio publicado en la revista Science, que realiza un grupo de investigadores en busca de el gen involucrado con la enfermedadFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de febrero de 2014, p. 2

Para contrarrestar la creciente incidencia del cáncer de mama, investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron una terapia que, dijeron, recuerda al Caballo de Troya, pues permite introducir en el organismo genes suicidas cuya expresión provoca la autoeliminación de las células malignas.

Mediante la aplicación de este tratamiento, los científicos observaron la reducción del peso de tumores en ratones hasta en un 55 por ciento en 10 días.

Por estos hallazgos, Daniel Martínez Fong y Rosa Angélica Castillo Rodríguez fueron galardonados con el primer Premio a la Innovación en Bionanotecnología Cinvestav-Neolpharma.

En conferencia de prensa, los investigadores explicaron que el cáncer de mama es un grave problema de salud pública mundial. En 2012, por ejemplo, se registraron alrededor de un millón 670 mil casos en el mundo y murieron 522 mil pacientes. En México cada año hay cerca de 60 mil casos nuevos de cáncer de mama y es la primera causa de muerte entre mujeres.

Desorden genómico

Martínez Fong y Castillo Rodríguez, ambos científicos del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, explicaron que usaron nanopartículas sintéticas –de 250 nanómetros de diámetro, es decir, ligeramente más grandes que un virus–, que portan los genes suicidas, los cuales reconocen a las células cancerosas y provocan una desorganización genómica en su interior.

Estas nanopartículas, explicaron “tienen la capacidad, así como el Caballo de Troya, de reconocer a las células cancerosas donde quiera que se encuentren y en el momento en el que el gen suicida se expresa, éstas células se convencen de que se tienen que autodestruir. Esa es una diferencia con el Caballo, que arrasó con la ciudad. El nanocaballo de Troya convence a la célula que muera de forma ordenada, y tal vez a ello se debe la ausencia de signos colaterales indeseados”.

Las partículas fueron inyectadas en roedores por vía local o intravenosa y se administraron en conjunto con un fármaco. Los efectos del tratamiento conjunto impiden al material genético de las células malignas realizar su función con normalidad, lo que provoca que mueran por apoptosis.

Las pruebas con animales, explicó Martínez Fong, fueron realizadas conforme a las normas éticas aplicables, por ello sólo se pudieron hacer ensayos durante 10 días. El problema no fue el cáncer tratado (en los ratones), sino el que no recibió tratamiento, porque crecía tanto que después era más grande que el animalito y le producía daños, explicó.

Además, señaló, no se han presentado efectos secundarios que son comunes cuando se utilizan otros tratamientos para combatir el cáncer.

Otro de los puntos relevantes de este desarrollo nanotecnológico es que funciona en cáncer triple negativo, el cual no es curable con los tratamientos disponibles para el cáncer de mama, incluyendo la terapia dirigida al HER2, como el trastuzumab, los tratamientos endocrinos como el tamoxifeno, o los inhibidores de la aromatasa.

El tratamiento ya superó la etapa del pruebas en laboratorio, pero aún no ha sido probado en humanos. Sin embargo, ya que ha resultado eficaz al ser sometido a ensayos con modelos celulares y en pruebas con animales, a los que se les injertó cáncer de mama triple negativo aislado de una muestra humana, se prevé que funcionará en ensayos clínicos con personas.

En el Cinvestav ya se han probado los efectos de este sistema en otros tipos de cáncer como neuroblastomas, cáncer de pulmón o de próstata. En el futuro este tratamiento podría utilizarse también para atacar sarcomas, cáncer de colon, de páncreas, entre otros.

Además, algunos de los resultados más recientes indican que el sistema podría funcionar sin necesidad de administrar fármacos adicionales.

Estas innovaciones ya cuentan con dos patentes en México y se encuentra en proceso una solicitud internacional registrada en el país, Estados Unidos, Europa y China.

Después de premiar a los investigadores, autoridades del Cinvestav y representantes del laboratorio Neolpharma anunciaron que ya publicaron la convocatoria para la segunda edición de este premio.