Mundo
Ver día anteriorMiércoles 5 de marzo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El poder económico de EU, ligado a un orden mundial estable vigilado por la Defensa

Obama presenta presupuesto; pide 35 mdd para la Iniciativa Mérida

La prioridad no es AL, sino la crisis en Siria, Medio Oriente, Norte de África y Asia-Pacífico

Foto
El presidente Barack Obama visitó ayer un kínder en Washington, desde donde propuso una ampliación de los créditos populares para la clase media y los trabajadores pobres estadunidenses dentro del presupuesto para el año fiscal 2015, que incluye financiamiento para sus operaciones y programas de política exteriorFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de marzo de 2014, p. 24

Nueva York, 4 de marzo.

El gobierno de Barack Obama presentó hoy su propuesta presupuestal para el año fiscal 2015, que incluye financiamiento para sus operaciones y programas de política exterior, entre ellos en México y América Latina, para promover los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos al ayudar a construir y sostener un mundo más democrático, seguro y próspero.

El presupuesto propone un total de 46.2 mil millones de dólares para el Departamento de Estado y la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) y señala que las prioridades son la crisis en Siria, la promoción de reformas y transiciones en Medio Oriente y norte de África, y la zona Asia-Pacífico, junto con desafíos de seguridad y mantenimiento de paz, así como de iniciativas de salud, seguridad alimentaria y cambio climático.

De hecho, tal vez lo más notable de la iniciativa para asuntos exteriores es que América Latina no figura entre las prioridades diplomáticas y de seguridad resaltadas por la Casa Blanca y el gasto para la región es reducido.

El secretario de Estado John Kerry escribió, en la presentación ante el Congreso de la propuesta sobre programas (no clandestinos) de asuntos exteriores, que lo que se invierte en todo esto no es un favor que hacemos a otros países, es un imperativo estratégico para Estados Unidos. Todas las oportunidades que gozamos en casa dependen cada vez más de la participación e inversión estadunidense en el extranjero.

Hemisferio occidental

El presupuesto para asuntos exteriores de Estados Unidos en América Latina incluye un total de 392 millones 900 mil dólares a través del Fondo de Apoyo Económico (ESF), cuyos objetivos son ampliar la oportunidad económica y social, seguridad ciudadana, gobernancia e instituciones democráticas efectivas y un futuro con energía limpia, pero también para enfrentar a organizaciones criminales trasnacionales y seguridad regional.

En este rubro, se solicitan 35 millones de dólares para México, para continuar con programas de la Iniciativa Mérida, con particular énfasis en fortalecer y elaborar reformas para mejorar el estado de derecho y respeto a los derechos humanos, subrayando que un México más estable incrementará la seguridad nacional de Estados Unidos, mejorará el potencial del crecimiento económico y protegerá a ciudadanos estadunidenses a lo largo de nuestra frontera compartida.

Dentro del ESF, se proponen 132 millones 900 mil dólares para Colombia, para ampliar su capacidad de implementar una paz sustentable e inclusiva. Para Haití se ofrecen 110 millones para apoyar la reconstrucción del país. Otros 60 millones se destinan a la Iniciativa de Seguridad Regional de Centroamérica.

Para Cuba, se propone un gasto de 20 millones para apoyar libertades fundamentales y respeto por los derechos humanos, detallando sólo que estos programas apoyarán asistencia humanitaria a las víctimas de represión política y sus familias, fortalecer la sociedad civil independiente cubana, y la libertad de expresión.

Para Venezuela se propone 5 millones para defender y fortalecer las prácticas democráticas, instituciones y valores que apoyan derechos humanos y la participación cívica venezolana.

En el rubro del programa de Control de Narcóticos y Aplicación de Ley (INCLE), se propone un gasto de 80 millones para México, enfocado en la institucionalización del estado de derecho y el combate a organizaciones criminales.

En el INCLE también se proponen fondos para programas antinarcóticos y de seguridad pública en Colombia (117 millones), Perú (37 millones) y para la región centroamericana (70 millones).

En el programa de Educación y Capacitación Militar Internacional (IMET), se propone un gasto de 13.8 millones para América Latina con los países prioritarios México (1.5 millones), Colombia (1.4 millones), El Salvador (un millón), República Dominicana (765 mil) y Honduras (750 mil).

El programa de Financiamiento Militar Extranjero (FMF) contempla un total de 47.1 millones para el hemisferio occidental donde el enfoque es apoyar a países socios en sus esfuerzos para controlar territorio nacional. En el caso de México, la propuesta afirma que este programa apoyará los esfuerzos de México por controlar el territorio nacional y mejorar cooperación con Estados Unidos.

La propuesta también incluye programas de asistencia en materia de salud, en programas de desarrollo (282 millones para el hemisferio; 12.5 millones de éstos para México), asistencia para refugiados y migrantes.

Vale notar que estos programas no incluyen fondos canalizados a países latinoamericanos por programas del Departamento de Defensa, entre otros. (Para una guía completa a la asistencia militar, económica y social estadunidense al hemisferio occidental desde 1996 al presente, ver).

La propuesta presupuestal del gobierno de Obama, de un total de 3.9 billones, incluye reducciones en gasto para asuntos externos y para defensa (495.6 mil millones) y aumentos para algunos programas sociales, mayores impuestos para los más ricos y una serie de propuestas calificadas de liberales, y todo promete que los republicanos no aprobarán esta versión del presupuesto.

Para revisar el presupuesto federal para el Departamento de Estado).

Expone el Pentágono la evaluación estratégica militar de cada 4 años para definir objetivos

David Brooks Corresponsal

Nueva York, 4 de marzo.

Según el mando supremo militar de Estados Unidos, “la economía estadunidense… permanece como el fundamento del poder estadunidense. Nuestra fuerza económica está íntimamente vinculada con un orden internacional estable, asegurado por el papel militar de Estados Unidos y de nuestros aliados y socios para asegurar la libertad de acceso y el libre flujo de comercio global”.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos emitió hoy su evaluación estratégica militar de cada cuatro años, el Quadrennial Defense Review (QDR), para definir los propósitos y objetivos de la suprema fuerza militar del mundo –con presencia en más de 130 países– ante los desafíos que identifica para el futuro inmediato.

En ella afirma que Estados Unidos ejerce su liderazgo y garantiza la seguridad global al apoyar cuatro intereses nacionales: la seguridad de la patria, sus ciudadanos y sus aliados; una economía fuerte que opera en un sistema económico internacional abierto; el respeto de los valores universales y, finalmente, un orden internacional promovido por el liderazgo estadunidense que impulse la paz, seguridad y la cooperación.

El QDR identifica tres pilares estratégicos: defensa de la patria, construir la seguridad global al proyectar influencia estadunidense, y disuadir la agresión, y la capacidad de ganar decisivamente contra cualquier adversario.

Aseguraremos que nuestra fuerza militar permanecerá global, capaz y sustentable para que nuestra diplomacia siempre pueda ser reforzada por una fuerza militar creíble cuando se necesite, afirma el QDR. Aunque subraya múltiples veces la necesidad esencial de trabajar con aliados y la cooperación, advierte que si Estados Unidos considera que la seguridad de la nación está en riesgo, actuará de manera unilateral si lo considera necesario.

Estados Unidos, afirma, enfrenta un ambiente de seguridad de cambio rápido, donde en un mundo fundamentalmente globalizado varias tendencias interactúan de manera dinámica. Por lo tanto, los estrategas se enfocan en los desafíos que esto presenta, incluido el rápido desarrollo de nuevas tecnologías, nuevos centros de poder, y un mundo que es cada vez más volátil, más impredecible, y en algunas instancias más amenazante para Estados Unidos. Señala que hay mayor inquietud y violencia que generan un ambiente fértil para el extremismo y el conflicto sectario, especialmente en estados frágiles y, a la vez, la guerra moderna evoluciona rápidamente llevando a campos de batalla por aire, mar, espacio y ciberespacio.

Ante este amplio espectro de conflicto, se tiene que preparar toda la gama de operaciones posibles. Además, sugiere que ya no se contemplarán las operaciones prolongadas de estabilidad a gran escala, o sea, Irak y Afganistán, y se conservará la experiencia lograda durante los últimos 10 años de operaciones de contrainsurgencia y estabilidad en esos dos países.

El QDR mantiene como prioridad la amenaza terrorista, y afirma que mantendrá una postura mundial en esa lucha, aunque reconoce que el territorio ya no es un santuario, y tenemos que anticipar la creciente probabilidad de un atentado en terreno estadunidense.

El documento subraya como prioridades estratégicas las regiones de Asia-Pacífico, Medio Oriente y Europa. Aunque contempla una reducción en el número total de tropas, indica que se incrementarán las Fuerzas de Operaciones Especiales para llegar a 69 mil 700 efectivos.

El QDR dedica muy poco espacio al hemisferio occidental. Evalúa en un párrafo que los retos de seguridad predominantes ya no surgen principalmente de conflicto entre Estados, paramilitares de derecha, o de insurgentes de izquierda. Las amenazas de hoy surgen de la ampliación de los narcóticos y otras formas de crimen trasnacional organizado, algo exacerbado a veces por oportunidad economía desigual. Estos retos son compartidos y no respetan soberanías. Por lo tanto, los estrategas afirman que es de interés común entre todos los países del hemisferio desarrollar capacidad regional para enfrentar y desmantelar estas amenazas de actores no estatales.

Ante ello, los estrategas explican que el involucramiento estadunidense en este hemisferio está dedicado a asistir en la lucha contra el narcotráfico y redes criminales. El Departamento de Defensa se enfocará en promover relaciones de seguridad positivas con nuestros socios para mantener la paz y seguridad del hemisferio occidental. Se trabajará hacia la “contracción de capacidad institucional de defensa, mayor interoperabilidad con Estados Unidos… y apoyar un sistema de cooperación de defensa multilateral como la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas y la Junta de Defensa Interamericana para responder a desafíos compartidos”.

Para consultar el QDR.