Cultura
Ver día anteriorSábado 15 de marzo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Érik Beltrán creó Atlas Eidolon, muestra ex profeso para el museo Tamayo

Compendia artista un imaginario con 30 años de gestos de los gobernantes

Incluye una escultura móvil y un pabellón con diagramas, fotos y animaciones

La exposición viene desde mi desconcierto y enojo por la forma en que el gobierno nos plantea la realidad

El discurso de la reforma energética repite un modelo que viene desde Porfirio Díaz, opina

Foto
Aspecto de la exposición de Érik Beltrán en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo. En primer plano, la Roqueseñal (momento en que el diputado Humberto Roque Villanueva celebró, en 1995, el aumento del IVA), imagen captada por José Antonio López, fotorreportero de La JornadaFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de marzo de 2014, p. 3

El proyecto Atlas Eidolon, hecho ex profeso para el Museo Tamayo Arte Contemporáneo viene desde mi desconcierto y enojo hacia los gobiernos en general, pero en particular hacia la forma en que el gobierno mexicano nos plantea la realidad, expresa el artista Érik Beltrán (DF, 1974), respecto de su modelo para entender de qué se tratan los símbolos y cómo funciona la memoria, pero aplicado a la esfera mexicana.

“Incluso –prosigue–, como hemos leído en las recientes semanas, nos dice que si no estamos de acuerdo con él, nos tenemos que informar. Me informé y aquí está la información.”

Beltrán, al igual que toda una línea de pensadores, cree que la unidad del funcionamiento de la memoria es la imagen, para realizar su proyecto, consistente en una escultura móvil y un pabellón con diagramas, imágenes y animaciones, quiso investigar en archivos fotográficos. En La Jornada, Fabrizio León amablemente escuchó el proyecto y el diario me abrió las puertas sin ningún problema.

Érick Beltrán vio 30 años de imágenes mexicanas. Entonces, esta historia, contada a través de una edición que ya está impuesta por el fotógrafo, hace que afloren estos patrones. Uno empieza a reconocer ciertos gestos.

Hay un gesto presidencial, que le parece icónico, sobre todo en un contexto contemporáneo en el que nos dice que tenemos un sistema político nuevo, pero que en realidad simplemente es una especie de máscara para encubrir la estructura.

De allí que el presidente del país, al mostrarse con las manos abiertas, es un síntoma de la forma en la que se entiende el poder y es una imagen. Es un símbolo que agradece a las masas, pero al mismo tiempo las concentra.

Luego de buscar en los archivos uno se da cuenta de que este gesto empieza a repetirse, al igual que muchos otros signos. Por ejemplo, el abrazo a la manera de saludo, es un signo que viene de la política, y habla de las alianzas que permean la sociedad, explica Beltrán.

La escultura móvil, una gran esfera a modo de un atlas, es la interpretación del artista de cómo se derivan los signos: “En el centro de todo hay un vacío, luego tenemos un primer círculo que habla de funciones primarias elementales: espacio, energía, dimensión, materia, desequilibrio, singularidad y sistema, elementos que, dentro de la sique, conforman lo básico de descripción del mundo.

“En el segundo anillo se habla más de cómo se aterrizan en nuestra vida cotidiana.

“La idea, por ejemplo, de orden o leyes que vemos en el universo, aparece como la figura del pater que migra al tercer anillo ya como la idea, por ejemplo, del gobierno en un estado. Después migra al cuarto anillo como la idea del gobernante.

Cada uno de estos ejemplos son signos y símbolos que se mutan y combinan: traté de cuestionarlos. ¿Por qué ahora hay una lucha más que nunca por las estructuras ideológicas? ¿Por qué la publicidad gubernamental trata de demostrar que todo es nuevo y que nada existe en términos ideológicos?

Cada una de las 150 casillas, que recoge una impresión fotográfica del archivo de La Jornada, representa un elemento que, a su vez, está unido y habla entre sí. Esta idea de tener un doble dentro de la escena política me parece súper importante. La idea de clanes está unida a la de tradición y de estructura, a la vez de familia, etcétera, precisa Beltrán.

La palabra eidolon es de origen griego y juega con los tres ejes fundamentales de la pieza. Aunque no tiene una traducción literal, actualmente se entiende como fantasma o doble de una persona muerta o como imagen. Sus combinaciones son justamente de lo que se trata la sique.

En una sala denominada pabellón, se presenta el origen de las imágenes y todas las que en realidad utilizó. Además, hay una serie de diagramas en las que Beltrán aplica el modelo en términos súper concretos. Allí intento explicar de qué se trata, por ejemplo, el discurso de la reforma energética y por qué allí existe otro patrón, ya que ésta es realmente la repetición de un modelo que viene desde Porfirio Díaz, incluso con el mismo título.

Beltrán quiere saber ¿qué es lo que tienen estas imágenes que hacemos que regresen? ¿Por qué creamos la historia de que a pesar de que cambian las personas que encarnan cada casilla, éstas siguen inmóviles?

Willy Kautz, curador de la exposición Érick Beltrán: Atlas Eidolon, explica que con el presente proyecto se cierra el programa El museo como experiencia crítica. Además, la exposición de Beltrán dialoga con That world/Ese mundo, del estadunidense Matt Mullican, autor de una cosmología personal.