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El organismo fue creado hace nueve meses

Carece de estructura la unidad de búsqueda de desaparecidos de PGR
 
Periódico La Jornada
Viernes 21 de marzo de 2014, p. 8

Nueve meses después de que se emitió el decreto para la creación de la Unidad Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas, ese órgano de la Procuraduría General de la República (PGR) aún no posee una estructura operativa y sus acciones siguen bajo el apoyo de la Subprocuraduría de Derechos Humanos.

La unidad cuenta con 24 servidores públicos de carácter administrativo, el resto de su estructura organizacional está en proceso de evaluación, informó la dependencia ministerial, en respuesta a una solicitud de información pública.

“La Unidad Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas fue creada por el acuerdo número A/066/2013, mismo que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 21 de junio de 2013; sin embargo, hasta el momento la estructura organizacional se encuentra en proceso de evaluación y, en su caso, autorizción por parte de las autoridades correspondientes.

No obstante, su funcionamiento se compone de un titular, así como de personal adscrito a la propia Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad.

El personal administrativo lo integran: un jefe de unidad, que percibe un salario bruto mensual de 175 mil 828 pesos; un director general, que obtiene un ingreso de 119 mil 670 pesos al mes; un director general adjunto, con sueldo de 113 mil 588 pesos; dos directores de área, cuatro jefes de departamento, un subdirector de área, dos subcoordinadores de servicios, seis profesionales ejecutivos de servicios especializados y cinco técnicos superiores.

El 26 de mayo de 2013, durante el anuncio de la creación de la Unidad Especializada en Búsqueda de Personas Desaparecidas, el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, afirmó que ese organismo permitiría mayor coordinación institucional y se evitaría la burocracia que padecen los familiares de los desaparecidos, ya que el denominador común de sus quejas es casi siempre el abandono de la investigación; a veces por razones atribuibles a alguien y a veces por razones atribuibles a un sistema que no estaba coordinado.