La esposa del poeta Ramón Xirau (Barcelona, 1924), Ana María Icaza, señaló ayer que se encontraba muy triste y sorprendida, porque en el multitudinario homenaje a Octavio Paz en el centenario de su natalicio, no aparece Ramón en nada, cuando no sólo fueron grandes amigo, sino colegas, que en numerosas ocasiones hicieron pública, ya sea en libros o en conferencia, su admiración mutua.

De acuerdo con la semblanza que aparece en la página de El Colegio Nacional, del que es miembro, Xirau ha sido uno de los estudiosos más profundos y prolíficos de la poesía mexicana y sus exámenes de la obra de Octavio Paz, José Gorostiza y Xavier Villaurrutia, entre otros, son indispensables para entender no sólo a estos poetas, sino a toda una corriente del pensamiento y la creación.

Si alguien quiso y admiró a Paz, fue Ramón Xirau, añade Ana María, quien recuerda que la amistad entre los poetas se remonta a sus años de juventud, cuando Paz estaba casado aún con la escritora Elena Garro.

Al respecto, la esposa de Xirau comentó que también les entristeció mucho la noticia de Helena Paz Garro, a quien conocieron de niña y afectuosamente llaman La Chatita; la quisimos mucho, reiteró.

El poeta catalán escribió dos libros acerca de su amigo Octavio: Tres poetas de la soledad (en donde analiza además el trabajo de Xavier Villaurrutia y José Gorostiza) y Octavio Paz y el sentido de la palabra.

Icaza recordó algunos momentos de esa amistad de siglos que mantuvieron los escritores: el día del sismo del 19 de septiembre de 1985, Octavio y su esposa Marie-Jo vinieron a dormir a nuestra casa. También hicimos varios viajes juntos. Eramos amigos íntimos, por eso me duele que en este homenaje multitudinario no haya nada de Ramón. ¿Cómo es posible? No se vale. O hay personas muy ingratas, se hacen tontas o son celosas.

Octavio Paz, incluso, pidió a Xirau que fuera codirector de la revista Vuelta, “pero Ramón le dijo que no podía pues tenía a su cargo la revista Diálogos”.

Ana María narró que preguntó a los organizadores del homenaje nacional a Paz por qué no habían invitado a Ramón Xirau al multitudinario reconocimiento, a lo que le contestaron que quizás este lunes leerían un poema.

No obstante, esa respuesta no amainó su desilusión y molestia: Me duele esta situación, Octavio no lo habría permitido, concluyó la señora Xirau.