Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Mensual  Director: Iván Restrepo
Edición: Laura Angulo   31 de marzo de 2014
Número Especial

Portada

Presentación
Nadia T. Rubio-Cisneros

El sistema de la corriente de California: beneficios y retos para México y Estados Unidos
Mercedes Marlenne Manzano Sarabia, Mati Kahru y Greg Mitchell

Servicios ecosistémicos de la surgencia de cabo Catoche: ecoturismo con el tiburón ballena
Jorge A. Herrera Silveira, Natalí Cárdenas Palomo y Óscar Reyes Mendoza

Servicio ecosistémico de almacén de carbono en manglares
Claudia Teutli Hernández y Jorge A. Herrera-Silveira

Patos, lagunas y cazadores, conexión para promover la conservación de humedales en Norteamérica
Nadia T. Rubio-Cisneros, Octavio Aburto-Oropeza y Exequiel Ezcurra

Mariposa monarca: el ciclo de migración, una cadena trinacional de responsabilidades
María Isabel Ramírez

La observación turística de ballenas en laguna San Ignacio: de México para el mundo
Alejandro Gómez-Gallardo U., Liria del Monte Madrigal y Jorge Urbán R.

Herramientas para evaluar y comunicar la ciencia detrás de los servicios ecosistémicos
Marcia Moreno-Báez


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Patos, lagunas y cazadores, conexión
para promover la conservación de
humedales en Norteamérica

Nadia T. Rubio-Cisneros y Octavio Aburto-Oropeza
Instituto de Oceanografía Scripp
Correo electrónico: [email protected]
Exequiel Ezcurra
Instituto para México y Estados Unidos (UC Mexus)
Universidad de California Riverside

Correo electrónico: [email protected]
Fotos: Octavio Aburto- Oropeza

El deterioro del hábitat en diversos ecosistemas a nivel mundial es una de las principales razones por las cuales el hombre ha comenzado a fomentar estrategias transnacionales que unan la importancia de los procesos ecológicos a los beneficios económicos. Es ampliamente reconocido que las aves migratorias son particularmente vulnerables al deterioro del hábitat ya que a lo largo de su ciclo de vida utilizan diversos espacios distantes entre sí.

En Norteamérica, la costa del Pacífico es un corredor migratorio para millones de ánades (patos y gansos) de más de 27 especies. Todas ellas tienen un valor económico para la industria de caza en Estados Unidos y Canadá, además de constituir un valor para la conservación.

Año con año, estas aves transitan entre los tres países hacia sus áreas de anidación durante el verano en latitudes norteñas del continente y sus áreas de hibernación en latitudes tropicales y subtropicales. Las lagunas costeras y humedales del Pacífico mexicano forman parte de ese corredor biológico. En promedio, la costa oeste del Pacífico mexicano recibe del 7 al 17 por ciento de ánades que migran por Norteamérica.

La salud ecológica (calidad de hábitat, aporte de nutrientes del ecosistema, disponibilidad de alimento) de los sitios visitados por las aves migratorias es necesaria para que éstas cumplan con sus funciones ecológicas en el ecosistema, las cuales incluyen su rol como depredadores en la cadena trófica, dispersores de semillas, ingenieros del ecosistema, entre otros. Además de su función ecológica, las aves migratorias generan una derrama económica importante producto de actividades recreativas realizadas a nivel global como lo son el avistamiento de aves y la industria de caza.

La importancia económica de esta última actividad en Estados Unidos y Canadá y su potencial como una herramienta de conservación para humedales prioritarios en Norteamérica nos motivó a realizar un estudio. Comenzó en 2012 y sus resultados fueron publicados recientemente en la revista Human Dimensions of Wildlife (Dimensiones humanas de la vida silvestre).

En este estudio, utilizamos diversas bases de datos a lo largo de tres décadas (1970-1990) pertenecientes a México y Estados Unidos las cuales incluyen: censos poblacionales de ánades en lagunas costeras mexicanas realizados por las autoridades de vida silvestre de ambos países, ganancias de las ventas de permisos de cacería de patos en el vecino país, así como su número de cazadores. Además, emplearon información histórica sobre el estado y extensión de las lagunas costeras de México.

Por medio de técnicas estadísticas rigurosas, demostramos que el éxito de la industria de caza de ánades en EUA depende de la calidad y extensión de las lagunas costeras y manglares en las costas de México. Esto es porque la estancia invernal de estas aves en lagunas costeras mexicanas depende de manera muy particular de la productividad de los manglares y del hábitat que las lagunas suministran a estas aves permitiéndoles obtener alimentación y condiciones favorables para un cortejo exitoso. En términos económicos, estimamos en el estudio que cada kilómetro cuadrado de lagunas costeras saludables en México genera más de mil 600 dólares en derechos de caza en Estados Unidos.

Además, existen otras ganancias económicas pues sólo en la ruta migratoria del Pacífico mexicano estas lagunas generan casi cinco millones de dólares cada año fruto de los permisos para derechos de caza. Es primordial mencionar que a través de los pagos por derecho de caza en el vecino país es como se han conservado sus humedales pues más del 80 por ciento de las ganancias se utiliza para la conservación de estos ecosistemas.

También existe otra derrama económica obtenida por beneficios adicionales a las actividades de caza: la generada por la inversión de los cazadores estadounidenses para llevar a cabo la cacería. Estos gastos incluyen la compra de equipo, gastos de viaje y los impuestos generados a nivel estatal y nacional por estos consumos. Se estima que en el 2011 existían 2.6 millones de cazadores de aves migratorias en Estados Unidos. En promedio, cada uno gasta 2 mil 482 dólares al año en actividades relacionadas a la caza de dichas aves migratorias.

A través de este estudio, demostramos por primera vez que existe una relación directa entre la calidad de las lagunas costeras, la abundancia de ánades y la actividad económica que se efectúa alrededor de ellas en Estados Unidos. Estos resultados nos llevan a considerar con mayor seriedad el tema de la protección de humedales prioritarios en Norteamérica. Son sitios reconocidos internacionalmente. Por ejemplo, han sido designados como humedales de importancia internacional en el marco de la Convención sobre los Humedales (Ramsar, 1971), o presentan algún tipo de protección nacional al ser consideradas áreas naturales protegidas.

Sin embargo, en México los humedales costeros han estado decayendo a una tasa anual de siete por ciento, víctimas de la contaminación, la sedimentación y la pérdida de manglares. Existen presiones crecientes para transformar muchos de estos ecosistemas en megaproyectos turísticos o granjas acuícolas. Destaca el humedal más importante del Pacífico: Marismas Nacionales, en el estado de Nayarit. Se encuentra en serio riesgo de ver su caudal de agua limitado por la posible construcción de una nueva presa sobre el río San Pedro, el último río de México que desciende libre de la Sierra Madre Occidental al mar.

Los resultados que aquí presentamos propician la urgente necesidad de una mayor cooperación entre los países de Norteamérica para proteger el hábitat de las aves migratorias. Aunque ya se cuentan con diversos tratados trasnacionales es necesaria una participación más activa.

Una herramienta que proponemos es el “pago por servicios de los ecosistemas” (PSE), ya utilizados para la protección de los servicios ecosistémicos a nivel mundial. Para el caso de los bosques se han aplicado en México y Latinoamérica. Además, Estados Unidos y Canadá vienen trabajando con estos programas desde la década de los 90 para recuperar las poblaciones de patos en las áreas veraniegas, las cuales están altamente expuestas a la agricultura industrial en el norte de Estados Unidos y sur de Canadá.

La experiencia de estos países en el área de los PSE, además de su larga historia en el ámbito legislativo para la conservación de aves migratorias (data de hace un siglo), sería de gran apoyo para promover el PSE en humedales prioritarios del Pacífico mexicano.

Por último, con base en lo mencionado anteriormente, los cazadores de Estados Unidos y Canadá podrían ser actores estelares para sustentar el PSE en humedales mexicanos pues son una población históricamente importante. En efecto, desde hace un siglo por lo menos, año con año han utilizado los servicios ecosistémicos proporcionados por los humedales del Pacífico mexicano.

El trabajo original es de libre acceso y puede leerse en la revista internacional de Human Dimensions of Wildlife (Dimensiones Humanas de la Vida Silvestre).


Otros coautores de este trabajo fueron: Jeremy Jackson del Instituto de Oceanografía Scripps; Jason Murray de la Universidad de Carolina del Sur; y Charlotte González-Abraham del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, en La Paz, BCS. El estudio recibió apoyo financiero del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), UC Mexus, National Geographic Society, y las fundaciones Packard y Walton.