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Votó contra la reforma energética y fue removida de la respectiva comisión en San Lázaro

El petróleo no es de quienes lo reparten, es de todos: diputada panista Verónica Sada

En ese cambio constitucional no se cumplió con el debido proceso, no pasó por comisiones

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La diputada panista Verónica Sada Pérez: viuda, budista y comprometida con causas justas desde su adolescenciaFoto Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 6 de abril de 2014, p. 9

Monterrey, NL.

La diputada panista Verónica Sada Pérez lanza la pregunta como un dardo: ¿Esta reforma energética nos hará más ricos a todos los mexicanos o nos hará más pobres y más ricos sólo a unos cuantos?

Fue uno de los cuatro diputados que votaron contra esa reforma y de manera retórica sigue lanzando preguntas para explicar su decisión: El petróleo es de los mexicanos, también el subsuelo, los minerales, gases, hidrocarburos, litorales, el medio ambiente, es de los mexicanos. Y (esos recursos) son para enriquecer nuestra patria. La administración de los recursos naturales en el subsuelo no es para que se los den a compadres, ni para que les demos los gases porque nos dan 500 empleos de salario mínimo. No pueden usar lo que no es de ellos, como si lo fuera. El petróleo no es de unos cuantos, no es de los que lo reparten, es de todos.

Con 32 años en el Partido Acción Nacional (PAN), por primera vez Verónica Sada es asediada por otros partidos políticos para que acepte abandonar al blanquiazul y se una a otros proyectos. Ella responde que lo está pensando, porque siempre ha tenido en el tintero ser candidata a alcalde o a gobernadora, para seguir sirviendo a los ­ciudadanos.

No me gustó la forma

Sencilla, espontánea y siempre con una sonrisa, Verónica Sada siempre ha tenido amigos en todos los partidos políticos y por eso recibió todo el apoyo de decenas de diputados, luego de que Acción Nacional decidió removerla de la Comisión de Energía en represalia por su voto contra la reforma energética.

Aquel día, cuando iba entrando en el hemiciclo, se enteró del cambio: No me gustó la forma. Una vez más, las formas no se están cumpliendo en el PAN, las formas del respeto a la dignidad de la persona, que es uno de los temas más importantes del partido, si no es que el principal. El respeto hubiera sido que respetaran mi inteligencia, mi voluntad, y que no me impongan, no me amenacen ni me chantajeen ni te reprendan con el castigo. Eso no se cumplió.

Su negativa no fue una decisión espontánea; más bien trató de votar de acuerdo con su conciencia, respetando su pensamiento social y político: Lo hice porque está en mi naturaleza. No me gusta la injusticia. Cuando veo la injusticia social hay quien me tacha de izquierda. La izquierda para mí es pensar en los que no tienen poder; la derecha, es pensar en los que traen poder.

Es hija de Rogelio Sada Zambrano, empresario, político e ideólogo del PAN, ex director de Vitro, ex candidato a la gubernatura de Nuevo León, ex alcalde de San Pedro Garza García y ex regidor de Monterrey, quien renunció al PAN hace dos años en protesta por la designación a dedo de algunos candidatos a diputados y harto de los casos de corrupción.

La diputada Sada pertenece a una familia y a un grupo político panista que defiende la decencia a la hora de gobernar, algo que últimamente ha cambiado: El PAN fue hecho para gobernar bien. Si se trataba de ganar, yo me hubiera metido al PRI y hubiera ganado más rápido; pero no, se trataba de gobernar bien y en eso creo que estamos muy mal; porque si gobernamos bien no lo cacareamos y cuando gobernamos mal no lo castigamos.

Sobre la crisis que afronta su partido, añade: “Mi carrera política ha sido siempre así. Yo hago lo que creo correcto. A mí me importa que le vaya bien a todos. Colaborar en ese proyecto de vida. Un señor me comentó: desde que estoy en el PAN está en crisis; otro señor me dijo: yo renuncié al PAN por lo mismo que está pasando ahorita.

–¿Cómo se siente frente a las represalias que ha sufrido?

–El coordinador tomó la decisión de removerme de la Comisión de Energía, a lo cual, por ley, está en su derecho, pero eso no significa que sea correcto. Lo correcto hubiera sido haberlo platicado conmigo o haberme avisado por lo menos. Y todavía más correcto sería que yo permanecería allí y simplemente mis opiniones que no son iguales a las de la línea. Si todos pensamos igual, si todos seguimos la línea calladitos, se pierde la libertad, se pierde la riqueza de la diversidad.

–¿En Acción Nacional suele haber línea?

–En todos los partidos. Lo cual no está mal, es una especie de directriz, pero siempre podrá haber quien no esté de acuerdo. Tengo 32 años en el PAN, es algo que aprendí en mi casa, con el trato que hemos tenido unos a otros, pero también lo aprendí en el partido.

Me buscan para felicitarme

–En general, ¿cómo han sido las consecuencias por haber votado en contra?

–Las consecuencias de mi voto en contra de la reforma energética han sido extremadamente positivas. Me he encontrado con que la ciudadanía, personas a las cuales yo no conocía, personas que no me tenían en el radar político, me buscan para felicitarme, para ofrecerme apoyo político, ofrecerme ánimo, para decirme que no estoy sola. Realmente ha sido sorprendente la cantidad de ciudadanos mexicanos que están inmiscuidos en ese tema y en favor de que yo haya votado en contra. Me he encontrado con un mundo totalmente desconocido para mi. Cuando me dicen qué valiente por haber votado contra la reforma energética, yo no lo entiendo a eso. No se requiere ser valiente. ¿A qué le puedo tener miedo?

–¿A destruir su carrera ­política?

–A lo que tengo miedo es a perder mi dignidad, mi verdad. Debo hacer lo que yo creo que es correcto. Debo evitar engañar a los ciudadanos que confían en mí.

–¿Cuándo decidió votar en contra?

–Lo pensé siempre. No me gustan las injusticias y las veo en todos los oligopolios, como el bancario, donde más de 80 por ciento del mercado bancario mexicano está en manos de cinco bancos extranjeros. No nos pagan intereses por tener el dinero allí. No, nos cobran comisiones por sacar, por meter el dinero, por ver el saldo, por hacer movimientos. Y con ese dinero, ellos hacen inversiones en Cetes. Ganan sus réditos, no prestan a los mexicanos, mas que lo mínimo y nada más a los que no hay riesgo y con alta tasa de interés. Y lo que ganan se lo llevan al extranjero, que es nuestro dinero. El Estado ha sido omiso en regular la competencia libre del mercado. La competencia del mercado, si la dejas libre, libre, libre, siempre habrá un superganador. Y eso lo vengo viendo en todo. Lo vimos en las telecomunicaciones, en los bancos, en las minas…

Sada estudió en el colegio Montessori y se graduó de contadora pública en el Instituto Tecnológico de Monterrey, luego trabajó en seguros, y posteriormente fue delegada del PAN en Coahuila y titular de la Secretaria Nacional de Promoción Política de la Mujer del blanquiazul. Pero antes trabajó seis años en Petróleos Mexicanos (Pemex), lo cual le dio una amplia experiencia sobre el tema de la reforma: “Pemex maneja hidrocarburos, un recurso muy valioso, pero hay un vigilante que es la Secretaría de la Función Pública. Ni un solo caso de corrupción de Pemex se ha hecho aislado. Siempre hay un funcionario que estaba para vigilar que no vigiló. Pemex no es el corrupto, ni el empleado, sino el que lo hace cómplice y el que lo pone a robar. El negocio está dentro y afuera.

–¿Por qué está en contra de la reforma energética?

–La reforma energética en países donde el estado de derecho está muy avanzado y hay un alto grado de justicia y honorabilidad y donde se cumplen la regulación, está bien. La letra está muy bonita, el problema en México es que nuestro grado de falta de justicia, de estado de derecho, dejan en riesgo 40 por ciento del presupuesto federal con esta reforma.

Yo no quiero tener un pueblo con mucho empleo con sueldos de salario mínimo y grandes empresarios, inversionistas, que se están haciendo ricos a costa de nuestro pueblo. Yo quiero que los mexicanos nos vayamos para arriba todos juntos.

–¿Y qué más no le gustó de la reforma?

–En la reforma energética no se cumplió con el debido proceso, no pasó por comisiones, no estábamos en el recinto adecuado, no se usó la huella dactilar, nos pasamos el micrófono unos a otros; incluso hubo gente que dijo: Oiga, ¿usted es diputado o no? Para hacer una reforma de esta manera, de ese tamaño, ¿por qué fue tan urgente?, por qué se hizo hoy y no la semana que entra. México no está preparado para una reforma de ese tamaño. Liberar todo me parece riesgosísimo.

Considera que en las leyes secundarias de la reforma está la clave: En esas leyes va a venir: el porcentaje que se les va a dar a los extranjeros, cómo negociar, cuáles son las reglas de la transparencia, cuáles son los castigos en casos de corrupción. Allí esta el meollo del asunto. El diablo está en los detalles.

Viuda, budista y comprometida con causas justas desde su adolescencia, la diputada Verónica Sada reitera que fue tocada por una generación de empresarios regiomontanos que preferían pensar en los demás, en todos: “Yo nací en la clínica vidriera. La acababan de inaugurar para los trabajadores, y mi papá, que era director de Vitro, dijo: ‘Allí nacerá mi hija’, porque lo que él quería decir a la gente es que la clínica era tan buena que allí nacen mis hijos”.

–¿Dónde se ve en 10 años?

–Me veo con mis nietos luchando por la justicia social.