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Cuauhtémoc León, del CEGAM, comentó La última llamada, de Enrico Cerasuolo

Un documental relanza alerta para evitar el colapso del crecimiento mundial
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Los ritmos de sequía e inundación están demostrando cómo hemos desmantelado los sistemas boscosos. La imagen, en Protap Nagar en Shatkhira, unos 176 kilómetros al suroeste de Dhaka, BangladeshFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 15 de abril de 2014, p. 3

Cuernavaca, Mor., 14 de abril.

El documental Last call, (La última llamada), basado en el libro Los límites del crecimiento (1972) llama a la sociedad y a la clase política a disminuir los ritmos de consumo de los recursos naturales para tratar de frenar el colapso que ya está ocurriendo en el mundo, dijo en entrevista Cuauhtémoc León, del Centro de Especialistas en Gestión Ambiental México (CEGAM).

Al comentar el documental La última llamada, del italiano Enrico Cerasuolo, que se exhibió en la sexta edición de Cinema Planeta, Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente de México, el pasado jueves y viernes, en Morelos, el experto destacó que hoy más que nunca está vigente la conclusión de los autores del libro, Donella Meadows, biofísica y científica ambiental, especializada en dinámica de sistemas, y Dennis Meadows, entre otros, que dice: Si el actual crecimiento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de recursos naturales se mantienen sin variación, se alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la Tierra en los próximos cien años.

A 42 años de la aparición del libro, ni la sociedad ni la clase política han atendido el llamado de tratar de detener el cambio climático y las crisis financieras, que cada vez son más graves en el mundo. Esta situación demuestra que el sistema actual (global) no funciona, y que de seguir abusando de los recursos naturales se llevará a la sociedad al hundimiento; es decir, cada vez será más difícil satisfacer la necesidades más elementales de las personas, como la alimentación, sanidad, educación y seguridad (ya sucede en algunos países, como México), como lo pronosticaron los científicos estadunidenses, sin que hasta hoy el hombre tome conciencia de no abusar de los recursos naturales y se comience a preocupar no sólo por lo inmediato, sino por el futuro, dijo Cuauhtémoc León.

Punto sin retorno

En México está en caída el ciclo del petróleo desde hace por lo menos 15 años; vamos (en picada) después de la alta producción. Es muy difícil saber (en qué año se terminará); lo que vemos en las gráficas es que no podemos mantener los ritmos de explotación que teníamos; aun suponiendo que empezáramos a explotar gas, por ejemplo, es muy difícil levantar la producción a los mismos ritmos que había. Ya tenemos la crisis; la reforma energética está posponiendo la sustitución de energéticos, seguimos pensando que la energía del petróleo va a seguir moviendo el país, (cuando) la verdad, es que cada vez lo importamos más, expresó.

Como lo pronosticaron los autores del libro, en México ya se presentaron algunas crisis que parecen llevar al país a un punto sin retorno; por ejemplo, casi todos los ríos están contaminados, reconocido por el gobierno; los ritmos de sequía e inundación están demostrando cómo hemos desmantelado los sistemas boscosos. Además, igual que otras naciones, no tiene un control de natalidad. El agua ya casi no alcanza y eso lo demuestran las sequías que afectan al mundo”.

La tesis principal del mencionado libro, que señala en un planeta limitado las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per cápita) no son sostenibles, nos ha alcanzado, sin que escuche la clase política y se cambie el sistema actual de crecimiento en el mundo.

El libro Los límites del crecimiento (1972) fue un trabajo que realizaron los científicos por encargo del Club Roma, poco antes de la primera crisis del petróleo.

Cuauhtémoc León recomienda ver el documental para entender los problemas que vive la sociedad, porque en 58 años, cuando se cumplan los cien que señalaron los científicos, los problemas serán mayores.

La última llamada trata de romper ese diálogo sordo que hubo en los años 70, cuando se conocieron los resultados del informe Los límites del crecimiento.

“Si ahorita metiéramos freno a la sociedad, se podría revertir o por lo menos parar este periodo. Por eso el documental se llama La última llamada”.

La cinta propone, señaló León, el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, cambiar los patrones de consumo, disminuir los ritmos de consumo, para permitir que recursos se recuperen.

Desde los años 70 ha habido de parte de la sociedad y la clase política inamovilidad para detener el cambio climático. “Nadie quiere mandar el mensaje de poner límites, además de que la escala temporal del compromiso de los políticos no va más allá de seis años. En el caso del documental lo que se ve es un presidente ‘que dice no, nadie va a poner los límites al crecimiento; estaban equivocados los científicos, nosotros podemos seguir creciendo’. La paradoja de la cinta es poner atención a la diferencia entre crecer y desarrollarse. Son dos cosas distintas”, concluyó el experto.