El hermetismo sobre el destino de los restos de Gabriel García Márquez se mantuvo durante todo el viernes, un día después de su fallecimiento.

La única versión oficial al respecto fue la emitida la noche misma del jueves, cuando la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, informó en nombre de la familia García Barcha que los restos del escritor serían cremados.

Ni familiares ni amigos de Gabo aclararon ayer si las cenizas del autor se encontraban en su casa o en algún otro lugar, ni cuál será el paradero final de las mismas.

A las afueras de su domicilio, al sur de la capital de la República, permaneció el operativo policial instrumentado poco después de divulgarse el deceso.

Decenas de reporteros, fotógrafos y camarógrafos de diferentes medios de comunicación prosiguieron allí con su guardia en espera de información.Amigos cercanos del escritor llegaron hasta esa residencia desde muy temprana hora, como el periodista Jacobo Zabludovsky, el escritor y fotógrafo colombiano Guillermo Angulo, los cineastas Felipe Cazals y Jorge Sánchez.

También acudió Jaime Castro, ex alcalde de Bogotá, además de que personal de la embajada de España en México entregó a la familia una misiva de condolencias en nombre de la familia real española.

De igual manera, varios admiradores llevaron ramos de flores amarillas y los han colocaron a la entrada de la casa . Entre ellos, se encontraban familias uniformadas con la playera de la selección colombiana de futbol, como la Quiroga Cuéllar, proveniente de esa nación, aunque radicada en México desde hace nueve años.Entrevistado al salir de la casa, Zabludovsky señaló que todos los familiares del Nobel de Literatura 1982 se encuentran tranquilos, dijo desconocer si las cenizas del creador se encuentran en el domicilio y refrendó la información sobre el homenaje que se rendirá el lunes próximo a García Márquez.

Éste tendrá lugar por la tarde en el Palacio de Bellas Artes, en la capital de la República, al que el periodista dijo asistirán los presidentes de México y Colombia, Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos.

El movimiento de entrada y salida en la casa del autor de Cien años de soledad fue continuo. En particular, su asistente Genovevo Quiroz dio varias vueltas en la camioneta del autor. Los hijos del escritor, Rodrigo y Gonzalo, también llegaron en el transcurso del mediodía. El primero lo hizo en auto particular mientras que el segundo, en taxi. Ninguno de ellos hizo declaraciones, no obstante la insistencia de los ­periodistas.

Congruente y gran maestro

Conforme llegaron al domicilio, diversas personalidades del mundo de la cultura y la política aceptaron compartir una reflexión sobre la trascendencia y el legado de García Márquez. Lo mismo ocurrió con otros que fueron consultados por La Jornada vía telefónica. Estas son algunas de esas impresiones:

Jacobo Zabludovsky, periodista: “La familia está tranquila. No sé si las de cenizas están en la casa ni tampoco si se quedarán o no en México. Lo que sé es que habrá un homenaje en Bellas Artes el lunes por la tarde, en el que estarán los presidentes de Colombia y México. Mercedes está tranquila, muy bien, contestando constantemente el teléfono. Dentro de la casa hay un clima de tristeza, pero también de tranquilidad en todos. Sus hijos están bien. En fin, ya frente a los hechos consumados, pues es una realidad que hay que aceptar, y así está la familia. Como periodista García Márquez fue un maestro, porque fue muy buen reportero. Hay un volumen que reúne su trabajo en ese terreno que debería ser usado como libro de texto en la carrera de la especialidad. El llegado que nos deja es una obra literaria para toda la humanidad que perdurará mientras el hombre tenga inteligencia. Él nunca ocultó lo que pensaba, era un hombre abierto, leal a sus amistades y convicciones. Su legado para la humanidad supera muy por encima cualquier circunstancia personal, que por otra parte no le conozco nada que le sea criticable. Para mí fue un amigo que me permitió disfrutar de su amistad, inteligencia, su cultura, era sumamente culto.

Graciela Fernández, en Aracataca, llora por el escritor fallecido en México, a la edad de 87 años, en la entrada del espacio museístico creado en su honorFoto Ap

Felipe Cazals, director de cine: “La muerte de Gabriel García Márquez significa la pérdida de un ser excepcional, de un amigo como muy pocos y obviamente de un clásico de la literatura mundial; eso es un hecho. Por el momento, simplemente son los sentimientos de la pérdida. Su familia se encuentra bien, muy serena, muy junta. Recuerdo mucho el restaurante Amaya, en Barcelona, donde comenzamos a inventar la posibilidad de firmar El año de la peste; de esto, hace mucho tiempo, pero me acuerdo muy bien del restaurante, que le gustaba mucho a Gabo. Se hizo realidad la película en 1978. Su carrera fue muy amplia en el cine, pero sobre todo lo que hay que ponderar es que Gabo siempre estuvo preocupado por generar un centro académico para los jóvenes cineastas latinoamericanos. Esa preocupación se convirtió en realidad en Cuba, donde salen muchos cineastas jóvenes muy bien preparados. Fui amigo de Gabo, me doy por satisfecho con eso. Tengo muchos recuerdos, pero creo que no es el momento y lugar. Nos conocimos en 1960 y nos vimos hace un mes. Como amigos les doy un dato fundamental: en 40 años de amistad nunca le oí hablar mal de nadie y eso es muy raro en este país. García Márquez tenía su propio pensamiento político y creo que está claro y definido”.

Jaime Castro, ex alcalde y ex ministro de Bogotá: “Vine a acompañar a su familia, a Mercedes, a sus hijos, a despedir a un amigo entrañable. Yo estaba en Bogotá cuando me enteré, fue un gran dolor, una profunda tristeza como la hemos sentido todos los latinoamericanos, y en mi caso aún más profunda esa tristeza. Fui amigo de Gabo de muchos años atrás, puedo decir que es el mejor amigo que he tenido en la vida. Son múltiples las imágenes que tengo de Gabo: él era simpatía, cordialidad, él se daba a sus amigos sin limitación, él nunca le hacía sentir a uno el hombre importante que fue. Ahora que Colombia está en negociaciones hay que recordar que Gabo fue un partidario de la solución política al conflicto que vivimos”.

Víctor Flores Olea, politólogo, fotógrafo y ensayista, ex presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Siempre fue un privilegio estar cerca de Gabriel García Márquez, del hombre lleno de sabiduría que conocimos quienes tuvimos la fortuna de conocer de más de cerca al gran ser humano y al gran escritor admirado universalmente. Deja un vacío imposible de llenar, si bien su obra estará presente en la memoria de muchas generaciones a las que transmitirá felicidad y ventura: su presencia será perdurable y esperamos que origine los frutos de cultura y civilización en que Gabriel pensó y soñó. Con el afecto de un amigo que lo quiso entrañablemente, y para Mercedes y sus hijos también el gran cariño y un sentido pésame de la parte mía y de mi esposa, Rosa Elena. Y ahora, con paciencia y fuerza, el orgullo de haber vivido con un gran hombre, un gran esposo y un gran padre.

(Con información de Alondra Flores, Ana Mónica Rodríguez, Ángel Vargas, Carlos Paul, Daniel González, Ericka Montaño, Fabiola Palapa, Merry MacMasters, Mónica Mateos y Reyes Martínez)