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Adiós, Papá Grande

El ex mandatario visitó la casa del escritor colombiano para dar el pésame a su familia

García Márquez no se acercaba al poder, el poder se acercaba a él: Salinas de Gortari

Aún no hay información sobre el destino de las cenizas del autor de La mala hora

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Tres días después del fallecimiento del autor colombiano, custodiado por elementos de seguridad, Carlos Salinas de Gortari se presentó en la residencia del escritor para expresar sus condolenciasFoto Reuters
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Jaime García Márquez, hermano del autor de La hojarasca, al momento de llegar a la casa del PedregalFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Domingo 20 de abril de 2014, p. 3

Tres días después de la muerte del premio Nobel Gabriel García Márquez, sus lectores continúan llegando hasta su casa en el Pedregal para rendirle un último homenaje con ramos de flores de diferentes colores, pero sobre todo amarillas, que quedan colocadas justo en la puerta del lugar donde habitó sus últimos años. En una pequeña cornisa alguien colocó un dulce de guayaba, de esos típicos de Colombia, envuelto en celofán.

Llegan seguidores de su obra, menos que otros días, algunos en coche, otros caminando. Hay quien pasa y baja el cristal del vehículo para tomar la foto de la fachada, y de paso a los periodistas nacionales y extranjeros que no se retiran del lugar.

Este sábado poco después de las 19 horas llegó Jaime García Márquez, hermano del escritor, acompañado por el poeta colombiano José Luis Díaz Granados.

A mediodía llegó el ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, quien habló en breve e improvisada conferencia de prensa, ahí en plena calle, de su relación con García Márquez, de su legado y de su intervención acertada en crisis como la de los balseros cubanos, en 1994.

No es que García Márquez se acercara al poder, el poder se acercaba a él, dijo.

Hasta el momento aún se desconoce el destino final de las cenizas del autor de Cien años de soledad, mientras continúan los preparativos para el homenaje que se le ofrecerá este lunes a partir de las 16 horas en el Palacio de Bellas Artes con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto y su par de Colombia, Juan Manuel Santos, quien un día después participará en otro homenaje que se ofrecerá en la catedral Primada, en Bogotá.

Por la mañana sonó la letra de Navidad negra en la voz del colombiano José Castillo. Esa canción, dijo el músico, era una de las favoritas de Gabo.

Minutos después de las 12 se estacionó un vehículo frente a la casa y descendió Salinas de Gortari, quien permaneció en el interior durante una hora.

A su salida dijo a los medios vine a dar el pésame a la señora Mercedes, a Rodrigo y a Gonzalo, sus hijos, y también a Mónica, su secretaria, que durante tantos años le sirvió con una lealtad extraordinaria.

En esta tristeza enorme que tenemos todos, añadió, me alienta mucho encontrar a la familia siempre unida, pero también conmovida por el homenaje mundial que se le ha dado a este hombre universal que es García Márquez.

Expresó también el pésame a Colombia, que, dijo, nos permitió tener al colombiano más mexicano que podríamos haber escogido.

Amplió las condolencias a los reporteros, quienes desde hace días permanecen fuera de la casa del cronista a la espera de noticias de lo que sucederá con las cenizas.

“A todos ustedes, los periodistas, quiero darles el pésame, porque el Gabo era ante todo un periodista que fue además premio Nobel de Literatura. Ustedes deben estar muy conmovidos igualmente, porque uno de los suyos llegó al pináculo de las letras universales”.

El destino final de García Márquez es una decisión de la familia, acotó, tendremos que respetar y ellos dirán cómo se habrá de disponer. Esto, ante las versiones de que el gobierno colombiano desea que una parte de sus cenizas sea enviada al país natal del Nobel, cuyos restos fueron incinerados en una ceremonia privada.

Hay un homenaje del pueblo de México y también del pueblo de Colombia, del pueblo de todos los países de habla hispana y de todos los lugares donde se lee a este gran autor que es el Gabo. Él no se fue. Está aquí, pero lo vamos a extrañar, agregó el ex mandatario, quien recordó una de las anécdotas que compartió con García Márquez: Este año se cumplen 20 de la crisis de los balseros, en agosto próximo. En ese entonces, “el presidente Clinton me hizo una llamada para saber qué estaba ocurriendo en Cuba. Fue un domingo. Mi primer reacción fue que si voy a tratar de saber qué pasa en Cuba, el mejor conducto es Gabriel García Márquez. Le llamé por teléfono y Gabo salió manejando su carro deportivo, no voy a decir la marca, por un camino que no conocía, pero dijo que nunca había llegado tan rápido, porque todo el mundo le habría el paso.

Tuve el honor de participar con él en esa circunstancia que permitió un diálogo entre el presidente Clinton y el presidente Castro. De ese tamaño era la dimensión de García Márquez en otro terreno que no era el de las letras. Aquí su participación fue trascendente.

Respecto de si alguna vez recibió una critica de Gabo a su administración, Salinas resaltó que el escritor “siempre tenía la cualidad de sumar. No es que él se acercara al poder, es que el poder se acercaba a él. Esa es una circunstancia especial de él: lograr armonía donde había diferencias. Esa era una cualidad que tenía; otra es que nunca hablaba mal de nadie y tampoco daba opiniones en aquellas áreas que no eran su experiencia.

Era fiel a sus principios y leal a sus amigos, pero así como él decía que no quería que le dijeran cómo escribir un libro, él tampoco hubiera dicho cómo se debía gobernar un país.

Flores y más flores

Gabriel García Márquez era un ciudadano universal que tuvo su inspiración en Colombia, y aquí tuvo la serenidad y la tranquilidad para poder traducir esa inspiración en textos universales. Nos pertenece a todos y me parece que lo relevante es este homenaje mundial que se le está rindiendo a un hombre universal, agregó Salinas.

Conversar con Gabo, recordó, era un privilegio, por su cultura extraordinaria, por su agilidad mental formidable y la certeza de sus juicios.

Lo que él decía se tenía que reflexionar y repensar varias veces. Era la oportunidad de estar con alguien que tenía una estatura superior y eso permitía estar en posición de escuchar.

Por la tarde llegó el director editorial de Penguin Random House Mondadori, Cristóbal Pera, quien dijo desconocer Si nos vemos en agosto, novela que estaba escribiendo Gabo, se publicará de manera póstuma editó algunos de los libros de García Márquez. Poco después arribó la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda. Los ramos de flores se siguen acumulando en la puerta de la casa.