Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 20 de abril de 2014 Num: 998

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Gracias, Doris Lessing
Esther Andradi

Helena Paz Garro,
in memoriam

Vilma Fuentes

La partida de Amiri
Baraka y Leroi Jones

Juan Manuel Roca

La puerta se cerró
detrás de ti

Diego Arturo Robles Barrios

Caída de ángeles
y demonios

Antonio Rodríguez Jiménez

El imposible adiós a Georges Brassens
Rodolfo Alonso

Dos poemas/canciones
Georges Brassens

Un reality show
marciano: misión
mars one

Norma Ávila Jiménez

Leer

Columnas:
A Lápiz
Enrique López Aguilar
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Germaine Gómez Haro
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Delhi: un hervidero de arte contemporáneo
(II Y ÚLTIMA)

En la entrega pasada (núm. 996) se esbozó el destacado lugar que ocupa el arte contemporáneo indio en la escena internacional y la creciente proliferación de galerías en Delhi, mismas que han jugado un papel decisivo en la promoción de los creadores actuales en Occidente. Otro factor importante es el coleccionismo local que en tiempos recientes ha ido in crescendo y ha fortalecido un mercado del arte que hasta hace poco era prácticamente inexistente en ese país. Dos nombres sobresalen entre los coleccionistas y filántropos indios más conocidos: Lekha y Anupam Poddhar (madre e hijo) y Kiran Nadar, quienes han constituido fundaciones privadas que cuentan con los dos espacios más interesantes y activos en la promoción del arte contemporáneo en esa ciudad: la Devi Art Foundation y el Museo de Arte Kiran Nadar (KNMA), inaugurados en 2008 y 2010, respectivamente. La primera tiene su sede en un espléndido edificio ubicado en Gurgaon, la moderna urbanización que es hoy un flamante centro financiero e industrial anexo a Nueva Delhi, mientras que el KNMA cuenta con un espacio más sobrio, enclavado en un centro comercial en el corazón de la capital. Ambas instituciones son punta de lanza no nada más en el coleccionismo privado y en la promoción y difusión del arte contemporáneo, sino también son puntales en el apoyo a los jóvenes artistas y un puente de comunicación con el público a través de sus plataformas educativas, que comprenden publicaciones, eventos académicos y conferencias. Si bien el KNMA no llama la atención por su discreto recinto, que forma parte de un centro comercial –entre boutiques de marca, Starbucks y Pizza Hut– es probable que su ubicación tenga el objetivo estratégico de atraer al gran público heterogéneo que acostumbra pasear por estos centros. Ni el más despistado visitante pasaría de largo frente a la escultura monumental que domina la entrada del museo: se trata de Line of control, una espectacular pieza escultórica, del afamado Subodh Gupta, que mide 10m x 10m x 10m y pesa 20 toneladas. Conformada por cientos de utensilios en acero inoxidable que se usan comúnmente en las casas tradicionales indias para cocinar y para comer, esta obra ejemplifica el lenguaje estético que Gupta ha desarrollado desde hace un par de décadas, inspirado en la cultura popular y las tradiciones de su país. La forma de la pieza es una clara alusión al “hongo atómico”, que en este caso se refiere a la tensión permanente entre India y Pakistán, y el peligro latente en el armamento nuclear. Además de maravillarme ante esta imponente pieza, tuve la inmensa fortuna de coincidir con una exposición retrospectiva del mismo artista en la Galería Nacional de Arte Moderno. Las obras de Gupta son metáforas de la sociedad india que vive un constante contraste entre la opulencia y la pobreza, entre la sofisticación de las grandes urbes y la precariedad de los pueblos.


Line of control

“Suceden cosas muy extremas en India –comenta Gupta– y muchos de los artistas las reflejan en sus obras.” Tuve la oportunidad de presenciar una mesa redonda con el artista en la que logré captar lo que me parece vital en el arte indio contemporáneo: un sentido del humor fino y mordaz que se percibe en su aguda crítica social y política. La exhibición incluía diversas instalaciones creadas con esos brillantes cacharros de cocina apilados, esculturas ingeniosas y de una excelsa factura, que hacen alusión a la realidad cotidiana (las cámaras de cine de Bollywood, los tuc tuc o rústicos taxis motorizados, las bicicletas de los repartidores de leche, entre otras) o a las tradiciones milenarias, como la construcción de una casa vernácula realizada con tabiques hechos con excremento de vaca. A Gupta se le ha comparado con Demien Hirst y con Jeff Coons, pero yo encuentro en él una espontaneidad y un espíritu lúdico que sus colegas anglosajones han perdido, quizás a causa de su éxito desmesurado.


Devi Art Foundation

No muy lejos del Museo Kiran Nadar se encuentra Khoj, un espacio independiente que promueve un programa de artistas en residencia que desarrollan propuestas básicamente experimentales pero de muy alto nivel, propiciando la interacción de jóvenes locales y extranjeros invitados. Muchas cosas están sucediendo en Delhi, y en otras ciudades como Mumbai y Kolkata, donde los arquitectos suizos Herzog y De Meuron están construyendo un Museo de Arte Contemporáneo que promete grandes sorpresas. El arte contemporáneo en India está en ebullición. No hay que perderlo de vista.