Opinión
Ver día anteriorDomingo 11 de mayo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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El despertar

Denuncia de racismo

Bajo la lupa

El máximo error estratégico de Washington, según The National Interest

José Agustín Ortiz Pinchetti
Alfredo Jalife-Rahme
A la mitad del foro

Cronos y la llorona

Telescopio

Comicios

León García Soler
El Buscón
Desde otras ciudades

Candados del amor asfixian París

Mar de Historias

Tarde otra vez

Cristina Pacheco
¿La Fiesta en Paz?

La encerrona de Jerónimo o la urgente revisión de criterios empresariales taurinos

Desapariciones y menosprecio institucional
L

a tercera Marcha de la Dignidad Nacional, en la que participaron cientos de madres y familiares de desaparecidos en el país, concluyó ayer con un mitin en el centro de esta capital en el que se demandó la presentación con vida de esas víctimas, se reclamó a las autoridades por la inoperancia con que se han conducido para esclarecer estos delitos y se les exigió que asuman la responsabilidad que les corresponde.

Leonardo Páez
El Correo Ilustrado

Recordando a Dario Fo

P

ara ocasiones en las que los ciudadanos cuestionan al gobierno, en 1970 el dramaturgo italiano Dario Fo, premio Nobel de Literatura 1997 (que le fue otorgado por el espíritu renovador de su teatro, en la tradición de los juglares de la Edad Media, que castiga a los poderes establecidos y restaura la dignidad de los oprimidos), regaló al mundo un modelo de respuesta del poder capitalista que, por su vigencia, hoy debemos recordar para que no nos confundan con lógica. De su obra Muerte accidental de un anarquista hay que recordar hoy este parlamento:

¿Qué pasa en Brasil?
E

l pasado jueves hubo una huelga de conductores de autobuses en Río de Janeiro: la ciudad quedó paralizada. La huelga fue decidida por un grupo de poco más de 300 empleados, contrariando la decisión del sindicato de la categoría. La población fue sorprendida: el anuncio del paro se hizo la tarde del día anterior. El tránsito se volvió un nudo que no se desató hasta tarde en la noche.

Eric Nepomuceno
El peligroso camino chino de Cuba
L

a Revolución Cubana, desde El Moncada hasta la entrada en La Habana y la instauración del gobierno de los barbudos, fue una revolución de jóvenes por la democracia social, por acabar con el tiempo muerto y asegurar pan y trabajo a todos. Se apoyó en la movilización y la participación en la lucha política sindical y armada de la parte mejor y más pobre del país. Éste estaba politizado por la experiencia previa del radicalismo antimperialista de Guiteras y se caracterizaba por la lucha ideológica entre las diferentes tendencias (nacionalista, socialcristiana, comunista estalinista, comunista trotskista, anarquista) que influían en el movimiento estudiantil y obrero. Esa revolución quería poner fin a la ocupación del Estado por la pandilla batistiana y al control de la economía por las empresas estadunidenses y sus socios cubanos. No dependía de nadie, ni de los intentos estadunidenses de controlarla para prescindir de Batista, ni de la entonces Unión Soviética, que no la ayudó en sus comienzos y que repudió, al igual que los partidos comunistas, su radicalismo. Su victoria condujo un gobierno pluralista del Movimiento 26 de Julio (M26), de un grupo de militares antibatistianos de baja graduación, de los socialcristianos del Directorio estudiantil y de un grupo de comunistas que habían desacatado la política de su partido de rechazo de la lucha armada antibatistiana. Esos grupos integraron después las Organizaciones Revolucionarias Integradas, que dieron origen posteriormente a un nuevo Partido Comunista iconoclasta, innovador, lleno de audacia, inicialmente muy abierto a la discusión de las diferencias entre revolucionarios, capaz de atraer a los intelectuales progresistas de la isla y del mundo por su valiente posición internacionalista y sus principios de justicia social, partido que estaba enfrentado con los demás partidos comunistas dirigidos por Moscú y con Moscú mismo.

Electricidad: sí, pública e integrada
S

on muchas las propuestas que se hacen de quienes quieren beneficiarse, o seguir beneficiándose, de la industria eléctrica. Lo primero debe ser que se beneficie a la nación y a la propia industria.

GUILLERMO ALMEYRA
Antonio Gershenson
¿Autonomía y libertad sindicales?
E

s un tema antiguo. Tan antiguo como la idea de que nuestro derecho del trabajo es tutelar de los trabajadores. Nunca lo ha sido del todo, y mucho menos ahora a partir de la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) producida como acto final de la presidencia de Felipe Calderón.

La economía política del desconcierto
L

as expectativas sobre el crecimiento económico que hacen los consultores privados siguen a la baja, como lo ha reportado el Banco de México, mientras que el Inegi nos informa que, por lo menos hasta marzo, vivíamos en recesión económica. Nada nuevo, a la vez que nada bueno, salvo la lluvia de esperanzas que el gobierno sigue regando una vez que se aprueben las leyes secundarias y empiece a llegar la inversión internacional. Igual, pero peor: nada nuevo y, por lo menos todavía, nada bueno.

Néstor de Buen
Rolando Cordera Campos
¿Hacia dónde se dirige Panamá?
C

on una población de 3 millones 800 mil habitantes y casi 2 millones y medio de votantes, el pueblo panameño fue convocado el domingo 4 de mayo a las urnas para elegir presidente, diputados, corregidores y concejales, además de representantes al parlamento centroamericano. La campaña electoral fue sucia hasta extremos obscenos y nada democrática. Publicidad agresiva e insultos hasta la descalificación personal, unidos a una sicología del miedo que guiaba la intencionalidad del voto hacia la sempiterna utilidad del mismo. En otras palabras, el voto útil. Por otro lado, el contexto social es bronco y conflictivo. Una huelga general de trabajadores de la construcción paralizó todas las obras de infraestructura, incluida la tercera exclusa del canal. Las demandas sindicales reflejan lo que ha sido el boom de la construcción y las ganancias estratosféricas obtenidas durante estos últimos años por las empresas, llegando a superar el 500 por ciento. Sin embargo, se han negado a redistribuir beneficios con los trabajadores mediante una revisión salarial al alza y mejorar las condiciones de seguridad en las obras, que cuentan con un alto nivel de siniestralidad. Igualmente, los maestros paralizaron las clases dada la negativa de la ministra de Educación a alterar la reforma educativa en sus apartados de evaluación del magisterio, los criterios de promoción interna y la congelación de las mejoras salariales pendientes. Sobre este escenario, el gobierno saliente de Martinelli ha ejercido el poder de forma despótica y cuasi dictatorial, con la inestimable colaboración y beneplácito de quien fuera su vicepresidente y ex ministro de Exteriores, Juan Carlos Varela, transformado en su máximo detractor. Considerado el invitado de piedra a las elecciones, gracias al apoyo económico-político de la derecha europea y la Iglesia católica, ha sido electo presidente Juan Carlos Varela. Es el prototipo de empresario exitoso metido en política, militante del Opus Dei, educado en colegios jesuitas y con estudios empresariales de posgrado en Estados Unidos. Sin duda, el candidato perfecto para suceder a Martinelli cambiando las formas. Así, se proyecta la imagen de un hombre cercano al pueblo, un salvador que conoce los problemas de la gente, se preocupa por sus conciudadanos, conoce sus sufrimientos y les dará alivio y solución. Su propuesta estrella: congelar la subida de los productos básicos que componen la canasta popular. Sin embargo, 72 horas antes de las elecciones, el representante del Partido Panameñista y del Partido Popular estaba descartado. Las empresas encuestadoras crearon un falso escenario, en el cual el candidato oficialista, José Domingo Arias, cuyo acompañante a vicepresidente era la mismísima esposa de Martinelli, y el representante del PRD, Juan Carlos Navarro, se disputarían el sillón presidencial con muy poca diferencia. Inclusive, dado el escaso margen atribuido a uno sobre otro, los nubarrones de fraude oscurecieron el panorama electoral. Para evitarlo se prohibió portar teléfonos móviles y fotografiar el voto. El ejemplo mexicano con Peña Nieto no está lejos en el tiempo.

Mercado eléctrico en México: la primera
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a lo adelantaban los cambios a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales. El proyecto de ley de la industria eléctrica enviado al Congreso abandona el carácter integral del proceso orientado a prestar el servicio público de electricidad.

Marcos Roitman Rosenmann
José Antonio Rojas Nieto
Los baños de Nezahualcóyotl
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uy cerca del Distrito Federal se encuentra Texcoco, hogar de uno de los pueblos prehispánicos más importantes y poderosos del México antiguo: el texcocano. Fue cuna del célebre Nezahualcóyotl, uno de los personajes más notables de nuestra historia.

Recuerdo de José de la Colina
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e todos los temas que podría rozar ahora que José de la Colina recibe el Premio Xavier Villaurrutia 2013, voy a referirme únicamente al recuerdo más antiguo que tengo de nuestra amistad. No se trata de señalar cuándo nos conocimos por primera vez, lo que, por otra parte, habrá sido en los primeros años 70; pero sí de la ocasión más vívida que guardo del momento en que nos re-conocimos, es decir, cuando yo me di cuenta de que él sabía quién era yo y, quizá, cuando él hizo patente que yo podía bien saber quién era él. Comoquiera que sea, esto necesariamente tuvo lugar a principios de 1986, y para mí marcó el tono de lo que habría de ser una relación permanente, por más que él y yo no nos encontremos sino apenas en ocasiones aisladas y circunstanciales, pero ya desde hace unos 40 años. Y puedo proponer una fecha para el incidente memorable que digo, porque lo que sucedió en aquel encuentro que destaco partió del hecho de que José de la Colina acababa de leer un libro mío de cartas que, precisa y casualmente, se publicó el Día del Cartero de 1985.

Ángeles González Gamio
Bárbara Jacobs
La jaula de oro
L

a frontera infinita. La idea central de La jaula de oro, primer largometraje de ficción del cineasta español, radicado en México, Diego Quemada-Diez, es muy sugerente.

Carlos Bonfil