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Constructoras que ganaron contratos aportan a campañas políticas

Por corrupción, se triplicó costo de estadio mundialista en Brasilia

Con 900 mdd en gastos, es el segundo más caro del orbe, acusan

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En la construcción del estadio Mané Garrincha, en Brasilia, se usaron facturas falsas, según auditorías al gobierno de la ciudad, que ni siquiera tiene un equipo de futbol de relevanciaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 13 de mayo de 2014, p. a14

Río de Janeiro, 12 de mayo.

El costo de construir el estadio de la Copa del Mundo en Brasilia casi se triplicó a 900 millones de dólares en fondos públicos debido en buena medida a que se inflaron las sumas mediante facturas falsas, afirman auditores del gobierno. Ese aumento de costos lo convierte en el segundo estadio de futbol más caro del orbe, a pesar de que la ciudad no tiene siquiera un equipo profesional de importancia.

El estadio Mané Garrincha, con un techo de alta tecnología que se limpia solo, es el proyecto más costoso del Mundial, que generó 11 mil 500 millones de dólares en gastos. Sus críticos lo describen como el ejemplo más acabado del despilfarro y la mala administración, por no decir cosas peores.

Associated Press analizó la información en poder del principal tribunal electoral de Brasil, que muestra un aumento estratosférico de las contribuciones de campaña por parte de compañías que han ganado la mayoría de los contratos de proyectos de la Copa del Mundo. El principal constructor del nuevo estadio de Brasilia multiplicó por 500 sus donaciones en los más recientes comicios.

Los vínculos entre las firmas de la industria de la construcción y los políticos no hacen sino agravar las sospechas entre los brasileños de que la gran fiesta del balompié está manchada por la corrupción. Y plantean interrogantes sobre si los políticos que se benefician de las generosas contribuciones de estas firmas pueden realmente supervisar los gigantescos contratos de más de mil millones de dólares relacionados con el Mundial.

La rabia por lo que se percibe como corrupción ayudó a alimentar las masivas protestas del año pasado, y hay temores de que el malestar pueda arruinar el torneo.

Estas donaciones agravan la corrupción en este país y dificultan mucho combatirla, dijo Renato Rainha, árbitro del Tribunal de Cuentas de Brasilia, que investiga los gastos en el estadio. Estos políticos trabajan para aquellos que financian sus campañas.

En un informe de 140 páginas sobre el estadio, los auditores hallaron unos 275 millones de dólares en presuntos excesos de facturación. Y eso que han examinado sólo tres cuartas partes del proyecto. Pronostican que una tercera parte de los costos se pueden atribuir a sobreprecios, la mayor porción de los 500 millones en gastos sospechosos que los auditores han alertado en relación con proyectos de construcción del Mundial hasta el momento.

Los fiscales federales dicen que no hay nadie, ni individuos ni empresas, que esté siendo juzgado por corrupción asociada a la Copa del Mundo, pero podrían pasar años antes de que concluyan las auditorías oficiales y sean juzgados por cortes civiles, medida necesaria antes de presentar cualquier cargo penal. Hay al menos una docena de investigaciones federales.

¿Hay corrupción en el Mundial? Por supuesto, no le quepa la menor duda, expresó Gil Castelo Brando, fundador de Contas Abertas (Cuentas Claras), que postula mayor transparencia en los gastos del gobierno.

Sólo el costo de construir o remodelar los 12 escenarios se ha casi cuadruplicado respecto de los cálculos iniciales, lo que ha convertido al de Brasil en el Mundial más caro.

Por otra parte, el secretario general de la FIFA, Jéròme Valcke, afirmó el lunes que existe presión para garantizar que las obras para el Mundial que ya deberían estar listas sean finalmente terminadas.

Los estadios de Sao Paulo, Curitiba y Cuiabá están aún incompletos, a pocas semanas del comienzo del torneo.