Opinión
Ver día anteriorJueves 15 de mayo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ciudad Perdida

Delegados, de shopping

¿Una luz en su camino?

De Canadá, la iluminación

D

icen que para eso del shopping los delegados del Distrito Federal tienen modas, o mejor dicho juegan partidas de competencias y todos corren de pronto por un mismo carril, o reciben la misma oferta o lo peor, se ven obligados por algún funcionario de peso para hacer compras a veces necesarias, a veces no tanto, pero todas, a fin de cuentas, se hacen.

Hay en torno a esta costumbre algunas anécdotas que llaman la atención. Cuentan, por ejemplo, que en algún momento el entonces jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, presionado por un supuesto o real ámbito de inseguridad en la ciudad, puso a consideración de los delegados una opción que ofrecieron algunos miembros de la iniciativa privada, como parte del plan para desactivar los hechos delictivos que sucedían. Se trataba de instalar en todo el Distrito Federal o cuando menos en un buen número de casas, las tan llevadas y traídas alarmas vecinales.

López Obrador, al parecer, nunca estuvo de acuerdo con la propuesta y por ello pidió a los delegados que recurrieran a la asesoría de los miembros de su gabinete en materia de seguridad para tener una opinión bien estructurada al respecto. En aquellas consultas, los delegados llegaron hasta las puertas del entonces jefe de la policía capitalina Marcelo Ebrard, quien les aclaró un tanto el panorama.

Se les dijo que la idea no era más que un negocio de uno de los cárteles del PAN, y se les puso en blanco y negro las cifras de la delincuencia en el DF. Los números decían que los hechos delictivos, por lo que hacía al robo a casa habitación, eran los menos respecto de otros índices delincuenciales, y que sería mejor invertir en otras acciones que pegaran, por ejemplo, en el asalto al transeúnte, que en aquel tiempo tenía el primer lugar.

Bueno, la mayoría de los delegados, no todos, tomaron en cuenta los datos ofrecidos y nunca compraron tales alarmas. De cualquier forma, habría que decir que en las delegaciones panistas fue donde, principalmente, se colocaron los artefactos. Lo que pareció dar certeza a aquello de que se trataba de un negocio azul.

Hoy las cosas, o las modas, no son tan diferentes. La tendencia actual nos habla de que los delegados y el gobierno central quieren iluminar las noches de la ciudad. Nadie dice que no sea necesario echar luz sobre las calles y los parques de este DF. Nadie, tampoco, podría negar que el Parque España, en la delegación Cuauhtémoc, luce hermoso con la luz de los faroles que se instalaron en cada uno de sus rincones. Es espectacular.

Y nadie tampoco se atrevería a decir que en las calles de la ciudad hacen falta luces. Por eso, cuando en Canadá se supo que una de sus empresas traería al DF 600 mil luminarias para alumbrar las avenidas de la ciudad, allá se pusieron muy, pero muy contentos, aunque de este lado hubo algunos que preguntaron: ¿Y esa empresa canadiense?, ¿de dónde salió?, ¿a qué árbol se arrimó?

Bueno, ese es uno de los secretos muy bien guardados, por ahora, de los alumbradores del DF, donde también hay delegados. ¡Chispas!

De pasadita

Y ya que andamos en eso de las compras, sería importante que el gobierno de Miguel Ángel Mancera nos explicara qué es eso de que existen 10 mil 869 radiorreceptores de la señal de alerta sísmica que no fueron entregados para ser utilizados en esta ciudad que siente los movimientos telúricos con mucha frecuencia.

El asunto es ¿quién los compró?, ¿con dinero de quién? y ¿por qué no se han repartido entre quienes deben tener esos sistemas? ¡Aguas!, que no se les haga bolas el engrudo.