Opinión
Ver día anteriorLunes 19 de mayo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Balance de la Jornada

Atlético de Madrid: el regreso al origen

Lo mejor del Tri en Brasil: su afición

Foto
El recorrido para festejar el título del Atlético de Madrid comenzó en el estadio Vicente Calderón y terminó en la fuente de Neptuno, donde miles de aficionados reconocieron el esfuerzo y calidad del plantel para coronarse en la liga de EspañaFoto Reuters
A

ntonio Tota Carbajal fue traspasado del Oviedo al España por la módica cantidad de 12 balones y su salario con su nuevo club fue de 7 pesos, tan sólo para cubrir los gastos del pasaje. Eran las épocas románticas del futbol, cuando se jugaba por amor a la camiseta y no por el dinero, lejos de estos tiempos modernos del balompié en que Gareth Bale es traspasado por 100 millones de euros y Lionel Messi firma contrato por unos 40 millones de dólares anuales.

Por eso es importante el triunfo del Atlético de Madrid, un equipo que parece más integrado por espartanos que por futbolistas. Su victoria va más allá de las fronteras de la liga española, que ya estaba reducida a un partido de tenis más elitista de lo normal, entre los ricachones comandados por Bale y Ronaldo y los liderados por Messi y Neymar.

La escuadra de Diego Simeone pelea –literalmente– cada pelota bajo la consigna del técnico de jugar con el cuchillo entre los dientes, lo que nos hace recordar esos partidos en el llano donde en cada entrada se deja parte de la piel: el futbol por sí mismo, la esencia del balompié.

Atlético es un equipo en toda la extensión de la palabra, donde todos atacan y defienden en coordinación, lo que por supuesto refleja el trabajo táctico del Cholo, pero parece que su futbol pasa más por la mente, por el disfrute de patear la pelotita sin mirar de reojo la cuenta bancaria.

Con la debida proporción, León y Pachuca son similares al cuadro rojiblanco.

Los Esmeraldas hace dos años estaban en la división de ascenso y elementos como Carlos Peña y Luis Montes eran auténticos desconocidos. Tuvo que ser un técnico como Gustavo Matosas el que les diera la oportunidad de mostrarse en el máximo circuito, cuando la mayoría opta por desechar a esos futbolistas que consiguieron el título y jugar con los llamados elementos probados. Y los Panzas Verdes llegaron con esa hambre de triunfo que debería siempre caracterizar a un deportista profesional, como lo demostraron este fin de semana Juan Manuel Márquez y Paola Longoria.

La Fiera, además, es un equipo que da gusto ver, con ese sistema de jugar al toque de primera intención y de futbol vertical.

Cobijados por Óscar Pérez y el ecuatoriano Enner Valencia, los jóvenes Tuzos sorprendieron a todos con un juego agradable, veloz, en el que suplieron su falta de experiencia en el máximo circuito con esa chispa que muchos van perdiendo poco a poco mientras suman más minutos en la primera división.

El estilo del Atlético también podría levantar algunas esperanzas para el Tri en el Mundial de Brasil. De acuerdo con algunas encuestas, la mayoría de los aficionados no cree que México supere la fase de grupos, pero ahí podría entrar (y cruzamos los dedos) el toque de Miguel Herrera, quien llega con el antecedente de que hizo campeón al América con jugadores que cuando llegó estaban todos transferibles.

El Piojo supo sacar lo máximo de unos jugadores de nivel mediano –más el aporte indiscutible del recordado Chucho Benítez– y se espera que haga lo mismo en la Copa. Y eso es lo mínimo que se le debe exigir al Tri: que juegue a lo Atleti.

Mientras llega la hora de la realidad futbolera, ya se vio lo que será lo mejor de México en Brasil: su afición, que se hará presente en unos 40 mil fanáticos que en cuanto el Tri sea eliminado ondearán la bandera local, pero el Scracht también debería estar preocupado luego de ver el rendimiento de Neymar en ese partido trascendental en el Camp Nou. Lo mismo, por supuesto, dirán en Argentina de la sombra de Messi.

El América dio la nota semanal con la sorpresiva contratación de Oribe Peralta, quien debió haber sido nombrado por el Piojo como el primer indispensable para el Mundial, y no Rafael Márquez, quien sigue dejando dudas con su falta de control en momentos importantes.

En nuestro futbol región cuatro suena a mucho el costo del Cepillo, que se ubica entre 10 y 16 millones de dólares, pero las Águilas han malgastado tanto en algunos petardos que esa cifra es acorde con la calidad de Oribe, a quien finalmente le sonríe la vida luego de que el principio de su carrera estuvo lleno de obstáculos.

Y mientras las Águilas firman al anotador de los goles en la final de Londres 2012, las Chivas presentan a Carlos Bustos, quien sin duda realizó un buen papel con el Morelia, pero está lejos de ser el mejor técnico del mundo, como había presumido Jorge Vergara.

América también presentó su lista de transferibles, con lo que Antonio Mohamed quiere borrar todo lo que huela a Herrera. Está despiojando a las Águilas, dijeron unos, pero otros observaron que quiere llenar de Xolos el nido.

El resultado de la final ya se sabía: ganó Carlos Slim en el clásico Telcel. Y no conforme, el magnate ya se acercó a los Leones Negros de la UdeG para seguir triunfando en el balompié, con lo que echa por tierra eso que siempre dijeron los dueños del balón: el futbol no es negocio.