Sociedad y Justicia
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La violencia que vive el país ha impactado en las aulas y en los patios, señalan

Aumento del bullying, consecuencia de la profunda descomposición social: maestros

Tarea de escuela, profesores y padres de familia, atender los conflictos en los planteles

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Alumnos de la secundaria Número 7 de Ciudad Victoria, Tamaulipas, se manifiestan para exigir justicia por la muerte de su compañero Héctor Alejandro Méndez Ramírez, de 12 años, quien falleció luego de ser azotado contra una pared por cuatro de sus compañerosFoto Pablo Martínez Borrego /Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de mayo de 2014, p. 40

El entorno social de violencia y la desintegración familiar que genera la migración de miles de mexicanos que huyen de la inseguridad se reflejan en las aulas y los patios escolares, afirmaron profesores de Michoacán, Distrito Federal y Guerrero, quienes consideraron que el incremento en los casos de acoso escolar (bullying) es producto de una profunda descomposición del tejido social.

Señalaron que los maestros también se ven afectados. Hay docentes que están solicitando cambios de adscripción porque en zonas, como Tierra Caliente, en Guerrero, la situación es insostenible. Ramos Reyes, secretario general de la sección 14 de esa entidad, indicó que están amenazados; los presionan para que entreguen 10 mil o 15 mil pesos en determinada quincena.

Dirigentes sindicales y profesores de grupo señalaron que los alumnos no sólo tienen un comportamiento más agresivo que propicia la violencia entre pares, sino que “ya no sueñan con ser ingenieros, doctores o abogados. Ahora quieren tener la troca, viajar armados y con la música a todo lo que da. Con todo lo que ven en las calles, han ‘aprendido’ que la forma de resolver un conflicto pasa por eliminar al otro”.

En entrevista, coincidió con sus pares del magisterio disidente en el Distrito Federal, Enrique Enríquez, y Juan José Ortega Madrigal, de Michoacán, en que atender los conflictos escolares, entre ellos el acoso, es una tarea de maestros, escuela, padres de familia y sociedad, a fin de consolidar valores como la tolerancia, el respeto y un cambio de actitudes.

Sin embargo, señalaron que el Estado debe garantizar las condiciones mínimas para una convivencia entre las familias, situación que no ocurre, porque vemos una violencia sin control, afirmó Enríquez.

Ortega Madrigal responsabilizó a los tres órdenes de gobierno del deterioro del tejido social, así como de la falta de empleos y salarios dignos, lo que obliga a los padres de familia a dejar la responsabilidad del cuidado de sus hijos en otros sectores. El deterioro de la gobernabilidad ha tenido un costo social muy elevado, advirtió.

Francisco Bravo, profesor con 30 años de servicio y ex dirigente del magisterio disidente en la capital del país, afirmó que el bullying no surge en la escuela. No es un fenómeno de generación espontánea, sino una manifestación de la crisis social y de inseguridad.

Señaló que actualmente el comportamiento de los alumnos es más agresivo en las escuelas, producto de lo que ven en la calle y en los medios de comunicación. Desde edades muy tempranas son testigos de la descomposición de la sociedad y de las instituciones que deberían poner un alto a tanta violencia.

Eugenio Rodríguez, maestro de la sección 18 de Michoacán, afirmó que el ambiente de violencia en la entidad ha tenido un impacto en los alumnos. En su lenguaje cotidiano está la presencia de la muerte, así como en sus juegos, en las noticias que escuchan y que comentan; empieza a ser algo que ven con naturalidad.

Se percibe, añadió, que hay una desvalorización de la vida humana, más insensibilidad. Han aumentado las agresiones en los patios escolares, a lo que se suma los efectos de la migración.