Sociedad y Justicia
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Revelan estadísticas que más de 12 millones de personas en el país son fumadoras

Al menos un millón de mexicanos padecen EPOC y no lo saben

Los jóvenes consumen cigarrillos a edades más tempranas, advierte un especialista del INER

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Según expertos, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica se detiene con dejar de consumir cigarros. El próximo 31 se celebrará el Día Mundial sin FumarFoto Carlos Ramos Mamahua/archivo
 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de mayo de 2014, p. 31

Alrededor de un millón de personas en el país andan en las calles con un poco de falta de aire, a lo que restan importancia, pero se debe a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que padecen sin saberlo. De seguir así, en los próximos 10 o 20 años necesitarán un tanque de oxígeno y una batería de medicamentos para ayudar a sustituir la función de sus pulmones. Son los fumadores de más de 15 cigarros al día, quienes no se han dado cuenta que, a causa de ese mal, su vida está en peligro.

Si en este momento dejaran de fumar, como por arte de magia se desvanecería el riesgo, la maldición de convertirse en individuos con insuficiencia respiratoria. Dejar el cigarrillo es la intervención más importante para mejorar la salud y la calidad de vida, aseguró Raúl Sansores Martínez, jefe del Departamento de Investigación en Tabaquismo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) Ismael Cosío Villegas.

La EPOC se detiene con sólo apagar el cigarro, pero también disminuye el riesgo de sufrir una afección cardiaca, un infarto al miocardio o de presentar una embolia cerebral. Incluso, de desarrollar cáncer de pulmón y otras enfermedades. Reducir el número de fumadores significa, explicó el especialista, que el país goce de salud y se prevengan inversiones cuantiosas en atención médica y hospitalaria, así como el caos familiar que este tipo de padecimientos traen a las familias.

En entrevista, con motivo del Día Mundial sin Fumar (31 de mayo), Sansores Martínez señaló que ningún país cuenta con una estrategia para ayudar a los fumadores a dejar la adicción. México tampoco, aunque tenemos todo para hacerlo; sólo falta voluntad .

Ésta, indicó, se debe traducir en acciones efectivas para hacer cumplir la Ley General para el Control del Tabaco, vigente desde 2008, y su reglamento, así como realizar campañas efectivas de prevención y disponer de servicios médicos accesibles para las personas que quieren dejar ese hábito.

Sabemos que la probabilidad de que un fumador intente dejar el cigarro depende de que conozca y tenga cerca una clínica de tabaquismo. El problema, señaló, es que estas unidades están paradas, no hay suficientes para atender a los pacientes y las existentes requieren mantenimiento, recursos y medicamentos.

El investigador puso el ejemplo, incluso, de la clínica del INER. Está al sur de la ciudad, en la zona de hospitales. Labora de 8 a 14 horas, de lunes a viernes. Para alguien que vive en el norte de la ciudad, venir hasta acá implica que deje de trabajar. Por eso tiene que haber más clínicas, horarios amplios de atención, si realmente queremos que dejen de fumar.

El país debe desearlo, indicó. De acuerdo con las estadísticas más recientes, unos 12 millones de personas en México son fumadoras; alrededor de 8 millones tienen más de 40 años de edad, y de éstos por lo menos un millón (podrían ser el doble) ya tienen EPOC en etapas iniciales y no lo saben.

Sansores Martínez comentó que, vistas en conjunto, las medidas que se han emprendido para erradicar el tabaquismo colocan a México a la vanguardia. Aunque pequeños, los pictogramas en las cajetillas de cigarros cumplen su función para al menos hacer que los fumadores piensen en la posibilidad de dejar ese hábito. Con ello logramos el objetivo. Lo que falta es todo lo demás para ayudarlos a conseguirlo.

También falta fortalecer las acciones para que los jóvenes desistan de empezar a fumar. Algo pasa, porque si escuchan sobre los daños a la salud asociados con el tabaco, el riesgo de EPOC y cáncer, las estadísticas de enfermedad y muerte, ¿por qué encienden el cigarro?.

Las estadísticas señalan que cada vez más adolescentes se inician en el hábito y a edades más tempranas, alrededor de los 14 a 15 años, apuntó.