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El rumbo se perdió cuando la redacción se puso en manos del SNTE, dice el director de la AML

Desastre, el panorama de los libros de texto, advierte Jaime Labastida

Tienen errores no sólo ortográficos, sino de método y pedagógicos

Habrá nuevos: Chuayffet

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El titular de la SEP, Emilio Chuayffet, y el director de la Academia Mexicana de la Lengua, Jaime Labastida Ochoa, al término de la ceremonia donde se presentaron los resultados de la revisión de los libros de texto gratuitosFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de mayo de 2014, p. 36

Las deficiencias encontradas en los libros de texto gratuitos se derivan de que, en determinado momento, su redacción se puso en manos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Ahí es donde se perdió el rumbo, consideró Jaime Labastida Ochoa, director de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), quien destacó que no sólo se detectaron errores ortográficos, sino de método y pedagógicos.

Al presentar ante el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet, el balance del proceso de revisión de 86 textos de preescolar y primaria, cuya etapa se dio por concluida, señaló que los materiales están orientados hacia todo lo que puede ser evaluado y cuantificado por el profesor en un examen. Una educación así necesariamente fracasa; hay un panorama de desastre, apuntó.

Consideró que es necesario elaborar nuevos planes y programas de estudio, tarea en la que, dijo, la AML está dispuesta a acompañar a la SEP, y propuso que se abandone un modelo de formación enciclopédico y se opte por la enseñanza funcional.

Menos materias, pero más énfasis en la duda y la imaginación; menos horas de clase dedicadas al aprendizaje de conocimientos que se adquieren por medios electrónicos, pero más horas de lectura al día, subrayó.

Reunidos en el salón Coro Alto de la dependencia federal, Chuayffet aseguró que a partir del próximo ciclo escolar los niños de primaria contarán con nuevos libros en materias como español, historia, educación cívica y ética, arte, y educación física, así como volúmenes de lectura y nuevos materiales para prescolar.

Alba Martínez Olivé, subsecretaria de Educación Básica, detalló que los libros cuyo contenido se detectó no es el adecuado incluyen los materiales para primero y segundo de primaria.

En julio de 2013 Chuayffet reconoció que los materiales que se distribuirían a más de 25 millones de alumnos en el presente ciclo escolar contenían errores imperdonables, pues se detectaron 117 fallas ortográficas. Sin embargo, se imprimieron y distribuyeron 238 millones de ejemplares que aún son utilizados en las aulas de prescolar y primaria del país.

En enero de este año anunció la elaboración de una nueva generación de materiales educativos para las citadas asignaturas, debido a que los vigentes tienen carencia científicas y pedagógicas que ocasionaron daño irreparable a millones de niños. Dichos contenidos fueron elaborados durante la gestión de Fernando González Sánchez, yerno de Elba Esther Gordillo, ex dirigente del gremio magisterial, como subsecretario de Educación Básica.

Hallamos libros cuyo enfoque debería ser generar inquietud, duda, asombro; pero ponen énfasis en lo que puede ser llamado saber, no indagación; se trata de ejemplares que acentúan las respuestas, no las preguntas, indicó Labastida.

En el texto Exploración de la naturaleza y de la sociedad, agregó, es difícil encontrar, si no es que imposible, la palabra razón. La exigencia de un método racional.

Y en los libros de español se pone el acento en habilidades menores, como medir la velocidad de lectura del menor, pero sin insistir en la comprensión de lo leído. En educación física, apuntó, se llega al absurdo de enseñarla de manera teórica, sin exigir la práctica de un deporte.

Tras proponer a la SEP que la Academia Mexicana de la Lengua participe en la elaboración de libros de lectura que despierten la sensibilidad, imaginación e inteligencia de los alumnos, afirmó en entrevista que lo de menos son los errores ortográficos; eso se resuelve con facilidad, lo que encontramos fueron errores de método y pedagógicos.

En cuanto a la investigación que realiza la dependencia para determinar responsabilidades por las deficiencias en los libros de texto, Chuayffet aseguró que es una tarea que realiza el Órgano Interno de Control, la cual, dijo, no es fácil.