Mundo
Ver día anteriorViernes 6 de junio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La acusan de renunciar al islam

Repudio internacional a la condena a muerte a una cristiana sudanesa
Foto
La justicia sudanesas condenó el 15 de mayo a morir en la horca a Meriam Yahia Ibrahim Ishag, de 27 años, acusada de renunciar al islam para convertirse en cristiana. La sentencia fue pospuesta dos años para que pueda alimentar a su hija recién nacida en una prisión cerca de JartumFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 6 de junio de 2014, p. 25

Jartum, 5 de junio.

La comunidad internacional repudió la condena a muerte de Meriam Yahia Ibrahim Ishag, médica sudanesa de fe cristiana, de 27 años, a quien se acusa de haber abandonado el islam. La mujer acaba de tener a una niña en una prisión cerca de esta capital.

El 15 de mayo fue condenada a muerte en virtud de la ley islámica vigente en Sudán desde 1983, que prohíbe las conversiones de fe, lo que suscitó una oleada de indignación. La corte penal la sentenció a morir en la horca, a menos que abjure de su fe y regrese al islam. Ella está casada con un cristiano y, según el tribunal, el matrimonio entre una musulmana y un cristiano es delito.

Tras el nacimiento de su hija, esta semana, la sentencia de muerte fue pospuesta dos años, periodo que le conceden para amamantar a la pequeña.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, entre otros países, han protestado. Amnistía Internacional habla de un fallo aborrecible. El premier británico, David Cameron, llamó al gobierno sudanés para que anule la pena de muerte. El 19 de mayo el gobierno británico convocó al encargado de negocios sudanés a raíz de esa condena.

Los problemas de Ishaq comenzaron en 2013, cuando su hermana la denunció por convertirse al cristianismo y blasfemia.

Además de condenarla a la horca por el delito de apostasía (renunciar a la fe de una religión), la acusada deberá soportar un castigo de 100 latigazos por adulterio debido a que el juez anuló su matrimonio. Su defensa denunció que fue ingresada en la cárcel de mujeres en febrero, donde pudo llevarse un hijo de 20 meses, estando embarazada, y así se le mantuvo encadenada.

Agregó que ya se presentó una apelación de la sentencia.

La mujer será liberada en los próximos días, según los procedimientos legales que serán aplicados por el Poder Judicial y el Ministerio de Justicia, declaró el pasado fin de semana Abdalá Azrag, subsecretario de la cancillería sudanesa, contactado telefónicamente en Londres por medios de prensa.

Sin embargo, las autoridades sudanesas negaron el 1º de junio que Ishag vaya a ser liberada en los próximos días. Señalaron que las declaraciones atribuidas a un responsable del Ministerio del Exterior fueron sacadas de contexto.

Azrag acusó a los políticos europeos de tratar de crear un problema para ocultar los de sus propios países. El funcionario afirmó que el asunto es entre la mujer y su familia, que la ve como una persona que degradó su estatus. Sostuvo que el gobierno no tiene nada que ver con el caso y que la mujer tiene el derecho a abrazar lo que quiera.

Según Amnistía Internacional, Ishag fue criada en el cristianismo ortodoxo, la religión de su madre, dado que su padre, musulmán, estuvo ausente durante su infancia. Posteriormente, la joven se casó con un cristiano estadunidense que vivía en Sudán del Sur. Su esposo, Daniel Wani, insistió en que ella fue criada por su madre e iba a su iglesia y eso no significa que se haya convertido del islam a cristiana.

Antes del veredicto, un jefe religioso musulmán intentó convencerla de volver al islam, pero la mujer dijo al juez: soy cristiana y nunca he cometido apostasía. El juez Abas Mohamed Jalifa declaró entonces: le dimos tres días para abjurar de su fe, pero usted ha insistido en no volver al islam. La condeno a la pena de muerte en la horca.

El islam establece que todos los hijos de un hombre musulmán tienen esa religión, motivo por el cual el presidente del Parlamento Al Fate Essedin, rechazó los argumentos de la mujer, según el diario Sudan Vision.

La situación de los cristianos empeoró sobre todo tras la separación del país de Sudán del Sur en 2011, porque la gran mayoría de los entonces seis millones de cristianos ya no vive dentro de la soberanía de Jartum, sino en el otro país. Más de 95 por ciento de los aproximadamente 30 millones de sudaneses son musulmanes.