Sociedad y Justicia
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El 50% no asiste a la escuela por ayudar a sus familias

En México, más de 3 millones de niños trabajan en el campo
Periódico La Jornada
Viernes 6 de junio de 2014, p. 42

En México hay más de 3 millones de niños que se ven obligados a laborar en el campo. Son, en su mayoría, de escasos recursos y no acuden a las aulas o combinan el trabajo con sus actividades escolares.

En el foro Trabajo infantil y educación: retos, opciones y propuestas, que se llevó a cabo en el auditorio Xavier Schiefer de la Universidad Iberoamericana, especialistas en la materia dijeron que el nuestro “es un país pobre donde los niños por desgracia tienen que trabajar para contribuir a la economía familiar.

“Los menores que no asisten a la escuela por dedicarse a trabajar son una condición contradictoria si se considera que México cuenta con una legislación social de avanzada.

Sin embargo, el último informe del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación señala que hay alrededor de 3 millones de niñas y niños de 12 a 17 años que trabajan extensas jornadas. La mitad de ellos no asiste a la escuela. Este fenómeno afecta más a niñas que a niños, principalmente quienes viven en zonas rurales, de alta marginalidad y a los de mayor edad.

Teresa Rojas Rangel, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, dijo que en el caso de los menores migrantes, se desplazan junto con sus familias para incorporarse a las actividades productivas agrícolas en diversas regiones del país.

Durante su exposición sobre la relación trabajo-escuela para los niños migrantes de origen indígena, Elvia Taracena, investigadora de la UNAM, abundó que el trabajo de los niños en el campo, como forma de colaboración con el grupo familiar, ha sido una de las bases de socialización del niño de origen indígena, quien aprende de esa manera la relación de la tierra con el trabajo y la colectividad.

Empero, la modernización agrícola implica cambios profundos en las condiciones de trabajo de las familias. La participación del niño en el trabajo en estas condiciones se convierte en una experiencia muy difícil, en la medida en que realiza jornadas de trabajo muy largas, lleva a cabo un trabajo repetitivo y está en contacto con productos químicos que puede dañar su salud.

La especialista Taracena dijo que es necesario admitir que la supresión del trabajo infantil no se podrá realizar si no cambian las condiciones sociales de las familias migrantes, pero se puede desde ahora trabajar por sensibilizar a la sociedad.

Al respecto, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, manifestó que ante esta situación las autoridades en lugar de preocuparse por la equidad en el país, que es lo que nos da la esperanza de salir, están hundiendo más al país.