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La Jornada en Brasil 2014

Abucheos a Dilma Rousseff y Joseph Blatter, en la inauguración en Sao Paulo

Por primera vez en una apertura de Mundial no hubo discursos oficiales

Joven parapléjico da la patada inicial

Homenaje a obreros fallecidos en las obras de construcción

Brasil destaca su naturaleza, pueblo y futbol

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Los 50 mil espectadores que tiñeron de amarillo las tribunas del Arena Corinthians vibraron con la música que invadió el sitioFoto Xinhua
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La fiesta incluyó árboles andantes, tambores de Olodum y música de PitbullFoto Xinhua
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Seiscientos sesenta personas participaron en la ceremonia inaugural, la mayoría pertenecientes a escuelas de danza y de circoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de junio de 2014, p. a17

Sao Paulo, 12 de junio.

Después de meses de polémicas y protestas, Brasil inauguró este jueves Mundial con una fiesta que incluyó árboles andantes, tambores de Olodum y música de Pitbull, en una ceremonia algo más austera de lo esperado en un país que prometió emocionar al público desde el primer al último minuto del torneo.

Por primera vez en la historia de la Copa del Mundo, la inauguración no contó con discursos oficiales. Se esperaba que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y la mandataria brasileña Dilma Rousseff dieran la bienvenida a las 32 selecciones y a los aficionados, pero omitieron el protocolo y trataron de pasar inadvertidos, aunque ni así se salvaron de los abucheos.

Los 50 mil espectadores que tiñeron de amarillo las tribunas del Arena Corinthians vibraron con la música que invadió la cancha, mientras bailarines representaban coreografías que mezclaban exóticas flores de la Amazonia y jugadores de futbol.

La ceremonia de 25 minutos se enfocó en lo que los organizadores consideran los tres mayores tesoros de Brasil: naturaleza, pueblo y balompié.

Los tres tesoros fueron representados artísticamente por varios personajes y el elemento central fue una pelota viva, que mostró diversos símbolos durante el espectáculo.

Alrededor de la pelota (de 90 mil celdas LED) se montó una bandera de la felicidad, dividida en cuatro partes, que poco a poco fue despertando para representar la armonía entre todos los personajes de la naturaleza y el ser humano.

El público rugió cuando la cantante brasileña Cláudia Leitte (vestida con un sugerente corpiño de lentejuelas azul), Jennifer López (también con un atractivo body verde de lentejuelas) y el rapero Pitbull (con sus tradicionales gafas de sol, aunque esta vez las completó con una camiseta amarilla de Brasil) salieron de la enorme pelota colocada en medio del campo para interpretar la canción del Mundial We are One (Somos uno).

Los tres demostraron que saben enfrentarse bien a un auditorio populoso y disfrutaron de mucho más protagonismo, tanto en el estadio como en la televisión, mientras Rousseff y otros jefes de Estado presentes apenas se vieron.

Rousseff no declaró inaugurada la Copa y ni siquiera se anunció su nombre en el estadio. Así y todo no pudo escapar de la furia de los hinchas, que la insultaron con fuerza poco antes de comenzar el encuentro.

Con la ayuda de un exoesqueleto, un joven parapléjico dio la patada inicial. El invento, creado por un grupo de científicos liderados por Miguel Nicolelis, permite al paciente abandonar su silla. La idea viene de 2002, cuando empezamos a construir artefactos robóticos con el objetivo de armar un exoesqueleto. A comienzos de 2009, después de que supe que Brasil iba a organizar la Copa, me pidieron ideas para mostrar un Brasil diferente del que se conoce fuera de aquí. Entonces sugerí la posibilidad de hacer una demostración científica para enseñar que Brasil está invirtiendo (en la ciencia) y tiene potencial humano para hacer cosas más allá del futbol, señaló el experto.

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El público rugió cuando las cantantes Cláudia Leitte (vestida con un sugerente corpiño de lentejuelas azul) y Jennifer López (también con un atractivo body verde de lentejuelas) salieron de la enorme pelota colocada en medio del campo para interpretar We are one (Somos uno)Foto Ap

Asimismo, los organizadores realizaron un discreto homenaje a los ocho obreros que murieron en accidentes durante la construcción de los estadios de la Copa.

Después de la presentación del himno oficial, un locutor pidió aplausos para los miles de brasileños y extranjeros que construyeron los 12 estadios mundialistas.

Nuestro pensamiento va para las familias y amigos de los obreros que ya no están con nosotros, concluyó el locutor, al aludir a los ocho fallecidos en accidentes durante la construcción de los estadios, tres de los cuales perdieron la vida en Sao Paulo.

Según el Comité Popular de la Copa, una de las entidades que organizan actos contra el Mundial, la cifra de muertos se eleva a 13, si se consideran los casos de otros cinco obreros que perdieron la vida por problemas de salud sufridos mientras trabajaban en estadios utilizados para entrenamientos de selecciones.

Unas 660 personas participaron en la ceremonia, la mayoría pertenecientes a escuelas de danza y de circo. Apenas pudieron escucharse con claridad las cuatro cuicas, tambores con un característico sonido agudo tradicional que se usan para la samba, con el cual comenzó el espectáculo.

De los colores fríos que vistieron los artistas para representar la parte de la naturaleza, se pasó a los saltos de los capoeiristas y amalgama de músicas de este gigante país (ejecutantes de bailes tradicionales africanos) de más de 200 millones de personas, que acabó sambando en la cancha.

Cada minuto del elaborado espectáculo requirió unas 20 horas de trabajo artístico y se necesitaron 84 horas de ensayo para coordinarlo.

Antes, Rousseff realizó un almuerzo con líderes de varios países y entidades internacionales. Asistieron el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Chile, Michele Bachelet; de Ecuador, Rafael Correa; de Surinam, Desiré Delano Bouterse, y de Paraguay, Horacio Cartes, quien fue criticado en su país por asistir a la Copa, pese a los problemas internos en su nación.

Los presidentes de Angola, José Eduardo dos Santos, y de Gabón, Ali Bongo; el vicepresidente de Ghana, Kwesi Bekoe Amissah-Arthur; el emir de Qatar, Hamad bin Khalifa al-Thani, y el primer ministro de Croacia, Zoran Milanovic, también estuvieron presentes; no se informó oficialmente, pero se esperaba que después todos se trasladaran al estadio.