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La Jornada en Brasil 2014

El funcionamiento colectivo de la albiceleste y la condición de Leo dejaron dudas

Deslucido triunfo de Argentina, que contó con una genialidad de Messi

Al minuto tres Bosnia hizo un autogol

En la recta final los europeos metieron presión al conseguir un tanto y amenazar con el empate

Ángel di María, de lo más destacado

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El esquema del equipo argentino cambió en la segunda parte a un 4-3-3, que Lionel Messi (izquierda) pidió se mantuviera en los próximos partidosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de junio de 2014, p. 2

Río de Janeiro, 15 de junio.

Argentina logró hoy un deslucido triunfo por 2-1 ante Bosnia Herzegovina en su debut en el Mundial. Pese a la victoria, la albiceleste dejó dudas sobre su funcionamiento colectivo y el estado de forma de su máxima estrella, Lionel Messi.

La escuadra sudamericana se adelantó con un gol en meta propia de Sead Kolasinac en el minuto tres y amplió su ventaja en el 64 por conducto de Messi, en la mejor jugada del partido. Vedad Ibisevic recortó en el 84 para los bosnios y puso emoción a la recta final del encuentro.

Con excepción del gol, Messi tuvo una discreta actuación, al igual que una Argentina que nunca fue mejor que su modesto rival –que por primera vez acude a un Mundial– en el duelo de menos calidad hasta ahora en el torneo.

El 1-0 llegó sin que ninguno de los equipos se hubiera asentado en el campo. Un centro de Messi, un cabeceo defectuoso de Marcos Rojo y un rebote aún peor en Kolasinac terminaron con el balón dentro de la portería bosnia.

El tanto anestesió el partido. Durante unos minutos pareció que la albiceleste controlaría sin problemas el juego, pero fue un espejismo.

Lo poco que se vio en la primera mitad lo hizo Bosnia, incluso la anotación.

Le bastó a los europeos con el criterio de Miralem Pjanic, con mantener un poco de orden y presionar la salida para ser más que los bicampeones mundiales, que estuvieron desconectados, imprecisos y sin ideas.

Se esperaba mucho de Messi después de una temporada discreta en el Barcelona. Argentina anhelaba que el crack se hubiera estado reservando para la cita mundialista, el gran título que le falta en sus vitrinas.

Pero el Messi de la primera mitad fue el mismo futbolista apático del Barcelona, casi desinteresado del juego si el balón no llegaba directamente a sus pies.

La desconexión entre líneas impedía además que la pelota pasara por Leo, y cuando lo hacía era lejos del arco.

Sólo Ángel di María, comprometido en ataque y defensa, respondía al nivel que se espera de una de las grandes favoritas al título. Poco reseñable dejó un primer tiempo que desmereció el tono general del certamen, que hasta ahora había ofrecido partidos dinámicos e intensos. Si alguien estuvo cerca de marcar otro gol fue Bosnia, pero ni Izet Hajrovic ni Senad Lulic pudieron batir a Sergio Romero.

Tras el descanso, el técnico Alejandro Sabella dejó fuera a Maxi Rodríguez y Hugo Campagnaro para dar entrada a Fernando Gago y Gonzalo Higuaín.

El 5-3-2 con el que empezó el partido se transformó en un 4-3-3, un dibujo con el que Messi se siente más cómodo.

La mejoría fue leve, pero suficiente para que la Pulga lograra el 2-0 en un fogonazo con el que recordó su mejor versión: recibió 10 metros dentro del campo bosnio, arrancó eliminando a un rival, conectó en pared con Higuaín y colocó el balón junto al poste.

Messi marcó su segundo gol en un Mundial, después del que logró el 16 de junio de 2006 en el 6-0 a Serbia y Montenegro en Gelsenkirchen, en Alemania.

Argentina volvió a su versión off y permitió a Bosnia recuperar terreno. Los europeos pusieron un nudo en la garganta a los miles de argentinos en el Maracaná cuando Ibisevic puso el 2-1.

Finalmente no hubo sorpresa, pero Argentina deberá resolver muchas cosas si quiere volver al mismo escenario dentro de 28 días para disputar la final.