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Diego Sexto, quien labora en el Parque México, presentó máquina para cortar el pelo en casa

Soy el recordatorio del peluquero que tocaba una campana en la calle para anunciarse

En los periodos de altas temperaturas prescindiremos de los calcetines; usaremos bermudas y la mancuernilla y el reloj seguirán siendo distintivos; el elemento más importante será el cabello comenta

La estadística revela que el hombre nos visita 15 veces al año; seis, la mujer, señala

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Retomamos elementos masculinos del peluquero, para que el usuario recuerde al personaje clásico de barbería. Lo retro regresa. De la era del rock al día de hoy, dicen teóricos, no se ha inventado nada en cortes de pelo, afirma Diego SextoFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de junio de 2014, p. 8

Diego Sexto es un peluquero itinerante con 15 años de experiencia que acostumbra trabajar en el Parque México, bajo la sombra de la fronda de los árboles, previa cita. No soy estilista, sino peluquero, que es un profesional que retoma actitudes más clásicas, dirigidas al público masculino, expresó en entrevista durante la presentación de una máquina para cortar el cabello en casa.

Agregó que los peluqueros también se vuelven aliados de las mujeres. “Para ello me remito a Mauricio Garcés en la película icónica Peluquero de señoras. También podemos acercar elementos clásicos a la estética femenina”.

Entre tijeras y peines, su actualización es permanente: “Las tendencias de corte de cabello para los hombres en 2014 van a estar acompañadas de mucha naturalidad; vamos a mezclar los espacios privados con los públicos. Obviamente, están cundiendo los muy casuales. Vamos a encontrar colores con grandes referencias hacia la naturaleza, con tonos muy intensos; texturas. Los deportistas van marcando sus gustos. Los orígenes étnicos son otra característica que va a definir al hombre contemporáneo.

“Los periodos con altas temperaturas determinarán que la ropa se contraiga un poco. Va a predominar el algodón... todo en afán de la comodidad. No hay ningún miedo al color y prescindiremos de los calcetines; usaremos bermudas, pero no descuidaremos lo clásico y utilizaremos el pañuelo, la corbata, la mancuernilla, el reloj. Seguirán siendo distintivos, pero se romperán formas, pues el pañuelo podrá ir atado al cuello.

Las sandalias y alpargatas adquirirán una nueva dimensión. Los profesionistas dejaremos de llevar portafolios, para regresar a la mochila. El bolso de mano será un recordatorio de los elementos tecnológicos, los cuales rodean nuestra vida contemporánea.

Diseños para dar mantenimiento

Afirmó: “El elemento más importante será el cabello. Lo que va a dar el toque masculino es el crecimiento del vello facial, en contraste con un hombre que va depilado o con el pelo corto. Por ello, los profesionales de este ramo debemos crear cortes que los hombres les puedan dar mantenimiento. Cada aquien va a hacerse responsable de su look.

“Esa es la tendencia, en la que encontramos caras alargadas, ovaladas, redondas, cuadradas, rectangulares. Una cara redonda la podemos alargar con un poco de vello facial. En el caso de los deportistas habrá la inclinación a los cabellos cortos. Esto tiene fines prácticos, para que el hombre se presente en el mundo comercial.

Podemos ver los laterales muy pelados, con la parte frontal y de la coronilla para dar un acabado contundente. Esta es la tendencia desde hace más de una década. Hay que buscar el estilo, el volumen, las opciones, para acomodar. Los referentes culturales tienen un dejo de rock, de punk. La gracia es buscar lo que se acomoda a cada quien. No todo es para todos.

Diego agregó que es peluquero desde hace años. “Esto es, a partir del paro en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es más, soy el resultado de una cuestión política, de un encuentro sociopolítico, más que de la moda. Tuve que buscar una opción al quedarme sin Universidad Nacional, donde quería estudiar letras hispánicas. Sí, entiendo: hay una gran diferencia entre el oficio que hoy desempño y la carrera que quería estudiar. Elegí la peluquería, porque tiene cualidades para relacionarse con las personas. Es un negocio que permite una retribución noble y las técnicas se pueden difundir ampliamente.

Ahora presento una cortadora de pelo, pero en mi caso lo veo como una relación entre producto-trabajo y las diferentes identidades que encontramos en este país. Una de las maravillas al descifrar el mapa genético mexicano es saber que somos muchas tribus mezcladas, lo cual se refleja en las texturas de nuestros cabellos, lo cual hace que los profesionales de la belleza desarrollemos técnicas que hablen de nuestra identidad.

El paro que ocurrió en 1999-2000 cambió totalmente la dirección de mi vida, dándome y creándome otras oportunidades laborales. Hoy, de la creación del punk al hágalo usted mismo, la manera de consumo nos lleva a cada vez ser más responsables con nuestro paisaje facial. También vamos aceptando la imperfección, el feísmo, que están brincando del mundo del arte para incorporarse a nuestras vidas.

–¿El fenotipo del mexicano permite establecer tendencias o se copia lo extranjero y los cortes son de acuerdo con apariencias de otros países?

–Regionalizar las tendencias también permiten crear una comunicación y un mensaje claro. Ya no nos engañamos tan fácilmente con las tendencias que ocurren en Europa. La globalización permite al hombre contemporáneo distinguir y reconocer que lo que pasa en otro lado del mundo no es necesariamente lo mejor para él.

–¿Un mexicano varón cuántas veces al año se corta el pelo?

–La estadística señala que el hombre va 15 veces, en promedio, al año, contra las seis, máximo, de la mujer, la cual hace una mayor derrama de dinero al someterse a tratamientos y procedimientos. El hombre al acudir 15 veces con el peluquero significa un ser muy redituable como mercado, que abarca desde adolescentes hasta adultos contemporáneos.

–¿Ha cortado el pelo a artistas y políticos?

–He tenido la gran suerte de trabajar para mucha gente de cine y de otros sectores, pero lo que realmente valoro y me ha dado la credibilidad es la gente real: el ama de casa, el estudiante, el indígena, la bailarina.

–¿Qué piensa de la trenza?

–La trenza es una gran tendencia que se ha reinterpretado a todos niveles, en todos los actos sociales, de moda, en las bodas, en los desfiles. La trenza no es más que la identidad directa, como en estas tierras nos reconocemos; es nuestra realidad genética que nos acompaña y que define perfectamente nuestro proceso de colonización.

Servicio sobredimensionado

–¿Cuánto gasta el mexicano en cortarse el pelo?

–El fenómeno de la estética es que está sobredimensionado el servicio. En algunos casos encontramos sectores de la sociedad que pagan precios muy sobrevalorados por el mismo resultado. Máquinas como la que presentamos ahora son útiles para quien no puede salir de casa fácilmente, por problemas de salud, por edad..., y que tiene que cortarse el cabello en su hogar, muchas veces solo.

–Las peluquerías de barrio están desapareciendo y predominan las llamadas estéticas, en un uso que a los filósofos les molesta.

–Los estilistas retomamos elementos masculinos del peluquero, para que el usuario recuerde al peluquero clásico de barbería. Los sectores de la industria cosmética no pierden de vista todos estos factores. Yo doy servicio en el Parque México, debajo de los árboles..

“Soy un recordatorio de cuando el peluquero iba tocando la campana en la calle para anunciarse. Lo retro regresa. De la era del rock al día de hoy, señalan teóricos, no se ha inventado nada en cortes de pelo, sobre todo si vemos los medios del rockabilly, punk, volumen de pelo, casquetes cortos. Todo regresa: la ropa ajustada, el maquillaje... Esta es la llave de la creatividad.

Trabajo con citas, a través de Internet: lapeluqueriaitinerante.com. Yo soy mi propia empresa, en la medida en que me permiten trabajar en esos espacios.