Opinión
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México SA

Economía: eterna espera

Reformitis sin resultados

¿Serenidad y paciencia?

Y

a no es novedad, pero el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) se sumó a la ola de ajustes (a la baja, desde luego) sobre la perspectiva de crecimiento económico mexicano en 2014: de su ya recortado 3 por ciento que no hace mucho estimaba, el organismo lo redujo a 2.6 por ciento (y aún falta por transcurrir la mitad del año del despegue), siempre y cuando los vecinos del norte ayuden a la causa.

Por allá de diciembre, ¿qué quedará de la proyección original del actual gobierno? Quién sabe, pero hasta el prometedor ministro del año ya se vio en la penosa necesidad de pintar su raya y aceptar que la reformitis aguda no implica cambios instantáneos, porque reformar no es hacer magia. Qué raro, porque eso es precisamente lo que prometieron antes de que el muy servicial Congreso aprobara todo lo que desde Los Pinos le enviaron.

Habrá que ser pacientes y serenos, dicen en Hacienda, por mucho que los mexicanos acumulen más de tres décadas en espera de resultados luego de que todo en este país fue reformado y modernizado. En vía de mientras, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) señala que en abril pasado la actividad industrial en México registró una marcada desaceleración en su ritmo anual de crecimiento, al pasar de 3.8 por ciento en marzo a un descenso de 0.6 por ciento en el cuarto mes del presente año, siendo esta cifra la más baja desde noviembre de 2013, donde se dio un retroceso de uno por ciento.

El resultado de abril, apuntó, fue consecuencia de la baja en todos los componentes de la actividad industrial, excepto en generación de electricidad y suministro de agua y gas que tuvo un avance de 1.6 por ciento. El sector de la construcción continúa siendo la principal causa de estos resultados, pues durante 17 meses consecutivos ha mostrado tasas negativas de crecimiento (-2.6 en abril). Para el caso de la minería y manufacturas la disminución fue de 0.1 por ciento.

El IDIC considera que a pesar de la reducción en la tasa de crecimiento del sector industrial, su tendencia y ciclo económico manifestaron una evolución positiva. La razón de lo anterior es atribuible a dos factores: una reducción de las variaciones negativas, pues se siguen presentando contracciones en la actividad industrial pero se ha moderado su ritmo de desaceleración; y la capacidad potencial del sector aumentó a un ritmo inferior a que se tenía en meses previos.

Esto último, anota, implica un significado adverso: la acumulación de maquinaria y equipo, de infraestructura y de capital humano aumenta más lentamente. Ello hace que, en apariencia, la producción observada sea similar a la capacidad potencial de las empresas. Sin embargo esto es producto de que la inversión de las mismas se ha detenido y que están utilizando su capacidad ya instalada, lo cual sólo es positivo en la coyuntura, en el largo plazo lo único que eleva la productividad es que la capacidad potencial aumente por medio de nuevas inversiones, algo que de momento no ocurre.

Como resultado se tiene que su avance es favorable pero aún insuficiente para superar el prolongado estancamiento en que se encuentra desde mayo del 2012. Además, desde diciembre de dicho año el promedio de crecimiento de las tasas anuales es de menos 0.3 por ciento. Solamente en siete ocasiones se han tenido variaciones positivas, pero donde cinco de ellas han sido menores a uno por ciento. En dicho periodo únicamente resalta el crecimiento de abril de 2013 con 2.7 por ciento de avance y el correspondiente a marzo del presente año, con 3.8.

Por lo que toca al sector de las manufacturas, este sector no presentaba resultados negativos desde hace 10 meses y los subsectores que lo componen presentan en su mayoría retrocesos significativos. Probablemente ello se deba al factor estacional del mes de abril el cual tuvo la Semana Santa y con ello menos días laborales.

De los 20 subsectores que componen la industria manufacturera, sólo cinco mostraron avances en su desempeño: transporte (9.2 por ciento), impresión (3.8), metálicas básicas (2.3), bebidas y tabaco (2.3) y productos metálicos (0.4); los 15 restantes tuvieron tasas negativas, siendo la industria textil y la maquinaria y equipo donde se presentaron las disminuciones más importantes: maquinaria y equipo (-7.3), productos textiles (-8), cuero y piel (-9.1), vestido (-11.5), insumos y acabado de textiles (-11.8).

En lo que se refiere al sector de la construcción, todos sus subsectores se encuentran a la baja. El peor desempeño lo tuvo la rama de obras de ingeniería civil con un retroceso de 6.2 por ciento, seguido por edificación y trabajos especializados con caídas de 1.6 y 1.3 por ciento, respectivamente. Con respecto a estos resultados, cabe la duda sobre cuál ha sido el impacto del mayor gasto de gobierno ejercido durante los últimos meses en un sector fundamental para el crecimiento económico del país. Ello debe resolverse para asegurar que se cumpla con las expectativas positivas que existen en torno al Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018 presentado durante el mes de abril.

El ciclo de la construcción muestra un desempeño positivo, sin embargo ello es atribuible a la contracción que manifiesta su capacidad potencial: la falta de inversión en el sector ya afecta, de manera estructural, el nivel de producción que puede alcanzar y con ello le resta competitividad y limita el efecto positivo que en los siguientes años tendrá sobre la economía en su conjunto.

En este contexto, señala el IDIC, un aspecto que no debe dejarse de lado es el impacto que lo anterior tiene sobre el mercado laboral. La situación descrita se presentó en un contexto en el que hubo un crecimiento importante en las exportaciones; sin embargo, ello fue insuficiente para generar un mayor crecimiento de la actividad industrial. De hecho, conviven resultados de exportaciones y producción récord en el sector automotriz, con bajas ventas de automóviles y un débil consumo privado en el mercado nacional.

Así, los resultados económicos muestran que una estrategia cimentada en el comercio internacional no es suficiente; en las actuales condiciones del sistema productivo nacional se necesita una estrategia diferente, basada en el fomento al desarrollo industrial y en la generación de servicios de alto valor agregado; es necesario incrementar la producción realizada en México.

Entonces, serenos y pacientes, que según el ministro del año no hay prisa.

Las rebanadas del pastel

Brasil 0, Memo Ochoa -6.

Twitter: @cafevega