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EU: otro tijeretazo

No más bombones

¿Futuro promisorio?

L

os mexicanos deberán esperar cuando menos oootrooooo año para –eventualmente– gozar de las mieles primermundistas sempiternamente prometidas por los reformadores desde hace ya más de tres décadas. Todo apunta a que en materia económica este 2014 será igual de raquítico que en 2013,y que el ministro del año de nueva cuenta saldrá a decir que (ahora sí, se los juro por ésta) en el próximo ejercicio fiscal se echarán a andar los motores del cambio, los motores para poner a México en movimiento, con una gran prioridad, que es que crezca y crezca más.

En 2014, ese México de futuro promisorio (Videgaray dixit) afronta una realidad muy distinta al discurso oficial, aquel que asegura que la economía nacional crecerá más que nadie en el mundo. Más allá de que el FMI, la Cepal y el Banco Mundial recortaron sus respectivas estimaciones sobre el crecimiento económico mexicano y que lo ubican entre los escalones 15 y 18 de 33 posibles en América Latina, los vecinos del norte le acaban de aventar un balde con agua fría al ministro del año.

Los gringos no pudieron repetir el detalle mundialista, el bombón que a México regalaron para que sus ratoncitos verdes llegaran a Brasil 2014, y ya recortaron su propia perspectiva de crecimiento económico para 2014, en la que estaban puestas todas las esperanzas del ministro del año en eso de echar a andar los motores del cambio, los motores para poner a México en movimiento.

En la lógica gubernamental, como lo de adentro no sirve ni le interesa, si crece el vecino del norte, nosotros también lo hacemos, y en esa tesitura las apuestas del futuro promisorio se cargaron hacia ese lado. Sin embargo, la Reserva Federal de Estados Unidos apestó el plan, porque decidió recortar su de por sí limitada estimación sobre el crecimiento económico en esa nación: del originalmente esperado 2.8 por ciento, su perspectiva se redujo a 2.3 por ciento, y descontando.

Entonces, el futuro promisorio se mantendrá en lista de espera, como lo ha hecho por treinta y dos largos años, mientras las reformas cuajan (en el supuesto de que algún lo día lo hagan). Así, en este fabuloso 2014, de acuerdo con la más reciente proyección del Banco Mundial, la economía mexicana crecería menos que la haitiana, la guatemalteca, la hondureña y la beliceña, por citar sólo algunos ejemplos. Ello, desde luego, en espera del siguiente recorte.

Mientras tal futuro toma forma, el propio Banco Mundial revela que el gran logro derivado del incontable paquete de reformas aprobado en México a lo largo del presente siglo (el cambio de Fox, el para vivir mejor de Calderón y lo que va del México en movimiento de Peña Nieto) se traduce en una terrorífica tasa promedio de crecimiento anual de 1.18 por ciento (incluida la estimación para 2014).

Cómo estarán de bien las cosas, que el citado promedio anual resulta aún inferior al registrado en los primeros catorce años del siglo XX mexicano (1.22 por ciento, de acuerdo con la estadística histórica del Inegi), cuando, gracias a los científicos, la nación comenzó a convulsionarse hasta el estallido revolucionario. De ese tamaño ha sido el resultado.

En vía de mientras, el Banco Mundial ofrece una suerte de corte de caja latinoamericano al cierre del primer trimestre de 2014, en el que advierte que los datos de Brasil, México y Perú apuntan a una actividad económica floja debido a una variedad de razones, tales como la disminución del PIB de Estados Unidos (que ahora, en junio, vuelve a recortarse) relacionada con las condiciones climáticas, la desaceleración de China y el reciente aumento tributario en México.

A pesar de todo, el organismo financiero (promotor de la reformitis en la región) considera que se espera que el crecimiento regional se fortalezca sostenidamente de 1.9 por ciento en 2014 a 2.9 en 2015 y 3.5 en 2016. La recuperación que están experimentando los países avanzados fomentará progresivamente las exportaciones regionales, así como también el aumento de los ingresos por concepto de turismo y de remesas hacia la región. Además, la depreciación de las monedas locales en gran parte de la región ayudará a los países a obtener una mayor participación en el mercado a medida que se acelera el crecimiento del comercio mundial.

En cuanto a los riesgos, el Banco Mundial advierte que las proyecciones regionales están condicionadas por una serie de riesgos de deterioro de la situación. Una desaceleración abrupta o desordenada en China podría generar una disminución repentina y prolongada en los precios de los productos básicos, hecho que erosionaría los ingresos regionales y fiscales por concepto de exportaciones. Actualmente, Venezuela experimenta alta inflación junto con una serie de otros desequilibrios macroeconómicos y distorsiones microeconómicas, y podría enfrentar una contracción y disminución aguda de las inversiones. Se espera que Brasil continúe con un entorno de crecimiento lento pero positivo a corto plazo.

El pronóstico básico del organismo financiero considera que el crecimiento de las economías latinoamericanas experimentará una desaceleración leve este año y una mejora gradual en 2015 y 2016. Dada la naturaleza sistémica de estas economías dentro de la región, una desaceleración más abrupta de lo esperado en una o más de una de las mayores economías de la región tendría efectos residuales en el crecimiento de todas las demás. La principal preocupación es que el crecimiento reducido a largo plazo se convierta en la nueva normalidad. Las reformas estructurales orientadas a mejorar la calidad de la fuerza de trabajo y fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación, entre otras, ayudarían a evitar que el crecimiento a menor ritmo se convierta en la nueva normalidad, según dice.

Las rebanadas del pastel

Para documentar el éxito de la Secretaría de Desarrollo Social: “unos 60 pobladores de la comunidad de Alcholoa en el municipio de Atoyac, Guerrero, bloquearon la carretera Acapulco- Zihuatanejo para exigir al gobierno federal y al estatal que depositen los fondos de las tarjetas para la adquisición de enseres domésticos, que la Sedesol les entregó hace un mes. El grupo de manifestantes se plantó con pancartas, en las que se leían: ‘presidente Peña Nieto nos dieron las tarjetas sin fondos. Ya son ocho meses y nada’, ‘nos dieron atole con el dedo, queremos que nos cumplan’, ‘presidente Peña Nieto cumpla lo que promete’ y ‘Peña Nieto las tarjetas no tienen fondos cúmplanos’” (La Jornada Guerrero).

Twitter: @cafevega