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México SA

Cae economía de EU

El motor se apaga

Videgaray: acto de fe

P

or segundo año consecutivo el gobierno mexicano augura que la otra mitad de este 2014 traerá consigo un muy buen resultado económico para el país, pues espera mayor crecimiento en el vecino del norte, lo que sería el principal factor de impulso para la recuperación interna. Esa fue su apuesta en 2013, pero el vaticinio falló y todo apunta a que en el presente año también.

Atornillado a lo que allá suceda, las veladoras gubernamentales se mantienen encendidas en espera de que la economía mexicana –que va de recorte en recorte– reciba respiración artificial y una que otra transfusión del vecino del norte. Logrado ese objetivo, la reactivación sería cuestión de horas, y lo demás peccata minuta, siempre de acuerdo con la versión de los neocientíficos instalados en Hacienda.

Pero más allá de ese acto de fe, el problema real es que la economía estadunidense (salvadora de la mexicana y motor mundial) recién registra su peor comportamiento desde el terremoto económico-financiero de 2009, al retroceder 2.9 por ciento en el primer trimestre del año, es decir casi tres veces más de lo originalmente estimado por el Departamento de Comercio de aquella nación.

A finales de mayo, esa institución del gobierno estadunidense estimó que el producto interno bruto de su país reportaría un descenso de uno por ciento en el primer trimestre de 2014, el peor desempeño desde igual lapso de 2011. Sin embargo, en una revisión más profunda el organismo aceptó que la caída real resultó mucho mayor (2.9 por ciento) a la originalmente prevista, la peor desde el periodo enero-marzo de 2009, algo que a todas luces no contribuye, ni tantito, a que se haga realidad la cábala del ministro del año y amigos que le acompañan.

Sirva de contexto que en el último trimestre de 2013 la economía del vecino del norte registró un avance de 2.3 por ciento; tres meses después se canceló cualquier posibilidad y el registro fue de una caída de 2.9 por ciento. No es gratuito, pues, que dos semanas atrás el propio Fondo Monetario Internacional recortara su estimación sobre el crecimiento estadunidense (de 2.8 a 2 por ciento). De hecho, el organismo recomendó al gobierno estadunidense a implementar reformas estructurales que apuntalen su maquinaria productiva para reponer su capacidad de generación de empleos, y a aumentar el salario mínimo por estar rezagado desde la crisis.

Lo anterior, desde luego, tuvo efectos inmediatos para el de por sí enclenque futuro económico mexicano: la citada caída estadunidense motivó al Bank of America Merrill Lynch a recortar la estimación sobre el comportamiento del producto interno bruto nacional para 2014. Lo revisamos a la baja: de 3 a 2.6 por ciento, debido al recorte de nuestro pronóstico de crecimiento del PIB para Estados Unidos de 2.3 a 2 por ciento, exportaciones petroleras menores a las esperadas (-12 por ciento interanual en el primer trimestre de 2014), y un impacto ligeramente más negativo de lo esperado de la reforma fiscal (La Jornada, Roberto González Amador).

De cualquier forma, nada de lo citado altera a los neo científicos de Hacienda ni empaña los anteojos color de rosa que utiliza el ministro del año. Aquí, dicen, todo funciona de maravilla y, por lo mismo, pronostican un futuro promisorio, y si la realidad indica lo contrario, pues ella es la equivocada.

Sin embargo, la lectura no es la misma en otras latitudes. La Jornada informa que el frenón de la economía mexicana se extendió más allá de marzo, y prácticamente concluida la primera mitad del año, el panorama se ha deteriorado, consideraron analistas financieros, en un momento en que continúa la revisión a la baja de la previsión de crecimiento para 2014, por parte de analistas y especialistas del sector privado. La economía mexicana mostró signos de deterioro en el primer semestre del año, que el pasado 6 de junio llevaron al banco central a reducir la tasa de referencia de 3.5 a 3 por ciento anual, dado que se prevé un periodo prolongado en que la economía crezca por debajo de su potencial.

En una encuesta de expectativas económicas realizada por Banamex, en la que participan 27 grupos financieros nacionales y extranjeros, la previsión de crecimiento para 2014 fue reducida a 2.7 por ciento. Al comienzo de año, ese mismo grupo de expertos situaba el pronóstico en 3.8 por ciento. Con una pausa en febrero, la previsión promedio de crecimiento económico para este año ha sido reducida por los expertos que participan en la encuesta elaborada cada mes por Banamex. En la última muestra la cifra más baja es la de Monex, que prevé para 2014 un aumento del PIB de 1.9 por ciento, y la más alta de CIBanco, que la sitúa en 3.2 por ciento. A corto plazo nuestra perspectiva para la economía mexicana se ha deteriorado, por lo cual reducimos nuestro pronóstico de crecimiento del PIB de 2.9 a 2.6 por ciento en 2014, expuso Isaac Velasco, de Ve por Más”.

Tal encuesta no considera el informe divulgado ayer por el Departamento de Comercio, es decir, aquel que revela la caída de 2.9 por ciento en la economía estadunidense en el primer trimestre de 2014, de tal suerte que la tijera de los grupos financieros nacionales y extranjeros se mantiene presta y afilada para continuar con su trabajo de recorte y confección de la economía mexicana.

Y si de ver todo rosa se trata, nada mal lo hacen en Petróleos Mexicanos y en la Procuraduría General de la República. Tras hacerse público el fraude de Oceanografía a Banamex, el director de la paraestatal, Emilio Lozoya, y el procurador Jesús Murillo Karam, aseguraron que se trataba de un asunto entre particulares que no toca a las instituciones del Estado mexicano y no afecta al erario.

Pues bien, léase y compárese: “el caso Oceanografía puso en riesgo la operación de Petróleos Mexicanos; por eso el gobierno federal intervino de manera inmediata la empresa naviera, ya que de no haber continuado con la transportación de hidrocarburos la paraestatal hubiera tenido que suspender sus actividades por más de 30 días, revelaron funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional… Al no tener una empresa activa, los hidrocarburos se quedarán almacenados, y se tendría que detener toda la planta petrolera del Golfo de México y de la sonda de Campeche, ya que no habría quién trasladara los productos de la paraestatal… Oceanografía posee 27 por ciento de la flota que Pemex utiliza para trasladar combustible” (La Jornada, Gustavo Castillo).

Las rebanadas del pastel

A la Puri Carpinteyro la agarraron con las manos en la masa. Sólo faltan los 499 diputados restantes, que en eso de los negocios se pintan solos.

Twitter: @cafevega