Capital
Ver día anteriorJueves 3 de julio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Más de 150 viviendas se encuentran en riesgo de derrumbe por las intensas lluvias

En zozobra, habitantes en las laderas de la barranca San Borja

Recuerdan vecinos que antes el agua subía metro y medio y arrastraba sus pertenencias

 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de julio de 2014, p. 35

Durante la temporada de lluvias el temor de los habitantes recorre las laderas de la barranca San Borja, ubicada en la delegación Álvaro Obregón, donde alrededor de 150 viviendas se encuentran al borde del precipicio, en riesgo de caer por algún deslizamiento.

En lo alto imploran que el suelo no se les hunda, mientras abajo viven con la esperanza de que el arroyo no reclame su cauce. Aquí cuando empieza a llover ves a los vecinos asomados en la puerta, si pasa algo la gente que puede sale a ayudar, asegura la señora Estela Alvarado, quien tiene su vivienda justo a un metro del despeñadero.

Se ha ido arreglando poco a poco y se han hecho muros de contención en las laderas. Aún así tenemos miedo, pero no tenemos otra opción, en mi familia somos 15, a dónde nos vamos con tantos. Afortunadamente no hemos tenido un incidente mayor. Tenemos una campanita para correr la voz, expresa.

Las condiciones de la barranca han cambiado con el paso de los años. Su lecho, convertido en una tiradero de basura, se transformó en un huerto urbano y un invernadero, donde se cultivan hortalizas y plantas, pero el riesgo aún persiste.

Los más afectados han sido los habitantes de la parte baja. Ya en alguna ocasión, cuentan, el caudal del agua producido por los escurrimientos se llevó todo lo que estaba a su paso. Aquí el agua alcanzaba metro y medio de altura y se perdían todas nuestras pertenencias. Con las obras de mitigación ya no hay tanto peligro, pero aún hay mucha gente que no entiende y sigue tirando basura, apunta Juana de la Cruz, de la avenida Río San Borja.

El riesgo incluso expulsó a algunos habitantes, como sucedió con la señora Teodora García, quien se mudó a una colonia aledaña. En las lluvias, nada más estaba con el Jesús en la boca. Ahora ya mejoró bastante, pero antes los corredores se convertían en resbaladillas y para subir a gatas, porque se perdían los escalones por el lodazal, recuerda.

Foto
Viviendas en zonas de alto riesgo en la delegación Álvaro Obregón. Las casas fueron construidas en acantilados, barrancas y a orillas del río BecerraFoto Luis Humberto González

De acuerdo con el jefe delegacional de Álvaro Obregón, Leonel Luna, a lo largo de los ocho kilómetros de la barranca, son 150 las viviendas que se encuentra en riesgo de colapsarse, ante un deslave o deslizamiento, pues aún no tienen muros de protección.

Para mitigar este riesgo, en la actualidad se trabaja en la introducción de tubería, para la descarga de aguas residuales, la construcción de muros de contención y el zampeo de taludes.

En riesgo, 80% de la población de Álvaro Obregón

Luna Estrada indica que 80 por ciento de la población de esta demarcación vive en situación de riesgo por distintos factores, ya sea la presencia de minas, taludes y muros inestables, por lo que adelantó que presentará un catálogo con distintos proyectos de mitigación ante la Secretaría de Gobernación, para que se destinen los recursos necesarios.

Esperemos que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tenga la sensibilidad correspondiente. Estamos hablando que la delegación requiere de aproximadamente 500 millones de pesos para invertirlos en la mitigación de los riesgos que se encuentran en mil 500 puntos.

Precisa que cerca de 5 mil personas viven en una situación de muy alto riesgo, mientras que 20 mil y 100 mil viven en mediano y bajo riesgo, respectivamente.

Durante el sexenio pasado, se insistió con el gobierno federal sobre la importancia de que se revisaran y modificaran las reglas de operación del Fondo de Desastres Naturales y del Fondo para la Prevención de Desastres Naturales, sin embargo no hubo respuesta.

Las autoridades delegacionales ya establecieron un protocolo de protección civil para salvaguardar la integridad física y patrimonial de la ciudadanía durante la temporada de lluvias, ya que se incrementan los deslaves en la zona de barrancas y los hundimientos en las de minas.