Política
Ver día anteriorJueves 3 de julio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Gente con menor formación, la más vulnerable, indica estudio

La inestabilidad laboral, factor para el deterioro del bienestar de trabajadores
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de julio de 2014, p. 21

A diferencia de lo que sucedía hace cuatro décadas, actualmente los trabajadores enfrentan mayor inestabilidad laboral, en la cual la falta de derechos, prestaciones y seguridad es una constante.

Un estudio realizado por Fiorella Mancini, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, reveló que en el pasado un trabajador con 30 años de experiencia había tenido una o dos transiciones (cambios de empleo) en su vida laboral, mientras que ahora un joven de 24 años podría haber tenido cinco o seis.

El estudio titulado Asir incertidumbres: experiencias de inseguridad laboral en sociedades latinoamericanas complejas y periféricas –que obtuvo uno de los premios a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2013 que otorga la Academia Mexicana de Ciencias– se basó en entrevistas de profundidad a 30 personas en dos contextos de análisis: Rosario, Argentina, y Monterrey, México. Estas ciudades fueron elegidas por las diferencias que presentan en la estructura de su mercado laboral.

Mancini explicó que la inseguridad laboral forma parte de un proceso de deterioro de las condiciones y percepciones de bienestar que viven los trabajadores a partir de modificaciones en el mundo del trabajo.

Al hablar de los hallazgos, la investigadora indicó que si se comparan los inicios de la trayectoria laboral de un joven actual con los de uno de hace 40 años las diferencias son abrumadoras.

Desde el momento en que obtuvieron su primer trabajo hasta 30 años después, los entrevistados de mayor edad aseguraron haber cambiado una o dos veces de empleo, en tanto que los jóvenes lo han hecho al menos en cinco ocasiones, situación que se presenta en México y en Argentina.

Un segundo hallazgo fue que en sociedades más igualitarias, que tienen a su población más protegida en términos de seguridad social, de prestaciones sociales, de seguro contra desempleo, de jubilación, de planes de retiro, son Estados que tienen muchos más elementos para amortiguar las experiencias de inseguridad.

Otra conclusión es que los factores individuales como edad, género o nivel de educación no son los únicos determinantes de la inseguridad laboral. Si bien los más vulnerables son los que tienen un menor nivel académico, tener formación educativa no garantiza un buen trabajo, ya que muchos reciben bajos salarios y carecen de prestaciones.