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Crisis humanitaria
Desestiman ONG el anunciado programa para la frontera sur

Refleja una política migratoria desarticulada, parece hecho al vapor, precisan activistas

La Bestia será regularizada, anuncia Osorio Chong; México atiende bien a los migrantes, afirma

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Migrantes, incluidos varios menores de edad, a punto de abordar La Bestia en Arriaga, Chiapas, el pasado 26 de junioFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Sábado 12 de julio de 2014, p. 4

El Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, integrado por numerosas organizaciones civiles, advirtió que el programa para frontera sur –anunciado el lunes por el gobierno federal– es el reflejo de una política migratoria desarticulada que mantiene una visión de seguridad social por encima del criterio humanista. Pareciera hecho al vapor, señalaron en un comunicado.

En tanto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció que habrá una regularización del tren de carga que corre de sur a norte de México, conocido como La Bestia, utilizado por los migrantes para llegar a la frontera con Estados Unidos.

No podemos seguir permitiendo que se corran riesgos, que se sigan perdiendo vidas y que nadie haga nada. Esto es parte del anuncio del Presidente (Peña Nieto) de una reforma integral para la atención de la migración en la frontera sur, dijo.

En una entrevista para la radio, el funcionario comentó que el gobierno federal tomará una decisión muy importante, la cual será detallada el martes próximo, a la par de la presentación del titular de la naciente coordinación del gobierno federal para la frontera sur.

Lo que se ve de manera cotidiana en las imágenes (cientos o miles de indocumentados a bordo del tren, del que se reporta lo mismo descarrilamientos que crímenes) dejará de pasar porque es una decisión del Estado mexicano no seguir permitiendo que migrantes de Centroamérica y también mexicanos arriesguen sus vidas arriba de este tren de carga, no de pasajeros.

Osorio dijo a este diario que el coordinador para la frontera sur es una persona que conoce el tema y ya inició reuniones con otros funcionarios del área.

Dijo que México atiende bien a los migrantes, en especial a los menores, en parámetros reconocidos por organismos internacionales. Reiteró que el aumento del flujo migratorio, fundamentalmente de centroamericanos que pasan por México, debe ser abordada de manera conjunta por los países involucrados.

Comentó que la estrategia para el tema de los migrantes sí incluye el criterio de seguridad pero también de alcanzar el ­ordenamiento.

En tanto, una veintena de grupos civiles, con intenso trabajo con migrantes, como Sin Fronteras, Instituto para las Mujeres en la Migración y Servicio Jesuita a Migrantes, señalaron que el plan fronterizo no plantea cambios ante las deficiencias y vicios del modelo de gestión migratoria.

Parte además de planes y parámetros existentes (como las tarjetas de visitante) desde 1997 y 2008, por lo que no tendrá un impacto positivo de la población migrante en tránsito o de destino; por el contrario, genera falsas expectativas.

De la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur y de los Centros de Atención Integral al Tránsito Fronterizo, los grupos civiles preguntan: ¿Por qué crear otras instancias dentro de la Secretaría de Gobernación, cuando ya existe todo un aparato gubernamental para este fin que ha demostrado su ineficacia?

Nada se dijo –agrega el grupo de trabajo sobre política migratoria– de las acciones para garantizar el derecho al debido proceso y el acceso a la justicia de la población migrante, en especial para niñas, niños y adolescentes.

En general, parece que este programa frontera sur sólo es un anuncio más frente a la crisis humana de la niñez migrante y a procesos migratorios cada vez más complejos, como el de familias completas que huyen de la violencia asociada a las pandillas, advierten los especialistas.

Por ello insisten en que es urgente aplicar reformas orientadas hacia el respeto a los derechos humanos de los migrantes y no generar acciones aisladas máxime cuando están desarticuladas de los propios programas gubernamentales emitidos en semanas anteriores.