Sociedad y Justicia
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Reflexionan sacerdotes sobre conductas negativas que se dan en los seminarios

Preocupa a la Iglesia católica el acoso que también existe en la comunidad eclesial

Recomienda especialista a padres preguntar antes de juzgar, y ser firmes, pero sin violencia

 
Periódico La Jornada
Jueves 24 de julio de 2014, p. 37

El acoso en la escuela, la casa, en el lugar de trabajo o incluso en instancias religiosas, en comunidades laicales y eclesiales, es un tema que también preocupa a la Iglesia católica mexicana y considera que dichas actitudes deben modificarse.

Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de Tehuacán, llama la atención sobre el “bullying intrafamiliar”.

“Nuestra experiencia personal, nuestra observación y las noticias diarias nos refieren numerosos hechos de bullying en el interior de la familia. Si ésta vive cargada de violencia, agresividad y desprecio, es natural que el acoso se manifieste en la relación humana de todo grupo social.”

En una reflexión aparecida en el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame), el jerarca expone que de los integrantes de la familia depende que los hechos y amenazas se conviertan en una oportunidad de mejora y llama a que cultivemos una relación positiva y amable en el interior de ésta.

Aparte, Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, en uno de sus escritos semanales toca el tema del acoso intraeclesial y lamenta que este fenómeno ocurra en entornos como seminarios, comunidades eclesiales y laicales y recuerda su experiencia en el seminario.

“Conversando con una joven que aspira a ingresar a una congregación religiosa, me di cuenta de que le estaban haciendo bromas porque es de poco hablar y muy sencilla en su vida.

Recordé que cuando yo era niño, ya entonces en la escuela había compañeros que nos molestaban y nos hacían sufrir. Lo mismo pasó cuando ingresamos al Seminario Menor varios adolescentes que procedíamos de poblaciones rurales, y otros compañeros de la ciudad, con más estudios que nosotros. Ellos se burlaban porque no entendíamos bien las clases y porque no éramos muy hábiles en los deportes; nos ponían apodos ofensivos. A la hora de los alimentos nos quitaban lo que nos tocaba, nos consideraban menos que ellos.

La arquidiócesis de México también criticó en su portal de noticias que los propios padres, muchas veces sin querer, acosen a su hijos al resaltar sólo lo negativo de sus personalidades y no sus cualidades, lo cual afecta su autoestima.

En una entrevista que el Siame realizó a Trixia Valle, directora general de la Fundación en Movimiento, dedicada a la lucha contra el acoso, la experta indica que frases de uso común en los padres como eres un cochino, eres un flojo todo lo haces mal o te voy a acusar, genera personas inseguras, introvertidas y violentas.

Recomienda a los padres preguntar antes de juzgar, convertirse en ejemplos positivos y ser firmes, pero sin violencia.