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La infraestructura en Gaza, pulverizada; destruyen el último generador que funcionaba

Más de 100 palestinos mueren en ofensiva nocturna de Israel

Están decididos a matar a todo el pueblo. Sólo rogamos sobrevivir hasta que esto termine

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El cuerpo de una niña palestina es sacado de entre los escombros de su casa, destruida durante un ataque del ejército israelí en la zona de Jan Yunes, sureste de la franja de GazaFoto Reuters
The Independent
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de julio de 2014, p. 29

Gaza, 29 de julio.

Más de 100 palestinos murieron durante la noche en la venganza de Israel por las pérdidas de días pasados. La destrucción de la infraestructura imposibilita la vida normal. La esperanza de un cese del fuego sobrevivió muy poco. Ambos bandos prometen más muerte y destrucción. Lo peor de todo es una horrenda sensación de normalidad.

Lo poco que quedaba de la despedazada infraestructura de Gaza fue pulverizado por el ejército israelí en una noche de feroces e incansables ataques perpetrados por aire, mar y tierra.

Con intenciones puramente simbólicas y punitivas, fueron arrasados hogares de funcionarios de Hamas en Gaza, incluido el del líder del movimiento, Ismail Haniyeh. Los ataques no hicieron más que acumular más miseria para la golpeada población. La poca electricidad que había desapareció después de que los tanques israelíes dispararon contra el último generador que aún funcionaba.

Funcionarios palestinos se mantuvieron lejos de Shifa, el principal hospital de Gaza, después de que la clínica aledaña fue objeto de un ataque de misiles que causó serios problemas.

Las explosiones traían consigo ecos del pasado; la violenta y fatal repetición del asedio de Israel que sufre Gaza cada pocos años. Nada más que una inútil lluvia de cohetes y represalias, seguida de reconstrucción y la certeza de que todo se volverá a repetir.

Anoche hubo renovados rumores de un cese del fuego, que resultaron falsos. El ataque de anoche contra una planta generadora fue parte de la ofensiva terrestre de Israel, en el contexto de la operación Borde Protector, represalia por el secuestro y asesinato de tres adolescentes judíos a manos de militantes vinculados con Hamas. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que el principal objetivo de la ofensiva es destruir la red de túneles que se han usado para lanzar cohetes hacia territorio de Israel y que ocasionan la infiltración de combatientes hacia territorio israelí.

La misma planta generadora destruida ayer fue hecha estallar hace ocho años, durante la operación Lluvia de Verano. Esto siguió a la captura, por parte de Hamas, del cabo israelí Gilad Shalit. Los israelíes ingresaron a la franja de Gaza para obtener su liberación y también impedir más disparos de cohetes Qassam hacia su territorio, además de desmantelar los túneles que servían para el contrabando.

La semana pasada, una escuela de la Organización de Naciones Unidas (ONU) usada como refugio para desplazados fue bombardeada por un tanque israelí y 15 personas murieron, lo que provocó la condena internacional, así como que Tel Aviv y la ONU intercambiaran acusaciones sobre los planes de evacuación, pues Israel aseguró haber advertido a la organización internacional del ataque.

En 2009, durante la operación israelí Plomo Endurecido, nuevamente el objetivo fue poner fin al lanzamiento de cohetes de Hamas, y en ese episodio hubo recriminaciones similares sobre el bombardeo contra otra escuela de la ONU. El ministerio de Finanzas de Gaza estuvo entre los edificios atacados durante los bombardeos aéreos de ayer, el mismo que fue impactado en 2008.

El asesinato de cuatro niños, hijos de pescadores, muertos durante un ataque aéreo mientras jugaban futbol en una playa fue una de las más conmovedoras de las muchas sangrientas fatalidades que han involucrado a gente joven en el actual conflicto. En 2012 causó indignación que cuatro adolescentes, que jugaban futbol, murieran a causa de un misil justo al final de la operación israelí Pilar de Defensa, lanzada contra Gaza.

Um Hania y Um Mohammed Abu Rigala han sido testigos de una pauta con pocas variaciones desde un punto de vigilancia particular: la casa vecina a la de Ismail Haniyeh en el barrio de Beach Camp, en la ciudad de Gaza.

Nacimos aquí, y vimos crecer a Haniyeh; vimos personas venir a su casa para planear la resistencia contra Israel. Charlaba con nosotros, ha sido muy interesante, dijo Um Hamia, de 60 años.

“Esperábamos que los israelíes bombardearan su hogar desde hace tiempo, pero desaparecía; muchas veces con todo y su familia, y las guerras ocurrían, claro, pero eso ha pasado con el tiempo. ¿Sabían los israelíes que la casa estaba vacía?

Una vez cayeron dos cohetes que no estallaron y esperaron diez minutos antes de hacer volar la casa. Quizá fue una advertencia para nosotros los vecinos. Quizá querían que nos fuéramos. Pero simplemente volvimos a nuestros hogares. No nos vamos a ir de aquí.

Una gran fotografía de Haniyeh ha sido colgada de un poste, en medio de los escombros, cerca de donde ha sido atada una bandera palestina. Um Mohammed, de 57 años, agregó: es una lástima porque fue su hogar durante mucho tiempo. ¿Por qué íbamos a mudarnos del área? Siempre reconstruimos lo que ellos destruyen. No se olviden que nunca han sido capaces de asesinarlo, como asesinan a civiles y a niños.

Diez niños fueron asesinados cuando jugaban, a 500 metros del lugar, el domingo pasado, cuando terminó el mes del Ramadán. A esa hora aproximadamente, la clínica junto al hospital Shifa era impactada por otro misil, lo que causó numerosos heridos.

El ejército israelí y Hamas se han culpado mutuamente por los ataques. Lo ocurrido en Shifa ha tenido consecuencias considerables. Algunos funcionarios que trabajaban ahí han desaparecido, así como altos responsables del sanatorio. Obviamente lo ocurrido ha sido muy preocupante para los trabajadores hospitalarios. Si empiezan a atacar sanatorios, eso quiere decir que todos corremos peligro, señaló el director del nosocomio, el doctor Nasser Tatar.

El mismo hogar de Nasser fue destruido en un ataque aéreo y quiso enfatizar que éste es un nuevo y muy peligroso giro. Los israelíes han impactado hospitales antes en sus ataques contra Gaza, pero nunca antes hubo esta persecusión deliberada de médicos para volverlos objetivos. Mi casa fue un blanco, sabían quién era yo. El personal del hospital trabaja las 24 horas del día, pero cuando terminan sus turnos están en problemas.

Al hacer sus declaraciones a The Independent, el doctor Nasser no había sido informado aún de que el número de víctimas se incrementó violentamente durante la mañana, lo que vino a aumentar la última cifra, contabilizada 24 horas antes. Tampoco sabía cuántos pacientes más habían ingresado a su hospital ni en qué condiciones.

Cinco niños de entre cinco y 14 años fueron asesinados en Breij, en el centro de Gaza, durante la misión israelí de 2009. Hoy hubo reportes de al menos diez personas que fallecieron durante la noche. Al llegar al lugar del ataque, The Independent confirmó que 17 miembros de una misma familia, de apellido Abu Jabr, murieron en un ataque aéreo que aplastó dos edificios. Otras seis personas murieron en operaciones en otras partes de la misma localidad.

La muerta más pequeña de la familia Abu Jabr fue Lena, de dos años de edad; la más anciana fue Hamdan, de 70 años. Dina, de 25, murió embarazada de ocho meses. Yusuf Abu Jabbar, primo de Dina, logró sacar vivas a dos mujeres de entre los escombros.

No hay razón para asesinar a mi familia. Siempre fuimos religiosos, pero ninguno de nosotros ha pertenecido a Hamas o a ningún otro grupo. Mataron a muchos niños. Dina estaba embarazada ¿era ella combatiente de Hamas?, preguntó el hombre.

Fadil Hussein Sharqui recordó las muertes de 2009. Ocurrieron en enero. Murió toda la familia Batran. Había dos niños muy pequeños. Creo que de tres y cinco años, algunos un poco mayores. Creo que los israelíes dijeron que su padre pertenecía a Hamas. Muchos fueron asesinados entonces. El ataque que siguió (en 2012) no fue tan malo, pero este es el peor. Simplemente están decididos a matar a todo el pueblo. Sólo rogamos al cielo sobrevivir hasta que esto termine.

El ejército israelí ha advertido a los residentes de Bureij, vía volantes así como llamadas y mensajes de texto a celulares, que salgan de la localidad. “Eso mismo hicieron la primera vez en 2009. Huimos a Deir Balah y mientras no estábamos los soldados se metieron a nuestra casa y la arruinaron, afirmó Ibrahim Ahmed Moqdad, de 56 años. Hicieron cosas sucias, se robaron cosas, pintarrajearon las paredes con insultos. No me iré esta vez.

Mientras hablaba escuchábamos el eco distante de los cañonazos de los tanques. Va a ser mucho peor por la noche, advirtió su hermano Musaib, de 48 años. Necesitamos irnos. Tú necesitas irte de aquí. Tenemos que estar a salvo. Una casa es sólo una casa. Si la destruyen se puede reconstruir. Nuestra familia lo ha hecho antes, y podemos volver a hacerlo.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca