Cultura
Ver día anteriorJueves 31 de julio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La autora de la novela Ladydi acaba de ser distinguida con dos premios internacionales

Jennifer Clement hace un retrato de la trata de mujeres en las zonas rurales

En México no hay cifras de cuántas niñas y jóvenes han sido desaparecidas o secuestradas

Foto
Jennifer Clement, durante la entrevista con La Jornada, señala que realizó varios viajes a comunidades rurales del país antes de escribir su libro Ladydi, publicado por el sello LumenFoto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Jueves 31 de julio de 2014, p. 6

Considerada como una novela trágicamente hermosa, Ladydi, de Jennifer Clement, escrita con un estilo poético impecable y unos personajes entrañables, aborda el problema de la trata de mujeres que en las zonas rurales de México, la autora fue distinguida con el Sara Curry Humanitarian Award y el National Endowment for the Art.

La escritora Clement, quien nació en Connecticut, en 1960, pero creció y radica en México desde su infancia, hace un crudo y conmovedor retrato de la violencia y el abandono al que se enfrentan las mujeres de las sierras mexicanas, dominadas por los narcotraficantes.

Dignidad y esperanza

Publicada por el sello Lumen, en la trama se entretejen la desesperación, la solidaridad, la dignidad, la amistad y la esperanza. Ladydi cuenta la historia de una adolescente de ojos cafés, que debe aparentar ser un chico para que los narcos no se la roben.

La joven vive en la montañas del estado de Guerrero, “en una tierra sin maridos, sin padres y casi sin hermanos, porque todos se fueron a buscar fortuna al otro lado de la frontera norte. En una tierra donde hay que esconder la noticia del nacimiento de una niña y donde lo mejor que le puede ocurrir es nacer fea, porque en cuanto los narcos tienen noticia de que una adolescente hermosa anda por ahí, se lanzan como buitres en busca de su presa”.

La imagen que conmovió y marcó a la autora, dando origen a la novela, fue cómo las madres de las niñas tienen que esconderlas, cada vez que una camioneta con vidrios polarizados se acerca a sus casas.

El libro nació a partir de dos cuestiones, comparte la autora a La Jornada. Una señora me contó cómo en su comunidad cavaban hoyos en las milpas para esconder a sus hijas. Esa imagen me atrapó. No podía dormir, no lo podía creer. Me imaginaba a esas niñas llenas de terror. Como conejos, escondidas en los hoyos.

La otra imagen, fue haber estado en la cárcel de Santa Martha Acatitla, ubicada junto al reclusorio de hombres y observar la cantidad de visitas que reciben los varones, en contraste con las mujeres, que no recibían casi o ninguna.

La novela Ladydi, que es también el nombre de la protagonista, se divide en tres grandes capítulos. En el primero se narra y describe la infancia y el entorno en el que vive la adolescente, una comunidad cuyo tejido social está desgarrado.

En el capítulo segundo, la historia se desarrolla en el puerto de Acapulco, donde ella se enamora y conoce el destino de una de sus amigas de la infancia que fue robada por los narcos, y la manera en cómo son vendidas las mujeres como esclavas sexuales.

Y el tercero toma lugar en la cárcel, donde es recluida Ladydi, acusada de ser cómplice de un asesinato.

Clement confía en que una de las cosas que se pueda apreciar, sea el dolor, la rabia y la tragedia de la falta de los hombres que las protejan, incluyendo el espacio de la cárcel y no sólo el de las comunidades rurales.

La joven protagonista de la historia dice: En nuestra montaña no había hombres. Era como vivir donde no había árboles... Estar en un lugar sin hombres es como dormir sin soñar.

Lenguaje y uso de metáforas

Antes de escribir la novela, la autora visitó varias comunidades rurales del país. Platicó con madres e hijas. Algunos viajes –reconoce Clement– no estuvieron exentos de ciertos riesgos, los que, sin embargo, prefiere no detallar.

“En México –continúa– no tenemos una metodología, un registro que documente cuántas niñas y mujeres han sido robadas, secuestradas, desaparecidas o traficadas.”

En Estados Unidos, agrega, hay una metodología imperfecta, pero la hay, que da cuenta de lo impactante que es el tráfico de niñas. Nada más en la ciudad de Atlanta las cifras muestran que hay 300 niñas en riesgo cada mes.

Aquí, reitera, no se sabe cuántas niñas han sido robadas, si se encontraron o siguen desaparecidas, si cruzaron la frontera o están muertas: no hay cifras. Muchas organizaciones no gubernametales, cuando tratan el tema, hablan de que no existe una metodología en México para tener claro qué pasa en esas comunidades rurales.

Otro de los aspectos importantes de la novela, concluye Clement, “es el lenguaje y el uso de las metáforas. El cómo convive lo divino con lo profano, lo feo con lo bello. Aunque las entrevistas sobre la novela se inclinan sobre el tema social –destaca–, como escritora siempre estoy en esa búsqueda literaria y poética”, lo que le ha valido ser distinguida con uno de los más importantes premios literario-humanitarios.

Ladydi, cuyos derechos de edición ya han sido vendidos a más de 17 países, será comentada por la escritora y periodista Elena Poniatowska el 21 de agosto, a las 19 horas, en el Centro Cultural Bella Época (avenida Tamaulipas 202, colonia Condesa).