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Ni timidez ni falta de presencia para defender intereses ante EU

Exitoso, el trabajo para la reforma migratoria, pero no alcanzó

La política exterior de México no es la de una agencia de relaciones públicas; se trabaja sin estridencias con Centroamérica y Washington para ampliar los derechos de los indocumentados, darles acceso a servicios de salud y combatir las redes de trata, lo que configura una respuesta integral, afirma

 
Periódico La Jornada
Viernes 8 de agosto de 2014, p. 12

La política exterior de México no es la de una agencia de relaciones pública ni se hace para satisfacer los intereses de otras naciones, advierte el canciller José Antonio Meade.

Asegura que esta administración ha ganado espacios en América del Norte, El Caribe y Centroamérica, pero también en regiones donde hay identidad de retos y causas en las que México participa –en conjunto con otros países–, como parte actuante del reacomodo de los nuevos polos de influencia en el mundo.

Secretario de Energía y luego de Hacienda en el sexenio de Felipe Calderón (PAN) y titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores desde el inicio de la presente administración (PRI), Meade rechaza, a pregunta expresa de La Jornada, que haya tibieza de México frente a actitudes poco amigables de Estados Unidos o que no dispense a los indocumentados centroamericanos el mismo trato que reclama para los migrantes nacionales.

–México parece débil o sumiso ante actitudes agresivas de Estados Unidos.

–No. En esta administración no ha habido ni timidez ni falta de presencia para defender de manera asertiva, puntual y en muy buena medida exitosa, los intereses que tenemos frente a Estados Unidos. Es un trabajo que no sale en los medios, no se hace con estridencia, sino de la mano de la comunidad mexicana. Buscamos el mejor resultado posible, con la mejor estrategia, que en muchas ocasiones implica que el trabajo sea discreto, pero efectivo.

Hay un abismo entre el derecho que tiene el ciudadano y el del migrante. Todos los días, de muy diferentes maneras, buscamos la forma de cerrarlo. El instrumento que tiene mayor capacidad para ello es la reforma migratoria que por primera vez en 30 años aprobó una de las cámaras de Estados Unidos. Hubo un trabajo coordinado, permanente y sistémico con la administración, el Congreso y las comunidades de migrantes. Fue una estrategia exitosa en una primera etapa, que no fue suficiente en ambos lados.

–Esta discreción en el caso de la reforma, ¿es la actitud adecuada?

–Mantenemos diálogo permanente con el Congreso de Estados Unidos, ya que nos interesa que esté bien informado, que sepa que nosotros consideramos que el migrante ha hecho una aportación importante para la economía de su país, la cual debe ser reconocida, y que más allá de eso, independientemente de si el debate de la reforma migratoria era un tema de política interior, a México lo que le interesa es que al migrante se le respeten su integridad laboral y sus derechos humanos.

“No queremos que nuestra estrategia polarice y dificulte el trabajo del migrante en Estados Unidos. Sería injusto que en el ánimo de ganar aquí espacios políticos con el discurso, perdiéramos allá la posibilidad de ayudar a quien lleva 30 años en la lucha y la labor cotidiana para poder disfrutar de un mejor espacio y reconocimiento jurídico.

En nuestro afán diplomático cotidiano, cónsul por cónsul, desde la embajada y desde la Presidencia, lo que está en el centro es cómo podemos ir cerrando la brecha para que el migrante disfrute de mejores espacios y un mejor entorno de derecho.

–Se cuestiona que esta defensa del migrante mexicano no se aplique al de Centroamérica y que México sea el primer filtro de Estados Unidos para que no lleguen a su territorio.

–México ha tenido una política integral en la materia que es bastante consistente con lo que pedimos para nuestros connacionales en Estados Unidos. Se ha reconocido, por medio de una política pública innovadora, el derecho del migrante de hacer vida en la frontera sur. Sabemos la importancia de lo que Centroamérica y México comparten. Nos damos cuenta de que sería contraproducente pretender dividir eso por la vía de una frontera rígida, que no acepte vínculos históricos.

“Lo que hemos hecho es ordenar ese flujo migratorio y circunscribir la mayor parte de los intercambios a quienes están desarrollándose lícitamente de los dos lados de la frontera.

Hemos multiplicado nuestra presencia en materia de salud en la frontera sur y en la norte, más allá del estatus migratorio, que es además una respuesta que no se dio en la coyuntura. Hace más de un año el IMSS instaló diferentes instancias de apoyo. Hoy atendemos a mil 100 migrantes al mes, hemos recibido ya a más de 16 mil 600 indocumentados de diferentes nacionalidades para que la salud sea un espacio al que, independientemente de su situación legal, tenga acceso. Esos espacios se van a ampliar, igual que los albergues públicos y privados. También hemos trabajado con Centroamérica y Estados Unidos para combatir las redes de trata. Todo esto configura una respuesta integral. Cuando identificamos vulnerabilidad, en el caso de un menor migrante, lo que toca hacer es ponerlo a disposición y buscar el apoyo de su gobierno.

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El canciller José Antonio Meade, luego de la entrevista con La JornadaFoto María Meléndrez Parada

–¿Cuáles son las políticas hacia al migrante mexicano?

–Cuenta con protección consular que no tiene rival en el mundo. Dentro de los espacios de mejores prácticas, es la más amplia. Mucho más que la que recibe un estadunidense en México.

–A lo largo de su gestión, se ha referido al diálogo como esencial en la estrategia de política exterior, ¿cómo se materializa éste en la realidad del país?

–El diálogo no es una campaña de relaciones públicas ni de imagen. Está soportado en lo mucho que México hace, y eso ha permitido que se multiplique el interés por nuestro país y que mejore de manera sustancial su imagen en el exterior.

“En el diálogo debe haber sustancia, objetivos y contenido. Nosotros no podemos salir al mundo y decir que México tiene importancia global y sistémica si no la acreditamos con hechos. El diálogo que se transforma en oportunidades se apalanca en una estrategia de reformas, de transformación, que permite al resto del mundo ver que México está haciendo lo que necesita para sí mismo.

“En lo que va de la administración –20 meses– hemos realizado 58 viajes y recibido unas 58 visitas de cancilleres, jefes de Estado y de gobiernos locales, lo que ha redundado en mejorar la imagen del país y en mayores oportunidades de inversión de mexicanos en el exterior y de extranjeros en México.

La lógica de estas visitas está orientada a fortalecer nuestra presencia y abrirnos oportunidades en la región y en países como Indonesia, la tercera economía de mayor crecimiento en el oriente, o con Turquía, puerta de acceso a Europa, Asia y África, con las que habíamos tenido relaciones por años, pero ningún instrumento que nos vinculara.

–Hoy Rusia y China se mueven hacia Cuba, ¿observa un reacomodo en la polaridad mundial?

–Al tiempo que pasa eso, países como México, Turquía, Indonesia, Australia, Corea, que sin ser parte de los que tradicionalmente se han ostentado como poderes, tenemos mucho qué decir. Por eso, parte de lo que hemos querido hacer es construir estos espacios de diálogo, porque sentimos que cuando estas cinco naciones hablan juntas de democracia, de mejor coordinación en política macroeconómica, cuando manifestamos preocupación alrededor de lo que sucedió, por ejemplo, con el avión de Malasia, tenemos más capacidad de influir y de concitar la atención del mundo. Cada uno de ellos, como nosotros, juegan un papel importante en sus regiones, por eso México, como Rusia o China, también es parte de ese reacomodo mundial.

Avances en 20 meses

1) La prioridad es contar con una frontera sur próspera y segura.

• Con Guatemala modernizó los ocho cruces fronterizos binacionales y estudia la posible formalización de dos más.

• Por primera vez se ofrece a migrantes un paquete de servicios de salud integrado por acciones preventivas y de atención médica de primer nivel.

2) Con Chile, Colombia y Perú se desgravaron 92 por ciento de los productos y se eliminaron los requisitos de visado.

3) Con el Caribe se fortalecen capacidades en materia agrícola, atención a la salud y gestión integral del riesgo de desastres.

• Se acordó mejorar el transporte y la conectividad, promover el desarrollo del comercio y del turismo sustentable, así como la gestión de información geoespacial que contribuya a la prevención y atención de desastres naturales.

• Se reforzó la relación con Cuba al suscribir ocho instrumentos que amplían y actualizan el marco bilateral, y se apoya a inversionistas mexicanos que acompañen la actualización del modelo económico y social de la isla.

4) Creciente acercamiento y diálogo al más alto nivel con Centroamérica. Se formuló un TLC único entre México y la región, y se relanzó el grupo de alto nivel sobre seguridad. Se firmó un tratado de libre comercio con Panamá.

5) El presidente Enrique Peña Nieto realizó la primera visita oficial a Ecuador en 10 años.

6) México, Estados Unidos y Canadá se comprometieron a construir la región más competitiva, con estándares globales para el comercio, la educación, el crecimiento sostenible y la innovación, entre otros logros.