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La familia organiza la cita, que se realiza en total discreción

Estela de Carlotto se reúne al fin con su nieto

“Al partir me dijo chau abu y sentí que nos rencontramos para siempre”

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El nieto de Estela de Carlotto, Guido, tiene 36 años y se sabe que es músico y fue criado por una familia sencilla dedicada al campo. Ellos lo llamaron Ignacio HurbanFoto Tomada de Twitter
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La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, tuvo antier el primer encuentro con su nieto, hijo de su hija Laura, secuestrada por la dictadura en 1977 cuando tenía dos meses y medio de embarazoFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 8 de agosto de 2014, p. 30

Buenos Aires, 7 de agosto.

Finalmente ayer, luego de un esfuerzo especial para lograr un encuentro íntimo, Estela de Carlotto y su familia sostuvieron una reunión de varias horas con Guido, el nieto que fue apropiado a horas de haber nacido por los militares de la pasada dictadura, y entregado por un terrateniente amigo de los dictadores a una sencilla pareja, que en un lugar solitario cuidaba sus campos y que lo llamó Ignacio Hurban.

“Lo más hermoso para mí, es que después de compartir muchas horas juntos, al partir mi nieto me dijo: ‘chau abu’, y sentir verdaderamente que nos habíamos rencontrado para siempre”, dijo De Carlotto esta mañana al salir de su casa en La Plata.

La familia logró acordar el encuentro en una casa, cuya ubicación hasta ahora se mantiene en secreto, para proteger al joven y su novia y poder reunirse en total discreción sin que nada interrumpiera ese momento tan esperado.

Al final de la noche salió la primera información, pero sólo la familia estuvo en la reunión, que fue larga, natural, como si siempre hubiéramos estado juntos, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Habló de su nieto recuperado como un “ser maravilloso, especialmente sensible –como lo describen muchos vecinos de Loma Negra donde vive ahora con su novia– y yo tenía tanto miedo de abrumarlo que no quería ni tocarlo, pero el abrazo que le di era el que tantos largos años estuve conteniendo. Lo que encontré es un ser humano maravilloso, puro, sencillo, íntegro. Todo en él es positivo y su mirada es una mirada limpia, hermosa”.

El rostro de Estela reflejaba una alegría incontenible esta mañana.

Necesitábamos ese momento juntos a solas, sin interferencia, porque era muy difícil un rencuentro. Pero todo fue tan natural y fácil, una comunicación, que parecía estar establecida desde antes, dijeron familiares de Estela a La Jornada.

Lo vimos muy sensible, comprensivo y muy parecido a su padre, dijo Guido Kibo Carlotto, hijo de Estela, quien vivió parte de su exilio en la Nicaragua sandinista.

No sabíamos cómo iba a comenzar el encuentro y él (Guido) fue directamente, sin dudar, a buscar a mi madre y se fundieron en un abrazo, que por supuesto hizo llorar a Estela y a algunos de nosotros, los tíos, dijo Kibo.

Para los hermanos de Laura Carlotto, fue como si hubiéramos podido recuperar a Laura, que nadie dudaba estaba también allí, en esa noche, en esas horas en que nos estábamos conociendo... reconociendo, añadió.

Kibo dijo que desde la aparición de Guido se han triplicado las llamadas de jóvenes que quieren llegar a la sede de Abuelas a dejar su sangre, muchos de ellos sospechan de su identidad y esto debe ser vivido como un triunfo de la sociedad toda.

También dio a conocer que su sobrino se había enterado en el último cumpleaños de que no era hijo de quienes lo criaron, pero que éstos lo habían cuidado de buena fe, no sabían nada y que esto lo determinó defintivamente a ir a Abuelas.

Lo primero que hizo el nieto recién encontrado fue hablar con el sencillo matrimonio que lo crió, que lo recibió a unos días de haber nacido. Guido les pidió que no vieran televisión, no escuharan radio y que se quedaran muy tranquilos, ya que son gente muy sencilla y trabajadora y actuaron de buena fe, no sabían nada.

Claudia Carlotto, otra tía de Guido, quien también era buscada por los militares de la dictadura en 1977 y pudo escapar, dirige ahora la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y describió a su sobrino como muy inteligente, tranquilo con un humor similar al de la familia y tiene muchos recursos para asimilar esto que le toca vivir. Estuvimos hablando horas y riéndonos, con sándwiches, mate, y también picada y cerveza”, relató Claudia.

Asimismo, dijo que el joven contó con precisión y mucho humor cómo fue el proceso que en pocos días lo llevó de ser un músico de la ciudad de Olavarría a nieto de Estela de Carlotto, y que hoy la familia despertó creyendo que habían vivido un maravilloso sueño.

También Claudia se refirió al hecho de cómo se dio a conocer la noticia en este caso, un tema que ha sido cuestionado por varios sectores porque en situaciones como ésta lo que hay que cuidar es precisamente al nieto recuperado. Si Guido se hubiera enterado por verse en un televisor de una estación de servicio habría sido nefasto. Ya hubiésemos empezado la relación con desconfianza, dijo refiriéndose a que el anuncio de la juez María Servini de Cubría sobre el hallazgo del joven y su identidad se hizo público de inmediato, lo que no es la metodología de Abuelas.

Cierto malestar con la juez

También existe cierto malestar porque la misma juez acaba de citar a declarar a Guido Montoya Carlotto, a pesar de que las Abuelas, en éste como en otros casos, piden un tiempo para que sean llamados por la justicia, ya que deben enfrentarse a una situación muy difícil.

En este caso y sin saber por qué se han transgredido varias de las normas que han regido hasta ahora, en un tema tan sensible, como es el caso de los niños nacido en cautiverio o secuestrados junto a sus padres que fueron robados por los militares de la pasada dictadura (1976-1983) en un plan sistemático en el esquema del terrorismo de Estado que se implantó entonces. La aparición de cada nieto es la confirmación de lo que fue ese terrorismo, pero también un fuerte mensaje, de que la verdad se impone por sobre todo intento de mantener la impunidad. Y más aún, es el bello mensaje del amor de aquellos que no están. Es su regreso para fortalecer nuestra lucha y nuestra esperanza, ha dicho De Carlotto recientemente en una entrevista con este periódico.