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El consorcio permite que cientos de instituciones accedan a los textos científicos más importantes

El Conricyt, cuatro años abonando en la formación de científicos

La investigación en México es de muy buena calidad, pero hay pocos investigadores; por ello, esta medida abre la posibilidad de que más jóvenes se interesen, señaló Julia Tagüeña, del Conacyt

 
Periódico La Jornada
Martes 19 de agosto de 2014, p. 2

En un país donde el número de investigadores continúa siendo muy bajo (uno por cada 10 mil habitantes) el acceso a la información y publicaciones científicas abonará a mayores condiciones para que en México cada día existan más investigadores en todas las áreas del conocimiento.

Bajo esa perspectiva, instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Secretaría de Educación Pública, las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana y de Guadalajara, el Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados, el Instituto Politécnico Nacional, la Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), fundaron hace cuatro años el Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (Conricyt), gracias al cual hoy cientos de universidades estatales, politécnicas, tecnológicas y centros de investigación pueden tener acceso a muchas de las publicaciones científicas en línea más importantes de México y el mundo.

La idea es fortalecer las capacidades de las instituciones de educación superior y centros de investigación para que el conocimiento científico y tecnológico universal sea del dominio de los estudiantes, académicos, investigadores.

En conferencia, Julia Tagüeña, directora adjunta de desarrollo científico del Conacyt, destacó la importancia de esta iniciativa –que ha recibido casi un millón de visitas–, ya que democratiza el conocimiento, pues al formar este consorcio las principales instituciones del país han impulsado que otras a las que resulta muy costoso pagar por esos servicios resulten beneficiadas.

La investigación que se hace en México es de muy buena calidad, pero el problema es que nuestros investigadores son insuficientes. Tan sólo en el Sistema Nacional de Investigadores hay 23 mil integrantes para un país de 120 millones de habitantes. Por ello, este tipo de medidas abre la posibilidad de que más jóvenes se formen como científicos.

Esta estrategia hoy día cuenta con un presupuesto federal asignado, que para este año fue de 52 millones de dólares, de los cuales Conacyt otorga 80 por ciento y el resto corresponde a las instituciones que fundaron el Conricyt.

Hoy, más beneficiados

Marco Antonio Meraz, del Cinvestav, explicó que hace varios años sólo esa entidad de investigación, junto con la UNAM, la UAM y el IPN podían acceder a toda las bases de información donde se publican los artículos científicos, para lo cual destinaban grandes presupuestos cada una por su lado. Hoy, con el consorcio, estas instituciones siguen invirtiendo lo mismo, pero el número de beneficiarios se ha ampliado.

El rector de la Universidad de Guanajuato, José Manuel Cabrera, indicó que si en el país existe el objetivo de alcanzar uno por ciento de inversión del producto interno bruto para el sector, es necesario aumentar el acceso a esta información.

El Conricyt hoy sirve a 482 instituciones de educación superior y centros de investigación entre los que están universidades y centros de investigación públicos federales, universidades estatales, de apoyo solidario, institutos tecnológicos y politécnicos, institutos nacionales de salud y colegios universitarios particulares, aunque estos pagan lo que consumen. Actualmente se suscriben 33 editoriales que proveen 51 recursos de información científica.

Durante la conferencia se informó que como parte de las actividades del consorcio el 22 y 23 de septiembre se efectuará en León, Guanajuato, el seminario Entre Pares, donde –entre otras cosas– se dialogará con los jóvenes investigadores a fin de dotarlos de los conocimientos para redactar un artículo científico.