Sociedad y Justicia
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Fallecimientos por falta de atención especializada, alertan ONG en un foro

México, lejos de reducir 75 por ciento la mortalidad materno-infantil en 2018

Avances en los Objetivos de Desarrollo del Milenio no han alcanzado a los más pobres

 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de agosto de 2014, p. 39

México no cumplirá la meta de reducir 75 por ciento la mortalidad materno-infantil, uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Las mujeres que dan a luz en este país siguen muriendo por falta de atención especializada, señaló María del Carmen Díaz Amador, directora nacional de la organización World Vision.

Hasta 2012 la tasa nacional de mortalidad materna era de 42.3 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos, mientras la meta planteada es de 22.2, de acuerdo con cifras dadas a conocer por Gabriel Rivera Conde y Castañeda, jefe de la Unidad de proyectos Estratégicos de la Oficina de la Presidencia.

Las cifras de 2013, que aún están en proceso de validación en la Secretaría de Salud, apuntan 39.9 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos.

La meta es que en 2018 el número se reduzca a 30; sin embargo, estaría todavía lejos de la media acordada en la Declaración del Milenio, indicó Guadalupe Ramírez Rojas, investigadora del Observatorio de Mortalidad Materna en México.

Durante el foro Cuenta regresiva, 500 días para el cumplimiento de los ODM, organizado por Save the Children y World Vision México, Díaz Amador señaló que el acceso a hospitales con capacidad técnica y a una atención adecuada evitaría que las mujeres embarazadas y los recién nacidos se encuentren en peligro de muerte.

Otro de los propósitos es disminuir la incidencia de muerte infantil. Pese a que desde 1990 se ha reducido en dos terceras partes, cada año fallecen 35 mil menores de cinco años, 60 de cada 100 son niños indígenas. Ana María Güemez Perera, oficial de Política Social del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), indicó que ese sector de la población se encuentra en desventaja estructural.

El riesgo de muerte para los pequeños por haber nacido en un hogar indígena es casi el doble, sostuvo, pues en 2010 la tasa de mortalidad infantil para niños que no pertenecían a ninguna etnia era de 14 por cada mil nacidos vivos, mientras para los de algún pueblo originario era de 22.8.

Al año se reportan 2 millones 200 mil embarazos y 2 millones de nacimientos. Las muertes de madres ascienden a mil en ese periodo, 80 por ciento de éstas se podrían prevenir. Las tres primeras causas indirectas de estos fallecimientos –las cuales están incrementando la tasa de mortalidad– son enfermedades cardiovasculares, infecciosas y neoplasias, informó Ricardo Juan García Cavazos, del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud.

Guerrero, Oaxaca y Chiapas son las entidades con los índices más altos de mortalidad materno-infantil por entidad de residencia, según Gabriel Rivera Conde. Existe una relación directa de carencia alimentaria, pobreza y analfabetismo en estos fallecimientos, de acuerdo con Ramírez Rojas, por lo que resulta urgente el acceso universal a la salud reproductiva y reducir las desigualdades multidimensionales.

Los ocho ODM no han hecho frente de manera homogénea a las desigualdades y su enfoque de cumplir las metas por partes ha fomentado que los países se concentren en aquellos grupos más fáciles de alcanzar, con el resultado que los pobres más pobres no han sido beneficiados y las brechas de desigualdad se han incrementado, señaló Roy Caple Hernández, consejero de Save the Children.