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Es nuestra obligación transmitir nuestras canciones a los hijos, dijo en entrevista en 2002

Falleció Tehua, activa promotora de la música tradicional mexicana

Como la cigarra refleja el actual momento de mi vida, al enfrentar el cáncer”, dijo la intérprete en un concierto en 2013

Es ejemplo de la necedad necesaria para seguir en lo mismo. ¡Viva la rabia!, expresó Óscar Chávez en ese recital donde se recabó dinero para ayudarla con su enfermedad

 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de agosto de 2014, p. 8

Ayer, a las 13:40 horas, en su casa de esta ciudad y en compañía de su cuñada Martha Arcelia Vargas Hernández, de su sobrino José Antonio Rayas Vargas y de su enfermera Adriana Carmona, a los 71 años de edad falleció víctima de cáncer la cantante queretana Tehua, tras una larga batalla contra la enfermedad y siempre apoyada por el gremio del que formó parte: los folcloristas, los trovadores, los cantores, los bohemios.

Su cuerpo será trasladado por sus familiares a San Miguel de Allende, Guanajuato, ciudad de la que se consideraba oriunda, para su velorio y último adiós.

Quería cantar a la manera de Lucha Villa: Así, ¿cómo les diré? ¡A lo mujerón!, expresó a La Jornada en entrevista en su camerino tras un concierto en el teatro Benito Juárez, en 2002.

Ni Lola Beltrán, acotó, me llega al sentimiento tanto como Lucha. “Su voz... Toda mi vida he cantado; mi mamá dice que a los dos años ya lo hacía. Tan sólo hace unos minutos ha hecho que el público coree Canción mixteca, en un programa de profunda y bella música mexicana”.

Aún con los resabios de una gripa hiperlatosa, su voz se escucha suave. Recita, para abrir boca, un poema atribuido al rey poeta Nezahualcóyotl, titulado Nonatzin. Luego un tema que nos dice cómo somos: Mi México de ayer, de Chava Flores, en el que la frase es nostalgia, de algo que tenía un no sé qué, en el barrio, sus costumbres, comidas, las calles empedradas.

Musicalmente fue del Distrito Federal a Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca. Iban a ser unas 11 piezas, pero tuvo que cantar 20, debido a los aplausos. Interpretó Blancas mariposas y la que marca su vida artística: La barca de Guaymas. Ayer en la mañana tenía 38 grados de temperatura; simplemente no se da (la voz).

¿Trabajar en un bar? ¡No, gracias!

–¿Qué hace aparte de cantar?

–Sólo canto. ¡Ah!, cocino de maravilla. Preparo todo lo que se me antoja; aprendí como todas las mujeres de este país. En una casa donde habíamos cuatro muchachas, a todas nos enseñaban de todo. Hago desde un fideo hasta unos chiles en nogada. Aprendí como toda mujer de pueblo chico y familia grande a coser, bordar, tejer, porque éramos mujeres que nos íbamos a casar. ¿Trabajar en un bar? ¡No, gracias!

Dijo que se identificaba mucho con lo que significa Oaxaca. Acababa de cantar el denominado segundo himno de los originarios del estado natal de Benito Juárez: Dios nunca muere. Es el estado de donde más temas interpreto.

–No se acaba de recordar la belleza de la música mexicana.

–¡Claro que sí! ¡Eso es lo que me da coraje! Es nuestra obligación transmitirla a los hijos. De 1979 a 1985 trabajé con la Secretaría de Educación Pública, viajando por toda la República Mexicana, presentándome en escuelas de educación superior. Decía a los muchachos que los pueblos indígenas subsisten porque los padres transmiten su educación. A pesar de todo lo que les hemos robado, todo, incluso sus ganas de vivir. Sus bordados... los queremos pagar por tres centavos.

Entre los huicholes, cuando las muchachas van a ser iniciadas para que borden, se realiza un ceremonial religioso. No es sólo de agarrar aguja e hilo, sino que se trata de algo importante. Debemos pensar en lo que les estamos haciendo ahorita a los indígenas, sobre todo este gobierno, coludido con los miserables estadunidenses. ¿Qué tienen en su cabeza el Presidente y todo su equipo para permitir lo que ocurrirá en 2003, con el Tratado de Libre Comercio? Se niegan subsidios a los indígenas y a los campesinos. El país donde se dan los mayores subsidios al campo es Estados Unidos. ¿Por qué hace (Fox) caso a los gringos?

En pleno concierto, un señor le preguntó dónde podía adquirir sus discos. Cuando salí de Polygram ya no supe. Todo se fue a la piratería. En la compañía no hay discos. Ahora sólo trabajo con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Secretaría de Cultura del gobierno del Distrito Federal. Los estados ya no tienen los departamentos de cultura de antes. ¿Trabajar en un bar? ¡No! Agradezco mucho esa etapa, pero ya pagué mi cuota.

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La intérprete queretana murió ayer a los 71 años de un cáncer que padeció por añosFoto cortesía de Polygram

Recordaba cuando se presentaba en los programas de televisión de Jorge Saldaña, etapa fabulosa, porque teníamos un aparador, pero no se capitalizó; nos ubicaban como cantantes dizque de protesta, de esos de los que se decía qué bonito canta, pero...

Evocaba con cariño a mi comadre Amparo Ochoa, con quien se presentó en varios estados de la República Mexicana. Alguna vez, dijo, entendimos la importancia y responsabilidad de estar en un escenario.

–¿Usted estudió canto?

–No, pero he cantado toda mi vida.

La tautología de una profesión: “Cantar es mi vida, en todos los sentidos: mi necesidad, mi manera de pensar y comunicarme. No elegí esta vertiente del canto, pues era lo que se escuchaba en mi casa. En Querétaro, mi papá tenía un amigo que era dueño de una pulquería, me sentaba en la barra y a un lado había una rocolota, grande y llena de luces, y con discos de 78 revoluciones. Allí escuché por primera vez La barca de Guaymas. Me la aprendí.

–¿Quién seguirá cantando el tipo de música de usted?

–No hay de qué preocuparse. Antes que yo, las canciones de Víctor Cordero, como Casita de paja, las interpretaban las Hermanas Padilla. Muchas canciones que tuve la fortuna de grabar ya me las sabía desde mucho antes. Y así será. Soy pópuli, pueblo, no actúo mucho; soy perredista, ¡faltaba más! Pero no soy... feminoide; sí soy femenina.

¡No estás sola!

“La canción que refleja el actual momento de mi vida, después de enfrentar el cáncer, es Como la cigarra, de María Elena Walsh, que dice: ‘Tantas veces me mataron,/ tantas veces me morí;/ sin embargo, estoy aquí/ resucitando./ Gracias doy a la desgracia/y a la mano con puñal/ porque me mató tan mal,/ y seguí cantando’”, expresó Tehua en un concierto de 2013, donde varios de sus amigos cantaron con ella, para apoyarla y decirle: ¡No estás sola!

En la ya desaparecida Planta de Luz, lugar de trova, bohemia y tragos, poesía y recuerdo permanente de poetas que se entregaron a la belleza, en otra ocasión se dieron cita Óscar Chávez y El Negro Ojeda para, con otros amigos, cantar y recabar dinero para ayudar a Tehua, en el que fue definido como El concierto de la noche de la cigarra.

También estaban ahí Rafael Mendoza, Marcial Alejandro y David Haro. Una idea pululó toda la noche: quien tiene amigos no está solo. Esa noche la reunión fue para apoyar a Tehua.

En su camerino, la cantante expresó a La Jornada: Hasta quiero publicarlo en bando: soy sobreviviente del cáncer y esto me ha parecido un gran pulimiento, una gran oportunidad de nueva vida, de reflexión... ¡De muchas cosas! Además, estoy, curiosamente, ¡con una pila, que ni yo me la creo!

Uno a uno la acompañaron en el escenario Marcial Alejandro; María Inés Ochoa, su ahijada e hija de Amparo Ochoa; Salvador El Negro Ojeda; David Haro; Rafael Mendoza, y Óscar Chávez.

Esa ocasión, Óscar Chávez expuso que Tehua refleja la necedad necesaria para seguir en lo mismo. ¡Viva la rabia! ¡Viva el cariño! ¡Viva la defensa de nuestra cultura y de nuestro país! Estamos aquí para no olvidar nuestras canciones memorables.

Marcial Alejandro: Mi sentimiento es como el de haber compartido aquí un agasajo, pleno y lleno de ideas, porque mi comadre esté cantando y nos invite enriquece cualquier mesa.

Rafael Mendoza: “Cerramos todos con una canción mía: ¿Quién parará esta locura? Tehua es una voz muy importante y peculiar. El puente que tiende entre la música tradicional y contemporánea es una responsabilidad grande y eso lo hace con solvencia. Las canciones de Óscar Chávez y Tehua me las aprendía. Me formaron”.

Ayer por la mañana agonizaba en un sueño. Tres lágrimas salieron de sus ojos cerrados. Así se fue: con tres lágrimas.