Editorial
Ver día anteriorLunes 8 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Elección perredista: prácticas fraudulentas
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omo anticiparon durante la semana pasada varias corrientes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en los comicios internos realizados ayer por ese instituto político proliferaron prácticas fraudulentas como la compra y/o coacción del voto, el acarreo, el reparto de despensas, la afiliación irregular, el rasurado del padrón, el robo de papelería electoral, el acarreo, el carrusel, la intromisión de grupos priístas en la votación y la no instalación de algunas casillas. En algunos sitios las diferencias entre las tribus perredistas llegaron a los golpes y las autoridades detuvieron a 15 militantes perredistas (12 en Hidalgo y tres en el Distrito Federal) por la presunta comisión de delitos electorales.

Aunque las denuncias formales fueron escasas, las prácticas referidas fueron ampliamente documentadas y difundidas en medios informativos y en las redes sociales. Se ahonda, así, el descrédito del sol azteca ante los ciudadanos y el desaliento entre sus afiliados, y se proyecta una sombra de sospecha sobre el consejo nacional perredista que ha de surgir de esta elección, el cual, el próximo 5 de octubre, deberá a su vez designar al sucesor de Jesús Zambrano en la presidencia nacional del partido.

Las irregularidades de los comicios internos de ayer constituyen una noticia particularmente mala en momentos en que dentro del perredismo proliferan los disensos por la decisión de su dirigencia actual de uncir el partido al Pacto por México, y luego de que una parte de la militancia abandonó el instituto político para integrarse al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el cual obtuvo recientemente su registro como partido político y estará presente, por tanto, en las elecciones federales del año entrante.

Así, mientras los jerarcas de la facción dominante, Nueva Izquierda, exhiben el logro histórico de haber colocado al PRD en las presidencias del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, las estructuras del partido exhiben una descomposición que en el caso del perredismo resulta particularmente conflictiva: la proliferación de los mismos mecanismos electorales ilegítimos y fraudulentos que ese instituto político ha denunciado en forma recurrente y por medio de los cuales le han sido arrebatados triunfos electorales en el pasado. Ayer, sin embargo, pudo confirmarse que en las filas del sol azteca ha prendido el contagio de las mañas electorales tradicionales que impiden el desarrollo republicano del país y que mantienen vivos los aspectos más antidemocráticos del régimen político.

Finalmente, los hechos referidos no so- lamente resultan perjudiciales para una formación que preconiza en su nombre una revolución democrática, sino también a la mayor parte de la clase política nacional: es responsabilidad de esta última, en efecto, que hoy la opinión pública perciba que la normalidad electoral es, en gran medida, un ejercicio de simulación.