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Planea empresa extraer siete millones de toneladas de arena anuales durante medio siglo

Presentan proyecto para explotación de fosforita en lecho marino de BCS

Anuncian una inversión de 466 millones de dólares

El dragado y bombeo de material serían continuos

Se busca garantizar el abasto de materia prima para fertilizantes, aducen solicitantes

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La empresa Exploraciones Oceánicas solicitó a la Semarnat autorización para extraer siete millones de toneladas anuales de arenas fosfáticas del fondo submarino de la Bahía de Ulloa, en las costas de Baja California Sur, durante 50 años. En la imagen, un camión de volteo vierte arena para reforzar el muro de contención que protege la comunidad pesquera de Puerto San Carlos, derrumbado tras el paso del huracán NorbertFoto Raymundo León
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 8 de septiembre de 2014, p. 33

La Paz, BCS, 7 de septiembre.

La empresa Exploraciones Oceánicas S de RL de CV entregó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la manifestación de impacto ambiental (MIA) del proyecto Don Diego, para la extracción de fosforita del fondo submarino de la Bahía de Ulloa, ubicada en el océano Pacífico, frente a las costas de Baja California Sur.

Según la MIA, elaborada por QV, Gestión Ambiental SC y registrada por la Semarnat con el folio 03BS2014M0007 en la categoría regional, el objetivo es la extracción de siete millones de toneladas de arenas fosfáticas al año durante medio siglo.

El proyecto abarca una superficie de 91.2 hectáreas y el proceso consiste en el dragado y bombeo de material localizado a una profundidad de entre 60 y 90 metros, hacia una barcaza, en un proceso de 24 horas y siete días a la semana.

El proyecto Don Diego prevé una inversión en capital de 357.2 millones de dólares, gastos operativos de 108.9 millones y la ocupación de 80 personas, entre la barcaza y la draga.

La empresa sostiene que México tiene la necesidad estratégica de una fuente de fertilizante fosfático, indispensable para alimentar a su población en los próximos 100 años.

Argumenta que la dependencia mundial de fosfatos del Sahara occidental y de Marruecos, zona políticamente muy inestable, pone en riesgo la capacidad de muchas naciones para alimentar a sus ciudadanos.

Precisa que el Servicio Geológico de Estados Unidos calcula que de las 16 mil millones de toneladas de fosforita explotables en el mundo, 80 por ciento se encuentran en el Sahara occidental y Marruecos; China posee 10 por ciento de los yacimientos y el otro 10 por ciento está distribuido en el resto del mundo, por lo cual México debe enfrentar la escasez de fosfatos.

En cuanto al aspecto ambiental, sostiene que el dragado submarino de arenas fosfáticas yacentes en la Bahía de Ulloa representa un riesgo mínimo y las dragas de succión se emplean en todo el mundo.

Añade que la tecnología que se utilizará en este proyecto se ha probado durante más de 30 años en Japón, el principal productor de materiales de construcción provenientes del fondo marino.

Menciona que el dragado de arenas fosfáticas, además de consumir menos energía que el tratamiento equivalente en tierra, genera una mínima huella ambiental de dióxido de carbono.

Indica que la única maquinaria que se requiere para la extracción y separación de la arena fosfática consiste en dos barcos independientes, la draga y la barcaza de proceso, además de un remolcador que actuaría de buque auxiliar para las maniobras en caso necesario.

Puntualiza que el principal criterio socioeconómico es el abasto de fósforo –elemento indispensable para la agricultura– a precios reducidos, así como la generación de empleos en los sectores agrícola y ganadero.

La fuente es un yacimiento de fósforo laminado ubicado dentro de los sedimentos recientes de la plataforma continental de Baja California Sur, entre las latitudes 24 y 26 grados norte.

El polígono de extracción en la Bahía de Ulloa se localiza a 22.2 kilómetros de la costa sudcaliforniana, fuera de las zonas de captura definidas por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

El representante del Centro Mexicano de Derecho Ambiental en la región noroeste de México, Alejandro Olivera, dijo que este proyecto no tiene precedentes en México, pero antes de que ingresara la MIA a la Semarnat, pescadores habían notificado de la presencia de un barco de exploración en la Bahía de Ulloa.

Mencionó que existe un expediente en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) al respecto, aunque la dependencia no pudo corroborar la presencia del barco ni sus actividades.

El delegado de la Semarnat en Baja California Sur, José Carlos Cota Osuna, aclaró que para la realización de exploraciones mineras no se requiere permiso de esta dependencia, aunque sí un aviso, que no recibió.

Antes de que se presentara la manifestación de impacto a la Semarnat, el funcionario dijo que existía una concesión de la Secretaría de Economía para la exploración y explotación de esta mina de fosfatos y sus promoventes habían tenido reuniones de información con distintas autoridades del estado.