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Ver día anteriorMartes 9 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Tiempo verde

P

ara fortalecer un aspecto importante del patrimonio cultural de Milpa Alta, su rica cocina tradicional, los pasados días 5, 6 y 7 se presentó en el Museo Nacional de Culturas Populares la segunda muestra La comida del tiempo verde. El primer día hubo conferencias y un concurso de platillos tradicionales elaborados con productos de recolección del bosque y de la milpa que se obtienen en esta época de lluvias. El jurado estuvo integrado por cuatro especialistas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de la Universidad del Claustro de Sor Juana y de Milpa Alta. El jefe delegacional Víctor Hugo Manterola, comentó que se publicará un recetario para ampliar la difusión de este acto, donde participaron 21 concursantes convocados por medio de la dirección de Medio Ambiente de la delegación.

Los premios que se entregaron a los ganadores fueron utensilios de cocina y libros. El tercer lugar lo ganó la señora Gloria Flores, del pueblo de Tepenahuac, con unos tamales de verdolaga con costilla de puerco; se elaboran con un chile que llaman nuevo. La señora Silvestra Guerrero, de Tlacotenco, obtuvo el segundo premio por su preparación de verdura de temporal con chile verde con carne, y el primer lugar fue para la señora Maura Muñoz, de Tlacoyucan, quien presentó un nopal relleno, a partir de una receta tradicional.

Se prepara así: se parte por la mitad una penca recia de nopal, se le retira a las dos mitades la pulpa interior, sobre una de las mitades se colocan los siguientes ingredientes picados, chiles, flor de calabaza, chivitos –quelite que tiene por nombre técnico calandrinia micrantha–, hojas de aguacate, cebolla, hongos de temporal, ajo y epazote; lleva además granos de elote, queso y sal al gusto. Se cierra la penca con la otra mitad, se amarra con ixtle o cáñamo y se cocina una hora al vapor, en una olla tamalera.

Algunos de los platillos y preparaciones que se podían adquirir fueron: sopa de flor de calabaza, chilacamole –chilacayote en un mole especial–, chilateztle –preparado espeso con diferentes verduras–, chilatole, tamales de hongos, de nopal y de elote, también de frijol que aderezan poniéndole mole por encima. También llevaron diferentes preparaciones de frutos de sus huertas, como durazno, higo, pera, tuna y manzana. Se ofreció atole de pinole y de amaranto, agua de pera y de tuna. Los visitantes podían adquirir mermeladas, pinole, mole, cocoles de anís y de canela. Hubo diversas participaciones musicales.