Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 21 de septiembre de 2014 Num: 1020

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Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Cartas de Juan
de la Cabada a
José Mancisidor

Las Crónicas
parisienses
de
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Vilma Fuentes

Martín Chambi, un
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Hugo José Suárez

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Nicanor Parra,
un siglo de humor

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¿Quién le teme a
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La Jornada Semanal

 

¿Novela para jóvenes?

Sergio Gómez Montero


El misterio de la orquídea calavera,
Élmer Mendoza,
Tusquets,
México, 2014.

Es difícil, de entrada, escribir para un determinado grupo de edad, porque siempre se parte de supuestos muy lábiles y cambiantes, explica en uno de sus libros Walter Benjamin. Por eso, en el caso de esta novela, a la que su autor, el sinaloense Elmer Mendoza, califica como “novela para jóvenes”, le cuesta a uno, de entrada, definir el porqué del carácter que le atribuye. ¿Porque es una novela de aventuras, ligera, sin grandes complicaciones? ¿Cuál es la razón? Es decir, si bien policíaca (¿o sólo relativamente policíaca?), esta novela desarrolla, de manera paralela a la principal, una segunda anécdota (otro libro, pues) que se desprende de la lectura de un libro inventado también por el autor. Es decir, la lectura no es lineal sino, desde un principio, paralela (uno, al mismo tiempo, está leyendo dos libros), lo que le otorga al acto de leer un relativo grado de dificultad. En otras palabras, todo comienza con el libro donde se narra el secuestro del padre de quien es el personaje principal de la acción (el Capi Garay, quien tiene dieciocho años); pero por el otro lado está la trama de un segundo libro –al inicio casi del primero– cuyo título es el mismo de la novela que uno está leyendo. En este segundo libro el personaje principal es Edward James, quien es histórico y quien pasó buena parte de su vida en la Huasteca Potosina (Xilitla, en donde se desarrolla la acción de esta novela) y en donde, precisamente, se encargó de crear un “jardín del Edén” que aún existe y en el cual aún se platica de las muchas cosas misteriosas que se describen en el libro que lee el Capi Garay, mientras intenta resolver el secuestro de su padre.

Ambas tramas paralelas implican altibajos sensibles, pues si bien las dos están cargadas de un misterio que sólo se resuelve al final de ambas historias, esto no conlleva suficiencia para sostener el interés de la lectura, ya que, a ratos, o la trama se complica innecesariamente o bien se pierde el hilo de las historias, pues en algunos casos el Capi Garay es un personaje carente de realismo o lo que se describe en torno a James deja de ser creíble más de una vez.

En fin, más que novela para jóvenes, es una novela, si bien no fallida, sí fuera de las líneas temáticas y estilísticas preponderantes del autor; al mismo tiempo que es una novela que se lee con dificultad por las razones ya esgrimidas, lo que implica esperar que el escritor sinaloense retome su línea original de escritura (la policíaca) y que ojalá pronto llegue a definirse qué es lo que los jóvenes esperan leer en la época actual.


El análisis de redes sociales

Manuel Martínez Morales


Narcotráfico, corrupción y Estados. Cómo las redes ilícitas han reconfigurado las instituciones en Colombia, Guatemala y México,
Luis Jorge Garay Salamanca y Eduardo Salcedo-Albarán,
Debate,
México, 2012.

Las ciencias se enriquecen continuamente con la creación de nuevos métodos, pues hay que admitir que no existe tal cosa como “el método científico”, es decir un método único de aplicación general. A lo largo de su historia, las ciencias particulares han creado y desarrollado sus propios métodos, derivados de –y ajustados a– la naturaleza de sus objetos de estudio específicos. Es verdad que, en ocasiones, los métodos empleados en alguna de las ciencias encuentran luego aplicación en otras disciplinas, con la condición de ser debidamente adaptados. Ha sido la matemática –por su carácter tan general y abstracto– la ciencia que ha generado métodos universales, esto es, que se pueden aplicar a casi cualquier fenómeno: mediante las matemáticas y su metodología pueden modelarse diversos aspectos de los objetos investigados, independientemente de su naturaleza (física, biológica, social o psicológica), enriqueciendo así la investigación científica.

Entonces, no resulta sorprendente que una rama de las matemáticas surgida hace mucho tiempo, conocida como “teoría de grafos”, y considerada como un área eminentemente abstracta, haya encontrado una multitud de aplicaciones en diversas ciencias. En particular se aplica al análisis de redes de todo tipo, en especial, de las redes sociales.

Podemos imaginar una red social como un conjunto de “agentes” (individuos, instituciones, empresas, etcétera) entre quienes se establece algún tipo de relación (de amistad, de negocios, de intercambio de información, etcétera). En un grafo –o gráfica– los agentes son representados por puntos, y la relación que guardan entre sí por líneas que unen los puntos cuando entre los agentes, representados por estos puntos, existe la relación. Los puntos en el grafo son llamados “nodos” y las líneas que unen los nodos se denominan “arcos”.

Una vez comprendidos los elementos básicos de la teoría de grafos, es posible aplicarla al estudio de fenómenos de gran complejidad, como sería el caso de las redes sociales que se establecen entre integrantes del crimen organizado, el poder público y el sector empresarial, situación por demás conocida pero poco analizada desde la perspectiva de las redes sociales.

Este tipo de análisis es precisamente el que ha aplicado un equipo de investigadores bajo la coordinación de Luis Jorge Garay Salamanca y Eduardo Salcedo-Albarán, cuya metodología y resultados se presentan en el presente volumen. Llama la atención este estudio, no solamente por los resultados que arroja respecto al tema central, sino porque constituye un modelo de cómo puede aplicarse el análisis de redes sociales al estudio de fenómenos complejos, de tal forma que, siguiendo paso a paso la manera en que estos investigadores desarrollan su análisis, no es nada difícil aplicarlo a otros problemas. Aunque, en el contexto de su investigación, los autores se han visto en la necesidad de ex tender el método, añadiendo procedimientos de lo que ellos llaman “análisis de redes sociales para el diagnóstico institucional”.

Para vislumbrar el valor de este tipo de métodos, conviene remitirse a lo que los propios autores expresan: “En el presente libro se aplican algunos procedimientos del análisis de redes sociales para modelar e ilustrar el intrincado mundo de las relaciones que establecen criminales, servidores públicos, agentes en el sector privado y líderes políticos. Lo anterior permite evidenciar un conjunto de reglas de juego y de individuos/agentes sociales ‘grises’ que facilitan una hibridación entre lo legal y lo ilegal para avanzar en la realización de intereses socialmente ilegítimos e incluso abiertamente criminales. Se aplican algoritmos de gráficas para visualizar de distintas maneras la organización de cada red ilícita, se calculan dos indicadores de centralidad para identificar a los individuos/agentes sociales más importantes de cada red en términos de concentración de relaciones sociales y arbitraje de información, se analiza la direccionalidad de las relaciones establecidas entre agentes sociales. Estos procedimientos se complementan con otros de índole cualitativa para entender las causas y las consecuencias asociadas con cada red, por ejemplo, su alcance e impacto en instituciones del Estado.”

Con este fin, los autores introducen conceptos como el de “Captura del Estado” y “Reconfiguración cooptada del Estado” que les permiten establecer con mucha claridad las conclusiones de sus estudios. Se investigaron los casos de Guatemala, Colombia y México.

Mediante algoritmos computacionales, el grafo puede ser analizado desde distintas perspectivas y, por ejemplo, determinar también si la red es estable, si tiene subredes, quiénes las integran y cómo se enlazan con la red principal.

Más que los resultados y conclusiones alcanzadas en este estudio, lo que interesa destacar es el empleo del análisis de redes sociales como un potente método de investigación. La metodología de análisis de redes sociales permite “desmenuzar” las relaciones establecidas entre los agentes y determinar diversas propiedades de la misma. La metodología es novedosa, sobre todo para los estudiosos de las ciencias sociales.


El poeta afrancesado y sus derroteros

Ricardo Guzmán Wolffer


La reinvención del olvido. Antología personal,
Jean Portante,
La Otra/Instituto de Cultura de Durango,
México, 2014.

Hablar de la importancia de la lengua francesa en México es retomar una parte de la historia nacional donde la alta burguesía hablaba en francés para distinguirse de aquellos que aprendían el inglés para iniciar esa relación vecinal que hasta la fecha no termina de ayudarnos. Hablar de la influencia de los escritores franceses en la literatura mundial es volver a nombres como Baudelaire, Rimbaud y muchos otros. Ahora se lee más a Lautréamont en ciertos círculos, sobre todo por su aspecto sombrío, esotérico por momentos. Hablar de Portante es hacer referencia a la lengua francesa en condiciones poco regulares: crecido en el Gran Ducado de Luxemburgo, donde se hablan tres idiomas, pero donde una población menor al millón de habitantes tiene el segundo mayor ingreso per capita del mundo. Se trata de un poeta, sin embargo, triunfante en Francia, donde hay miles de poetas sin la dificultad para publicar que en México tienen incluso poetas laureados.

Portante nos retorna a las virtudes de la traducción. La mayoría de sus poemas apenas tienen una coma, las mayúsculas no van donde se esperaría, y la construcción de muchas oraciones es inversa. Esa falta de puntuación permite varias lecturas a sus construcciones, pero también obliga a leer con la imaginación despierta al detalle de la creatividad rasante. Las metáforas se invierten y en la traducción lo poético se realza por esa diversidad de significados, derivada del olvido de las comas y la permutación de los otros signos, lo que suena a gramática, pero con intención de ir más allá en la construcción de significados. En esta necesidad de presentar lo objetivo como lo irreal, donde la realidad colectiva se intercepta con la mirada distorsionada por la gramática del poeta que desdobla lo que descubre en lo inmediato, sobre todo en lo inasible, para reacomodar las palabras en el cuerpo del libro, en el cuerpo de la humanidad, que al salir del muro “se parece a una palabra asomada”.

Dividido por series, algunas con título, el inicio constante de los versos al usar la misma entrada (“puesto que”, por ejemplo) marca el vaivén de la lectura. Lo mismo usa la parábola con base en objetos cotidianos (“y te puede matar una guitarra”) como en aquellos polisignificantes (“la ardiente y ciega rosa que no canto”), pero dota a ambos de su propia visión: esa guitarra es “la guitarra del morir” que es derrochada nota a nota por el hambre que “aleja la muerte”.

Este es un libro con trabajos maduros que retoman esa poesía que obliga al lector a poner su propio significado en los anzuelos puestos por el poeta que insiste, con éxito, en que la lírica apenas es una invitación a otras realidades: las propias del lector. Un libro que refresca el panorama editorial donde más mexicanos deberían estar ofertados; quizá tan sólo para comparar a este hacedor maduro con los muchos locales, tanto o más fieros en el arte de decir lo intransitable.


Un texto frontera

Helí Morales


Antes bien, no ser. De Edipo a Eatherly y más allá…,
Asbel Hernández,
Samsara,
México, 2013.

El sujeto del inconsciente, el sujeto del psicoanálisis, es social o no es. Por ello se pueden abrir caminos de reflexión, apoyados sobre este sujeto, que permitan pensar de otro modo campos labrados y problematizados por otros saberes.

El libro que aquí presentamos es una puesta en acto de esta radical apuesta del psicoanálisis. Es un texto que muestra al psicoanálisis en acto como artefacto, como saber crítico de desentrañamiento y problematización del mundo actual.

Estamos ante un escrito que aborda la posibilidad de pensar, desde el psicoanálisis, el espacio de lo político, lo histórico y lo social. Todo ello sin perder el horizonte clínico.

De esta manera, hace genealogía del saber que viene de la pluma de Freud y de la enseñanza de Lacan. Del Malestar en la cultura a la Ética del psicoanálisis, este libro se sitúa en una tradición de crítica y análisis social que es fundamento y letra del hacer psicoanalítico.

Asbel Hernández presenta un abordaje de temas espinosos, complejos y actuales. Interroga la guerra, los campos de concentración, la lógica implacable de la mercancía, la violencia cotidiana, la injerencia alienante de los medios de comunicación y los tecnomedios, las muertes del narcotráfico y su intento de politización sexenal, las nuevas relaciones amorosas y sexuales en estos tiempos de destrucción e invitación al espejismo de una perversión privatizada, los movimientos de rebelión social y, de manera explícita y audaz, problematiza la alienación moderna y la des-ilusión postmoderna.

Estamos ante una arquitectura textual de largos alcances. Nos encontramos ante un texto frontera. Más radical: litoral. A lo largo de las páginas que siguen, se realiza una vinculación problemática y fértil entre el psicoanálisis y la filosofía, la economía política, la literatura, la sociología, el arte pictórico, la música y las ciencias políticas.



Poemas prohibidos y de amor,
Efraín Huerta,
Siglo XXI Editores,
México, 2014.

Hacen muy bien todos aquellos que tienen a bien volver a publicar al enorme y siempre gratamente recordado Efraín Huerta, con el feliz pretexto del centenario que se festeja este año. Si el Fondo de Cultura Económica ofrece ya la Poesía reunida, volumen indispensable para quien quiera preciarse de conocer completo a un autor de quien decir que es “insoslayable”, o “insustituible” viene resultando toda una perogrullada; y si en estos últimos días, semanas y meses han aparecido publicaciones onomásticas y celebratorias por todos lados –estas mismas páginas lo hicieron–, ponderando ya sea la vigencia del aliento poético de Huerta, o invitando a la lectura y a la relectura de su obra, de este lado la siempre atenta Siglo XXI apronta un volumen antípoda al del FCE en cuanto a extensión pero igualmente necesario para la mayor y mejor difusión de la poesía huertiana: estos Poemas prohibidos y de amor, que vieron la luz primera hace cuatro décadas y un año, son parte fundamental del corazón mismo de la obra poética del entrañable cocodrilo. Ahí están, dando prueba del aserto, entre varios otros, once de sus famosísimos poemínimos, pero también los Testimonios americanos, Los soviéticos y Los de amor. No alcanza siquiera la centena y media de páginas el libro, precedido por las Explicaciones en las que el propio Efraín refiere la génesis y la naturaleza de la reunión poética convocada bajo un mismo título aquí, pero en tan apretado espacio el autor hizo caber una muestra de lo escrito a lo largo de las décadas que corren entre la tercera y la séptima del siglo pasado. Dicho clásicamente, el presente volumen cubre a la perfección la necesidad de seguir difundiendo –en ediciones al alcance de cualquier bolsillo, además de las otras ciertamente más costosas-- una obra, en este caso poética, sin la cual no sería posible entender qué ha sido y qué es la literatura mexicana contemporánea.