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Autonomía Politécnica
Crece apoyo al IPN

Logran que el titular de la SG reciba pliego petitorio

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No somos porros, somos estudiantes, corearon miles de politécnicos durante la marcha pacífica de ayerFoto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de octubre de 2014, p. 2

Los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que se oponen al nuevo reglamento interno y a la aplicación de nuevos planes de estudio para algunas escuelas marcharon ayer del Casco de Santo Tomás a la Secretaría de Gobernación (SG), donde entregaron un pliego petitorio que busca dar solución al conflicto que desde la semana pasada vive la institución académica y que prácticamente mantiene cerrados todos sus planteles.

El pliego de demandas, que fue recibido por el propio titular de la SG, Miguel Ángel Osorio Chong, consta de 10 puntos, entre los que se exige la destitución de la directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Díez, y la cancelación tanto de los planes de estudios que tecnifican la educación superior como del reglamento aprobado a finales de septiembre.

Miles de politécnicos, tanto de nivel superior como de bachillerato –alrededor de 50 mil, según los organizadores, y 20 mil, de acuerdo con la policía capitalina–, respondieron al llamado de la Asamblea General Politécnica –integrada por representantes de todas las escuelas del IPN–, que el domingo acordó realizar la movilización.

La vanguardia de la manifestación salió a la una en punto de la tarde de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, ubicada en el Casco de Santo Tomás, rumbo a Circuito Interior, y llegó cerca de las 14:30 al Ángel de la Independencia, donde otros cientos de estudiantes ya los esperaban para sumarse a los contingentes. En este instante decenas de grupos aún no salían del punto de partida.

Al pasar por el monumento a la Independencia se enfilaron hacia Gobernación, adonde llegaron poco después de las cuatro de la tarde para exigir a Osorio Chong cumplir su palabra, pues el viernes, durante su comparecencia en la Cámara de Diputados, el funcionario ofreció diálogo a los politécnicos.

A lo largo del recorrido no se registraron incidentes graves; por el contrario, los jóvenes cuidaron en todo momento la seguridad de los contingentes, a través de vallas humanas que sólo permitían el paso a quienes mostraran la credencial que los acreditara como estudiantes del Politécnico. Esto, dijeron, para dar una cachetada con guante blanco a las declaraciones que la semana pasada realizó Bustamante Díez en el sentido de que el movimiento tenía influencias externas.

No somos porros, somos estudiantes, era el grito que lanzaban los miles de alumnos mostrando sus credenciales en todo lo alto.

A la movilización se sumaron en solidaridad estudiantes de otras instituciones académicas, como las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana y Autónoma del Estado de México, entre otras. Sin embargo, la abrumadora mayoría fue politécnica, que al grito de huélum (porra emblemática de la institución) recorrió el largo trayecto de la marcha.

Las 10 demandas son: cancelación total y no posposición momentánea, disfrazada de consulta, del reglamento interno; cancelación de los planes de estudio que tecnifiquen la educación superior y reduzcan la calidad educativa de las escuelas de nivel medio superior en el instituto; destitución y desconocimiento de Bustamante Díez como directora general del IPN; salida de los elementos de la Policía Bancaria e Industrial de la casa de estudios.

Además, cese de las pensiones vitalicias a los ex directores del Politécnico; democratización del instituto; garantizar que no se tomarán represalias académicas, administrativas o jurídicas contra quienes se sumen a este movimiento; que el presupuesto federal otorgado a la educación superior, ciencia y tecnología alcance al menos 2 por ciento del PIB; que se conozcan todas las formas de injerencia del sector privado en el IPN, y expulsión definitiva de los grupos porriles.

Por momentos la manifestación parecía una fiesta o un concierto masivo de rock. Jóvenes de las vocacionales volaban en lo alto lanzados por algunos de sus compañeros, unos más coreaban El que no brinque es porro, y cientos aplaudían todas y cada una de las consignas que se lanzaron.

Me costó un huevo entrar al IPN, y con el otro lo defiendo, se alcanzaba a leer en un cartel sostenido por un joven de playera guinda y blanca. Yolo, entiende, el Poli no te quiere, gritaba un numeroso grupo. En agradecimiento al apoyo universitario, una chica portaba una manta con la leyenda: Un huélum y un goya por México.

Pero el apoyo no paró ahí. Cientos de automovilistas que se vieron detenidos por el paso de la marcha acompañaban la movilización con pitazos de las bocinas de sus vehículos, mientras cientos de ciudadanos y padres de familia se posaron sobre las banquetas para aplaudir el paso de esta juventud rebelde, como algunos calificaron a los alumnos politécnicos.

(Con información de Arturo Sánchez)