Capital
Ver día anteriorViernes 3 de octubre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Discapacidad permanente de un menor por negligencia médica

La Secretaría de Salud del DF le dio un pase automático para el centro Teletón

Los padres sufrieron violencia institucional del personal hospitalario, detalla la CDHDF

 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de octubre de 2014, p. 41

A cuatro años de que dieran por muerto a un recién nacido en el hospital general Gregorio Salas, el niño quedó con discapacidad permanente debido a un golpe en la cabeza que le provocó la negligencia médica, pese a lo cual la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, a cargo de Armando Ahued Ortega, sólo le otorgó un pase automático al centro Teletón, donde es atendido por el daño neurológico secundario a factores perinatales que enfrenta.

En el expediente CDHDF /III/122/ AO/10/D8852, documentado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, que forma parte de la recomendación 5/2014, se detalla que no sólo el niño fue víctima de la negligencia de los médicos, también sus padres fueron sometidos a tratos deshumanizados, así como a la violencia institucional ejercida por el personal de la red hospitalaria del Gobierno del Distrito Federal.

En la madrugada del 5 de diciembre de 2010, los padres del niño en gestación acudieron al hospital Enrique Cabrera. La madre se encontraba en labor de parto; en el nosocomio le informaron que no había personal médico en ginecobstetricia y que si se quedaba era bajo su propio riesgo.

Decidieron recurrir a otro hospital. Llegaron al de la Mujer y le practicaron un ultrasonido, informándole que ya no tenía liquido amniótico y era necesario practicarle una cesárea, pero que no tenían medicamentos para el bebé e iba morir.

La pareja decidió trasladarse al hospital Materno infantil de Cuajimalpa, donde tampoco se le brindó atención y llegó al Gregorio Salas donde recibió una atención médica negligente, y se les informó desde el ingreso que su hijo moriría.

En el referido hospital se le advirtió que tenían que esperar a que se presentaron los dolores de parto o que el bebé se le muriera en el interior de su cuerpo. Todo el tiempo los médicos, de acuerdo con la investigación del organismo, dijeron a los padres que el niño no viviría.

Los dolores aumentaron. Cada vez eran más fuertes, pero los médicos solamente se acercaban a la madre para monitorear los latidos del feto que aún se escuchaban, pero le seguían diciendo que de todas formas el bebé iba a morir.

El 7 de diciembre expulsó, sin ninguna atención medica, el producto, gritó por ayuda y al llegar la doctora encargada del área, molesta, le dijo: ¡Ah, ya salió!.

El relato de la madre refiere que le cortaron el cordón humbilical, colocaron al bebé en una bolsa amarilla que se deposito en una cubeta, pero el testimonio de una enfermera detalla que el recién nacido tenía movimientos esporádicos, que fueron reportados, pero sólo se dijo que no era un producto viable y fue declarado muerto a las 3:25 horas del 7 de diciembre de 2010. Se expidió el certificado de defunción que se le entregó al padre.

Sin embargo, en el área de patología, al momento de colocar el brazalete de identificación del cuerpo, personal de la Policia Auxiliar se percató de que estaba vivo, se llamó a la doctora y molesta una vez más dijo que se iba a morir.

El niño fue hospitalizado en el pediátrico de Tacubaya; presentaba un golpe en la cabeza, al parecer causado al caer a la cubeta donde fue arrojado. Actualmente vive con problemas de salud por el daño sufrido que le provocó la dispacidad.